todos estamos igual

martes, 19 de julio de 2011

Aballay, el hombre sin miedo


por Martha Silva

Una película épica o quizás un western gauchesco, antiguo propósito del director Fernando Spiner, que aquí afina su puntería.

Es típica del western la diligencia que sufre asaltos de los bandidos en busca de oro. También el degüello y la tortura, que consistía –en esa rica geografía- en estaquear al enemigo al rayo del sol, lo que recuerda viejas pero eficaces películas argentinas que cuentan guerras internas, aquí, sin importar el sexo y la condición. Sin anestesia.

El western como género ha venido desapareciendo y aquí tampoco existe “un héroe sin tacha, cabal y reconocible, defensor de los valores de la comunidad”, que caracterizaba al género. Esta vez se trata simplemente de ejecutar una venganza. El hijo sobreviviente de una masacre sabe que tendrá que pagarlo caro: después de cumplir su cometido no podrá ser feliz jamás.

Hay dos hombres en la diligencia, traficantes de oro, y un niño, hijo de uno de ellos. Casi nada se sabe de estos personajes, quienes van cantando durante el trayecto, Mientras tanto bajan por la loma unos jinetes, que ya han dado la pauta de su ferocidad en la primera escena del film. Allí se mostró una riña de gallos donde se definía borgeanamente quién era el jefe allí: el peor de todos o sea, Aballay. El otro gallero se repliega... por el momento Reservará su prepotencia para otras ocasiones. Aballay encabezará el asalto a la diligencia y asesinará brutalmente al padre del niño. El pequeño, escondido dentro de un arcón, presencia la escena. Sólo se ven sus ojos que traducen angustia y terror. Una mirada que determinará las acciones de Aballay de ahí en más. Pasará una década y volverá el hijo a estos pagos a ejecutar su venganza, contra todos, uno por uno. No conviene abundar demasiado en ello.

El argumento se basa en un cuento del escritor argentino Antonio di Benedetto, que fuera torturado brutalmente por la última dictadura militar. Fue escrito durante esta detención, conviene acotar.

Un importante cambio le otorga Spiner a la médula del cuento: deja que el personaje del joven –Nazareno Casero- ejecutor de la venganza se torne protagónico y que Aballay asuma la culpa: aquel que no soporta la mirada. Sobria y minuciosa interpretación de Pablo Cedrón, frente a un Casero no del todo imbuido de su papel. Se lucen Claudio Rissi, el que hereda el poder y la violencia, y Moro Anghileri como la hermosa criolla que es disputada luego por dos hombres a sangre y fuego.

Todo transcurre en majestuosos espacios abiertos de Amaicha del Valle de Catamarca, impecablemente fotografiados. La música de Gustavo Pomeranec hacia el final, con la Marcha de San Lorenzo subiendo estentóreamente, ridiculizará a las películas que exaltan la heroicidad en forma escolar.

Hay homenajes diversos a nuestro realizador máximo, Leonardo Favio. La estética de John Ford también se encuentra presente.

5 comentarios:

julieta eme dijo...

parece una película interesante.

acá se puede leer el cuento creo:

http://www4.loscuentos.net/cuentos/link/288/28831/

Martha dijo...

Gracias Julieta! No estoy pudiendo entras acá . Veremos. Martha

Liliana dijo...

Antonio di Benedetto escribió este cuento durante su detención??

Siempre me impacta cómo, en circunstancias terribles, se conserva la creatividad...

Martha dijo...

hOLA: eS ASÍ Y A MÍ ME ESTREMECE porque pienso que en ese contexto, era propicio escribir algo así. Parece - he leído en un diario- que lo habían torturado de tal manera que le llegaron a cortar los ligamentos de los pies y se arrastraba, no podía caminar normalmente. Emigró a España donde murió en 1986. Habría que investigar si su obra tiene el mismo grado de crueldad que ésta.
Hay uruguayos ( Tupamaros) que hoy son funconarios y que cuentan cómo produjeron literatura dictándose los textos por sistema Morse y escribían con un cabito de lápiz. De Terror. A mí tambien me impacta la resistencia y creatividad humana. Martha

Martha dijo...

Agrego que estas experiencias de creación en las peores condiciones de detención , son algunos de los temas que se han trabajado en "La BEMBA, de Emilio de Ipola. La noción de verosimilitud del rumor ( o bemba) Martha