Esta imagen fue diseñada por Hank Soriano
Querido Néstor:
Hoy es el día de tu 61º cumpleaños y se podrían decir muchas cosas y se dirán muchas cosas seguramente. Creo que el momento de la historia que estamos atravesando te debe mucho a vos. Sé que pasaste tu última semana muy preocupado por el esclarecimiento del crimen de Mariano Ferreyra. Hemos sabido lo que dijo Máximo el día de tus exequias:
"Al matar a ese pibe en Constitución también mataron a mi viejo. Estaba indignado. Todos esos tipos tienen que ir en cana”.
Así que me parece que el mejor homenaje que te puedo hacer es recordarte en ese momento en el que tu vida adquirió la más alta significación: cuando se cruzó con la vida de Mariano Ferreyra. Esta semana parece posible que para los asesinos de Mariano no haya impunidad.
Este es un país esponja, que se traga todo lo que pasó. Por eso a veces me resulta difícil incluir en la revista La otra alguna referencia a la actualidad. Para una revista trimestral, la velocidad con la que las noticias se vuelven caducas puede ser fatal. Pensé mucho, en el cierre del último número, si debía incluir algo acerca de tu muerte. Y decidí poner esto, que creo que hoy, día de tu cumpleaños, mantiene total vigencia. Esta es mi manera de recordarte, en tiempo presente:
Pero es inevitable constatar el cambio de clima que comenzó a partir del funeral de Kirchner, acontecimiento que terminó por convertirse en un hecho político fundacional. La despedida popular que se le brindó podría terminar siendo no sólo el impulso para la reelección de Cristina (con el alineamiento disciplinado de todo el peronismo, que días antes de la muerte se mostraba díscolo y proclive a explorar otras variantes), sino incluso el comienzo de una trasmutación del peronismo en kirchnerismo. La visibilización de una nueva militancia juvenil (que se templó en las movilizaciones por la 125, la ley de medios y el matrimonio igualitario) parece ser el signo de los nuevos tiempos. Hoy se instala la figura de Kirchner como el ícono de una nueva generación y se lo exalta como militante. Hasta hace poco, los dirigentes políticos trataban de ser hombres cualunques, "gente como la gente"; "militante" era una palabra pronunciada con sorna, para burlarse de “los veteranos setentistas que se habían ilusionado con el aroma a choripán que los transportaba imaginariamente a las plazas de antaño”. La plaza de la despedida de Néstor fue juvenil, entusiasta, trabajadora, estudiante, bloguera y gay. La trabajosa construcción de un país crispado y aterrorizado por la inseguridad con que machacó la TV durante tres años agobiantes perdió su eficacia simbólica ante la irrupción de esta nueva multitud que protagonizó el funeral más esperanzado de la historia política contemporánea.
Esta combinación humana tan atractiva está haciendo su propia experiencia vital y no simplemente rememorando las gestas de sus mayores de los años setenta: no sienten nostalgia por los Montoneros ni veneran especialmente al general Perón. Su programa de acción tampoco se agota en el reclamo de juicio a los criminales de la dictadura: hay nuevos motivos para pelear en el mundo de hoy, que no se oponen al castigo a los dictadores, sino que lo dotan de un sentido más imperioso y actual. La lucha de Madres y Abuelas por la justicia podría haberse extinguido con la muerte inminente de estas venerables mujeres; hoy ya no se trata de recordar lo que fue hace 30 años, sino de pelear por lo que puede ser de un momento a otro.
Empecé diciendo que dos hechos marcan esta nueva etapa. Hubo una muerte pocos días antes de la de Néstor: el asesinato de Mariano Ferreyra por manos de la patota de la Unión Ferroviaria. Incluso antes de la muerte de Kirchner este asesinato marcó un punto de inflexión para un gobierno que se podía jactar de no haber reprimido la protesta callejera. Esta tragedia humana, con todo, puede transformarse en una oportunidad para que el kirchnerismo ajuste sus cuentas con el pasado peronista, si logra resolver el crimen de un modo inédito. Porque los asesinos de Mariano están en el movimiento y se vinculan con una forma de construir poder basada en la traición a los trabajadores y el crimen político. Si el asesinato tiene, además de una resolución judicial con sus ejecutores presos, un corte político que marque el comienzo del fin del sindicalismo patotero, entonces el kirchnerismo se habrá parido como un movimiento popular digno de ese nombre; si el gobierno queda enredado en la confusión de estas alianzas non sanctas, entonces no habrá podido escapar del destino autodestructivo que ensombreció la historia peronista. Por unas frases pronunciadas por Máximo Kirchner en el entierro de su padre, se sabe que Néstor pasó sus últimos días personalmente involucrado en la resolución del caso.
