sábado, 15 de noviembre de 2014

Barcelona y el miedo a tragarse el sapo

El fin de ciclo K está rarísimo (II)




Es posible que Cristina y Scioli estén pensando, ambos, en la conveniencia de encarar las próximas elecciones renovando la coalición que los ligó durante estos años, lo que significa que Cristina se peronice y que Scioli se kirchnerice. Sería la primera vez que el kirchnerismo acepte integrar la coalición gobernante sin ejercer la presidencia de la nación. Esta posibilidad mantiene muy activos a los kirchneristas emocionales y a los kirchneristas racionales: ¿qué pasa si vamos con Scioli? ¿o Scioli es un límite infranqueable para el K de paladar negro? ¿Es preferible perder con una fórmula kirchnerista pura antes que ganar en una coalición peronista con Scioli presidente? ¿nos ponemos en las PASO detrás de algún precandidato que nos dé muestras de kirchnerismo explícito (Taiana, Uribarri...) o que al menos no nos despierte tanta desconfianza como DOS (Randazo...)? Pero, ¿y si Cristina decide que no haya DOS fórmulas en las PASO y propicia una fórmula de unidad encabezada por DOS?

Estos dilemas son propios de un sector político que hoy se siente en condiciones de dar pelea. Otros pueden preferir retirarse con la frente en alto, para ocupar una región de la política puramente testimonial. En un próximo post (este ya es larguísimo) vamos a desarrollar la siguiente cuestión:

Hay kirchneristas que preferirían perder con un K puro antes que ganar con Scioli: espero que esa no sea la idea de Cristina.

He aquí mi respuesta:

Para mí la ecuación es más sencilla que la de la ley de gravedad: Scioli necesita los votos K, porque sin ellos no llega; los K necesitamos un candidato que concite adhesiones en la parte no K (y no antiK), porque los K solos no llegamos. El está obligado a no retroceder de lo conquistado para no perder su base de sustento. Y nosotros tendremos que hacerle valer nuestro voto. Creo que no hay mucha vuelta que darle.

Esa es mi respuesta corta. Quien quiera puede terminar su lectura acá y no se habrá perdido lo esencial. Pero si quiere, pueden seguir:

Este tema se está discutiendo mucho en un sector social que está recalculando su posición ante una nueva etapa que inevitablemente se avecina. Está en los blogs pero también en las discusiones entre amigos. Se trata de una diferencia en el seno de un sector que hasta hace poco parecía  no tener grandes diferencias. En realidad, se manifiestan diferencias que siempre estuvieron pero este es el momento de que aparezcan. Yo no dramatizo este momento. Creo que es un conflicto de crecimiento, la de asumir que la cuestión del poder tiene aristas que el liderazgo fuerte de Cristina ponía fuera de foco. Pero el poder es esa cosa con aristas. O esa rosa con espinas, si quieren. Cristina y Néstor han presidido este país hasta que la combinación entre la biología, las relaciones de fuerzas y la Constitución lo permiten: más que ningún otro modelo político en la Argentina contemporánea. Ahora se impone repensar cómo sigue esto. Lo de Cristina Eterna es una ilusión pueril y, si bien no está descartado en absoluto que Cristina vaya a seguir ejerciendo un liderazgo político eminente como el que hoy tiene (sin que nadie pueda por el momento comparársele) y eso puede durar aún bastante, es hora de asumir que un movimiento histórico no puede agotarse en un liderazgo. Aunque sí valerse de un liderazgo.

Pero los liderazgos no se construyen en un laboratorio ni florecen en un jardín todas las temporadas. Hay puentes colectivos que tender mientras tanto; y eso se hace sin miedo a equivocarse.

Néstor y Cristina no tuvieron miedo a equivocarse. Pero muchos kirchneristas parecen hoy movidos o paralizados por el miedo a equivocarse.

La traducción pueril del miedo a equivocarse es esa figura tan remanida de "tragarse un sapo", que es inmediatamente adoptada por la revista Barcelona, la conciencia culposa de la clase media súbitamente politizada pero con un sustrato cualunquista permanente.

