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martes, 5 de mayo de 2020

No me basta que abras en la nube una hendija

Shakespeare, Soneto XXXIV
Bonomensenn III *






¿Por qué me prometiste tan espléndido día
Y me hiciste viajar desprovisto de abrigo
Dejando que en la ruta me asaltaran las nubes
Cubriendo tu hermosura con sus viles vapores?
No me basta que abras en la nube una hendija
Para secar la lluvia que golpeó mi rostro
Pues nadie puede elogiar tal ungüento
Que alivia las heridas sin curar la desgracia
Ni puede tu vergüenza aliviar mi tristeza
Pues, aunque te arrepientas, eso nada remedia
La pena del que ofende no ofrece alivio alguno
Para el que ha de cargar la cruz del ofendido
     Ah, pero esas lágrimas son perlas que tu amor vierte
     Y son perlas tan ricas que todo lo redimen.
William Shakespeare
Soneto XXXIV

Why didst thou promise such a beauteous day,
And make me travel forth without my cloak,
To let base clouds o'ertake me in my way,
Hiding thy bravery in their rotten smoke?
'Tis not enough that through the cloud thou break,
To dry the rain on my storm-beaten face,
For no man well of such a salve can speak,
That heals the wound, and cures not the disgrace:
Nor can thy shame give physic to my grief;
Though thou repent, yet I have still the loss:
The offender's sorrow lends but weak relief
To him that bears the strong offence's cross.
     Ah! but those tears are pearl which thy love sheds,
     And they are rich and ransom all ill deeds.


Lectura: Robert Lindsay
Música: György Kurtág – Blumen die Menschen, nur Blumen… [Játékok]
Márta and György Kurtág, piano


* Cristian Bonomo preparó una edición de audio de varios textos de Shakespeare recitados por diversos actores ingleses. Las lecturas están tomadas del disco When love speaks [2002]. Las músicas que las acompañan fueron seleccionadas por el propio Bonomo. Esta es la tercera publicación de esta serie, cuya segunda entrega puede encontrarse acá.

1 comentario:

ANA dijo...

Una belleza, ese piano sintetiza esa tremenda frase final.