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jueves, 23 de septiembre de 2010

El nacimiento del amor

Película de amor nº 4
Este sábado a las 19:30 en Lambaré 873


por oac

1) Philippe Garrel es un cineasta que pertenece a una generación "perdida", los jóvenes del Mayo francés: junto con los ya desaparecidos Maurice Pialat (de quien veremos en pocas semanas A nuestros amores) y Jean Eustache (de quien vimos el año pasado Mes petites amoureuses). Garrel tenía 20 años en el 68, y un año antes había filmado su primer largo: Marie pour mémoire. Cineastas del desgarro, llevan a cabo una obra nunca del todo cuajada, un cine del presente en el que obra el tiempo de la historia y la muerte, la experiencia íntima del fracaso exterior. Cineastas sismógrafos del temblor que sobreviene al gran acontecimiento político del 68. El de Garrel es un cine de extrema concretitud, el registro directo de una corporalidad que se resiste a encajar en las letras de molde de la Historia General. Para hacernos ver esos cuerpos hace falta el cine.


El nacimiento del amor (1993) es una de sus películas más hermosas, radiantes y dolorosas, situada en presente estricto de los iniciales años 90, cuando se desencadena la guerra de Irak. Pero no es del nacimiento de la guerra que a Garrel le interesa hablar, sino del nacimiento del amor.

Jean Pierre Leaud, Los 400 golpes, 1959

Para esta película elige a dos íconos del cine moderno de sus juveniles años 60: Lou Castel, aquel terrible adolescente de I pugni in tasca (1965, Marco Bellocchio) de una maldad casi nietzscheana; y Jean Pierre Leaud, el eterno niño desvalido desde Los 400 golpes (1959, François Truffaut) hasta Visage (2009, Tsai Ming-liang). Garrel, al juntarlos en El nacimiento del amor, se inserta en el flujo de una historia cinematográfica que los contiene.

Lou Castel, I pugni in tasca, 1965

2) Dice Adrian Martin en La Poética de Philippe Garrel:

"En las películas de Garrel, las llamadas telefónicas son eventos invariablemente dramáticos (...) son embrujos, logrando un daño demoníaco con el tiempo y el espacio, voces mensajeras de los muertos o de los que morirán pronto, que significan casi lo mismo en estas películas. Thierry Jousse ha sugerido que, en forma creciente dentro del trabajo narrativo de Garrel – el período comenzó conL’Enfant secret en 1982 – existen sólo dos tipos de personajes: los sobrevivientes y los fantasmas. Ambos tipos de personajes están definidos en relación al trauma primario o catástrofe mortal que ocurre durante la ficción de una película o justo antes de ella, o a veces largo tiempo antes de ella –traumas tales como la muerte, separación o tratamientos de electro-shock".


3) Dice Enrich Alberich en Philippe Garrel: Cine en las venas:

"En estos últimos años el trabajo de Garrel se mueve entre la invocación de algunos episodios clave de su experiencia personal -Mayo del 68, la muerte de su musa y compañera Nico- y los motivos recurrentes de siempre: la tentación suicida, la drogadicción, la dificultad de la transmisión intergeneracional, la soledad como estado fundamental, las oscilaciones de los sentimientos... Constantes que en otras manos podrían virar hacia el dejà vu pero que en las suyas adquieren un preciado rasgo de autenticidad gracias a su peculiar tratamiento narrativo, a un tiempo frontal y oblicuo.


"El pasado que angustia, el espectro de Nico y los vaivenes sentimentales vuelven a estar presentes en El corazón fantasma y en El nacimiento del amor.En la primera bajo un barniz menos áspero y con un final más esperanzado. En la segunda con una cámara más trémula y un desenlace abierto a todas las incertidumbres, en un matizado blanco y negro que remite a una vieja, fundacional fragilidad. El cine revelado como arte de la captación del instante, del apresamiento de la verdad huidiza. Una vez más, en El nacimiento del amor la contundencia de las elipsis confirma a su autor como un cineasta esencialista, empeñado en hurgar en las realidades últimas que laten por debajo de las cambiantes apariencias y de las volubles coyunturas. La sombra de Jean Eustache permanece, tutelando desde un más allá que jamás será olvido".

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