"Tragarse el sapo" es una figura que no describe bien la situación. En política uno elige entre las mejores opciones posibles, donde es tan importante que sean posibles como que sean las mejores. Entre los posibles no están Uribarri, ni Taiana, ni Rossi ni Aníbal. No les da la talla para presidentes. Ni por grado de conocimiento, ni por las adhesiones que pueden concitar. En cuanto a Randazzo, yo estimo que sus posibilidades son a esta altura remotas. No solo tiene que ganar las PASO, sino que tendría que ganar las presidenciales en primera vuelta: es decir: con 40% y a 10% de distancia del segundo. Son dos metas muy ambiciosas e improbables. Deberían producirse grandes cambios en pocos meses para que Randazzo fuera capaz de vencer en esas dos ocasiones. Y tampoco está claro que Randazzo garantice más la continuidad de estas políticas que Scioli. 

Si el FPV con un candidato competitivo no gana en primera vuelta es muy probable que pierda en la segunda y el país termine gobernado por el PRO. No creo que haya que esperar hasta ese extremo para apoyar a una coalición peronista integrada por el kirchnerismo como su núcleo más sólido.

Creo que razonar de esta manera no es tragarse ningún sapo, sino elegir entre las mejores opciones posibles. Para mi, no es más ni menos que lo que hice en 2003, cuando voté al canidato de Duhalde, porque me parecía la mejor opción frente a Menem, Rodriguez Saa o López Murphy. En política se opera con realidades, no con deseos ni con gustos culinarios.

8 comentarios:

profemarcos dijo...

Con Scioli también termina gobernando el PRO

Carlos G. dijo...

Es difícil no estar de acuerdo con tu planteo.
Yo no termino de entender si llegar a las PASO con varios candidatos, o con uno, es más o menos perjudicial en cada caso.
Yo también voté a Néstor en 2003 sin saber casi nada de él; debo decir que con el mismo razonamiento voté a la Alianza...
Habría que ver cómo se conforman las listas de diputados, senadores, ministros y vice.
Siempre sentí que Scioli sería un epílogo del proceso virtuoso iniciado en 2003; me va a costar ponerle un voto si él fuera el candidato del FPV, pero es innegable que para los que buscamos y queremos la continuidad de este proyecto, no hay nada en la oposición que pueda, siquiera lejanamente, expresarnos, y yo ya estoy muy grande para el voto testimonial.
Va a ser un dilema.

Juan Ignacio dijo...