Con el correr de las semanas, otros acontecimientos nefastos nos obligan a encender una luz de alarma: en Formosa fuerzas represivas que responden al gobernador Gildo Insfrán mataron a dos personas del pueblo toba que reclamaban por sus tierras usurpadas. Pocos días después, en el barrio de Soldati de la ciudad de Buenos Aires las fuerzas combinadas de la Policía Metropolitanta y la Policía Federal comandaron un violento desalojo de casas ocupadas con el terrible saldo de otras dos muertes. Al cierre de esta edición (N. del editor: primeros días de diciembre pasado), ninguno de estos asesinatos está judicialmente resuelto; mucho menos ha habido claros gestos del gobierno para diferenciarse de los aliados involucrados en estos casos.
¿Cuál será el signo de esta nueva etapa política que empezó con la muerte de Kirchner? ¿Se concretarán las esperanzas que una nueva generación de militantes estimulan? ¿Volverá a instalarse el desprecio por la vida humana que caracterizó a un período demasiado largo de la historia argentina? El final, suele suceder, está abierto.
Hasta aquí el texto escrito en diciembre.
Feliz cumpleaños 61º, Néstor.
2 comentarios:
Mientras en otros blogs "festejan" la caida del superavit comercial o hablan del nazismo de la publicidad oficial del futbol para todos, aquí se recuerda la figura de Nestor.
¡Feliz cumpleaños! y ojala que podamos despejar los nubarrones del futuro.
HOMENAJE A NESTOR EN SU NATALICIO
Anoche soñé que en el Cielo conversaban Néstor y Dios. Aquí transcribo lo que recuerdo
K: ... lo que pasa es que los peronistas para elegir compañeros de fórmula somos peores que Silvio Soldán eligiendo esposa. ¿Te acordás de Perón - Isabelita?".
Dios: "Es cierto. Por eso deberías haber reformado la Constitución o haberle buscado la vuelta y echar a patadas en el traste a ese tipo.
Y te voy a confesar un secreto: a pesar de lo que digan "Los 10 mandamientos", para mí el peor de los pecados es la traición.
Y ya que estamos con el tema de los 10 mandamientos, ¡qué quilombo hay en tu Congreso! Son tan lentos y contreras que si yo hubiera mandado mis leyes a a probar allí ...en 2000 años recién estarían sancionado la tercera ...":
K: "Hablando de despelotes, ¿cómo solucionastes la sublevación del Demonio?".
Dios: "Me resultó sencillo. Te lo explico: a él le entregué una parte del territorio celestial, que ahora se denomina el Infierno, a cambio de quedarme yo con todos los medios de comunicación. Por eso, es muy sencillo comunicarse conmigo. Vas a la Iglesia y ya me encontrás y encima hice correr la bolilla que estoy en todos lados y escucho a todo el que me reza. En cambio, para contactarte con Satanás es muy complicado. Tenés que beber sangre humana, retorderle el pescuezo a una gallina o clavarle alfileres a un sapo.
Además, a mi se me representa como un abuelito canoso y de barba; un buen tipo, ¡bah! Y al Demonio como un ser macabro y con cuernos que al apoderarse de un hombre le hace girar la cabeza en 180 grados, vomitar y saltar de la cama.
Y todo se debe al marketing.
Aquí tengo que hacerte un reconocimiento por haber propuesto la Ley de Medios. Los diarios, la TV y la radio no se pueden dejar en manos de los opositores".
K: "Bueno, gracias Diosito. Al menos me reconocés algún acierto".
Dios: "No seas tan suceptible, Néstor. Te toreo un poco para hacerte reaccionar y protestar contra el sistema ... así te sentís como en tu casa. Yo se que hicistes un montón de cosas por tu pueblo y que si no hicistes más es porque no te dejaron. Pero ya tendremos una eternidad para hablar del asunto.
Lo que quiero darte ahora son unos consejos para que se los transmitas a Cristina para que sepa como actuar con los traidores. ¿Te acordás cuando en "la última cena" Judas vendió a mi hijo por una monedas? Bueno ... al desgraciado le hice sentir tanta culpa que solito se ahorcó en un árbol.
Ya pasaron dos milenios, ¿y qué recuerdo quedó de Judas? A nadie le importa: no existe ni una estampita suya, ni un souvenir. Todo el merchandaising quedó para mis discípulos leales. Y, lo que es peor, el nombre Judas quedó asociado a la maldad y la traición. No quiero exagerar pero creo que hasta Hitler, Musolini o Franco tuvieron más suerte que él.
¿Cómo pensás que va a terminar Cobos?
www.kikitodulce.blogspot.com
Publicar un comentario