Pocas veces pasa que un género artístico conozca en su propio inicio su culminación insuperable. Eso es lo que sucede con el LP Are you experienced? de Jimmy Hendrix. Una inmensa anomalía de la música popular, un ejemplar mestizo, mulato, zambo, imposible de predecir un instante antes de que acaeciera. Hendrix grababa en cuatro canales y en veinte minutos canciones definitivas. Lo que impresiona en esas instantáneas es que nacieron con la integridad de los clásicos, bosquejos inmejorables, crudos y refinados. En ese momento la industria aún no se había devorado el gesto rockero, como terminaría por hacerlo unos años después.
Todo en su música es extraño e irrepetible: la economía de los arreglos, la evidencia abrumadora de los pequeños hallazgos, el grado inaudito de invención sonora, la lírica más refinada y esa forma de cantar que al propio Jimmy no le gustaba, a pesar de su asombrosa expresividad.
Los que hoy sábado lleguen con puntualidad a La Tribu (Lambaré 873, 19:30 hs.) van a presenciar, como yapa de la película principal (Venecia rojo shocking), un corto de 20 minutos que cuenta cómo Jimmy lo hizo.
La letra traducida al español es imposible que conserve la elegancia clásica del original. Es demasiado buena para ser traducida. Pero sabiendo eso, algunos pueden enterarse de qué habla.
Cuando los sotas se vuelven al mazo
y los payasos se van a dormir,
podés oír a la felicidad tambalándose ahí abajo
huellas vestidas de rojo
y el viento susurra Mary.
Una escoba barre melancólica
los pedazos rotos de la vida de ayer
en algún lugar una reina está llorando
en algún lugar un rey no tiene esposa
y el viento llora Mary
Las luces de tráfico mañana se vuelven, uh, azules
y proyectan su desolación sobre mi cama
la islita se hunde en la corriente,
porque la vida que vivieron ha muerto
y el viento grita Mary.
¿Recordará el viento, alguna vez,
los nombres que llevó en el pasado?
Y con su muleta, su edad y su sapiencia
susurra: "no, éste será el último"
y el viento grita Mary.
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