Es verdad que Scioli necesita los votos K porque sin ellos no llega y lo sabe y por eso se quedó en FPV. Pero, me parece que el argumento falla cuando dice que Scioli "está obligado a no retroceder de lo conquistado para no perder su base de sustento" y esa base de sustento el autor la resume en: "el kichnerismo, en los gobernadores e intendentes peronistas y en el sindicalismo".
Me parece que Scioli es un tipo con mucha cintura política y podría gobernar sin mayores problemas sin el apoyo del kichnerismo y con el apoyo del pj, el sindicalismo traidor, los "renovadores" arrepentidos y otros oportunistas que siempre son oficialistas. Después de todo, como bien dijo el jefe de gabinete bonaerense después de que el sciolismo logró aprobar el presupuesto para el año que viene: "gracias al diálogo, Daniel Scioli ha obtenido la gobernabilidad una vez más con minoría parlamentaria en ambas Cámaras". Sin contar que con algunas medidas económicas pro mercado para dar "seguridad" a los inversores y el sector agroexportador fácilmente tendría la aprobación de las grandes empresas mediáticas a las que no veo demasiado preocupadas (¿llamativamente?) por atacarlo.
Por otra parte, no sé en que datos se basa la nota para decir que si el kichnerismo no gana en primera vuelta "es muy probable que pierda en la segunda". Según una nota del último domingo de página 12 (http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/259944-70458-2014-11-16.html) el FPV tiene una intención de voto proyectada (sacando los ns/nc) del 40%, seguido por un 21,5% del Pro. Teniendo en cuenta la base electoral del kichnerismo y que se mantenga la división de los opositores en el Pro, FRENO y Fauna existen posibilidades de que el FPV gane en primera vuelta con cualquier candidato o al menos en segunda con cualquier candidato. Las elecciones en Brasil demostraron que en la segunda vuelta no alcanza con sumar tan fácilmente todos los votos que en la primera no fueron para Dilma. Me parece que la distancia electoral para la segunda vuelta es bastante importante como para creer que alcanza con sumar los votos anti-k y creo también que una confrontación entre un candidato k y macri tendría una fuerte polarización ideológica que favorecería al kichnerismo.
Para mi la estrategia más inteligente que puede hacer el kichnerismo es presentarse en las PASO con DOS candidatos. Scioli y un único otro candidato que aglutine a todos los candidatos del núcleo duro K (presentarse fragmentados es el verdadero suicidio del kichnerismo). Creo que el núcleo duro k ya lo está viendo: "Sergio Urribarri dijo que en las próximas primarias sólo 'debería haber dos candidatos por el FPV' (...) Dijo haber conversado al respecto 'con Julián Domínguez, con Agustín Rossi' y adelantó: 'Voy a hablar en estos días con Jorge Taiana' (http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/259944-70458-2014-11-16.html). En todo caso, por qué Cristina debería jugarse por Scioli y no ir a las PASO con dos candidatos. De ese modo evitaría que Scioli se vaya del FPV (si participa de las PASO no puede presentarse después por afuera) y tener chances de que el kichnerismo siga siendo gobierno.

ps: después de 10 meses "regalados a Fábrega y a la city" como dice la nota y del éxito en la batalla contra el dólar ilegal de Vanoli, se vuelve más evidente que la contradicción principal actual es entre "profundización o restauración conservadora". Y Scioli no es el candidato de la profundización.

Nicolas dijo...

Qué triste final para un proyecto cargado de tantas ilusiones.. pero es que el kirchnerismo hace rato que viró a la derecha.. y lo más triste es que incluso los sectores progres K se están inclinando por Scioli.. derrota cultural e histórica

Oscar Cuervo dijo...

Nicolás: el kirchnerismo no llegó al gobierno cargado de ilusiones, sino en medio de un gran desconcierto. Si ganó el apoyo del pueblo es por cómo gobernó. Y si Cristina tiene hoy un apoyo tan significativo y los furiosos antiK no tienen forma de entrarle, es porque mantiene una parte importante de ese apoyo.

En política las ilusiones no suman. Así que si querés llorar, llorá.

Oscar Cuervo dijo...

Juan Ignacio:
- "Scioli "está obligado a no retroceder de lo conquistado para no perder su base de sustento": cuando hablo de base de sustento me refiero al sector social que el peronismo articula, no a "la militancia kirchnerista". La base social que articuló la coalición que hoy gobierna, y que hoy está conducida por el kirchnerismo, es mucho más vasta que el sector kirchnerista. Si el kirchnerismo parecía caerse durante algunos tramos y fue débil en algunos momentos de estos 12 años y a pesar de eso se sostuvo, no fue por la militancia que se acopló desde 2008 en adelante, sino por un gran sector social integrado por trabajadores, subocupados, jubilados, incluidos al mercado de trabajo y consumo (11 millones de incluidos). Y también gente de las provincias que apoyan a sus gobernadores, a los que los porteños solemos ver con desprecio: en sum, gente que se vio beneficiada por estas políticas y que, a pesar de las insuficiencias, quieren que las políticas sigan y mejoren. ESa gente en su enorme mayoría no es militante, sino ciudadano raso, Ellos son los que le hacen ganar a Cristina con el 54% y muchos de ellos le quitan el voto en 2013. Y si Cristina conduce bien el país en estos meses, la va a volver a apoyar, como ya lo está haciendo. No por identidad partidaria, sino porque considera que Cristina gobierna bien. Scioli necesita a esa gente para ganar, porque el electorado antiK se lo disputan todos los otros candidatos. Cuando digo Scioli, digo también cualquier otro candidato que surja de la interna FPV, pero con la condición de que no se cierre sobre el kirchnerismo puro, que es la minoría más sólida y articulada, pero SOLA NO GANA. Ese sector social, que son millones, y no "la militancia", que son importantes pero solo decenas de miles, o en todo caso unos y otros, son no solo los que pueden hacer ganar el FPV, sino sostenerlo en el gobierno, lo que es más difícil. Como lo demuestran las experiencias contrarias de la Alianza y del kirchnerismo: podés llegar con muchos votos y perderlos en dos años, o podés llegar con pocos votos y hacerlos crecer, como hicieron Nestor y Cristina. Con esa base y no con la superestructura política, se ganan elecciones y se mantiene el gobierno en el poder. Si además apoya la militancia K y P, mucho mejor, pero si está la militancia pero no la gente, un gobierno puede caer. Esta coalición es el mejor reaseguro para que a un gobierno que llegue con esos votos se le recomiende no retroceder.

Si " Scioli es un tipo con mucha cintura política" entonces deberá incluir a esos sectores en sus políticas, si no los incluye, perderá su cintura política.

"Obtener la gobernabilidad" y "consensuar" no son disvalores políticos. Depende con quién se consensúa: el kirchnerismo, cuando se las ve en apuros, tiene que consensuar con unos para confrontar con otros.

Las sumas de votos para la segunda vuelta son muy imprevisibles y lo que haya pasado en Brasil no puede trasladarse automáticamente a esta elección argentina. Dilma ganó por un par de puntos, es decir: cambiaba algún elemento en esas seamanas y Dilma podía perder. Llegar a segunda vuelta puede poner a Macri o a Massa en la posibilidad de juntar más de la mitad de los votos (todos los votos opositores se unen en 2a vuelta). Y si ganan ellos, lo harán con el mandato de deshacer todo lo que se conquistó en estos años. Y si ganan así lo harán con la legitimidad del voto y será imparable.

- Soy partidario de ir a las PASO con lista de unidad, porque polarizar haica adentro, con una campaña que gire en torno a Scioli sí/ Scioli no, puede dejar como resultado que en la primera vuelta los votantes que no son del núcleo duro K emigren hacia otros candidatos; o que, si gana la interna Scioli, la polarización haga que el votante más ultraK no vote a Scioli ganador de la interna.

Nicolas dijo...

Oscar: estamos de acuerdo. El kirchnerismo hizo cosas muy bien y por eso se lo votó. Muchos nos ilusionamos con eso y pensamos que todo iba a cambiar, que de a poco se podía llegar a una sociedad más justa, y apoyamos. A esas ilusiones me refiero, ilusiones basadas en cosas concretas.

Hoy se fue todo al tacho. Esto lo digo también apoyándome en cosas concretas. Y ya no lloro, hace rato que me di cuenta que fui un iluso (era muy pendejo), creía que el gobierno era de izquierda y estaba a favor del pueblo pobre y trabajador.

No creí que fueras a llegar a este nivel de pragmatismo realpolitik. Tenía en la cabeza cierta entrevista que le hiciste a Pájaro Salinas en la radio (recién la busqué, no pude encontrarla), en la cual él decía que no le gustaba DOS pero había que apoyarlo, y vos le contestabas que todo bien pero no lo tragabas.

Al parecer te pajarosalinizaste.

Vincent Vega dijo...

Todavía no creo que esté claro, fuera de las aspiraciones de algunos, que el único candidato digerible para el PJ tradicional sea DOS. Además, no se lo ve ganador de una, como sería el caso de Cristina en una utópica re-re-...
Si dijeras que alguna encuesta creíble lo diera ganador en primera vuelta, hasta puede ser para pensar, pero hasta ahora no pasa de un 30, o sea lo que tiene el kirchnerismo duro. Y encima, parece que en una segunda vuelta no gana por goleada contra Macri o Massa. Corremos el riesgo de perder con Scioli, ojo