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— Oscar Cuervo (@oscaracuervo.bsky.social) 24 de noviembre de 2024, 3:45

viernes, 23 de mayo de 2008

¿No ves que ya no somos chiquitos?


Por Oscar A. Cuervo

(A propósito de Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, de Spielberg /Lucas, USA, 2008)

Spielberg / Lucas es quien ha diseñado el paradigma que rige a la industria cinematográfica actual, la fase superior del modelo narrativo cuya sintaxis delineó Griffith hace ya casi un siglo. Cada tanto, el dúo siente la necesidad de volver a recordarnos que ellos, como diseñadores, saben mejor que nadie de qué se trata. Este paradigma está basado en una muy definida ontología de la imagen, la cual, con la ayuda de los continuos avances tecnológicos, se despliega en toda su pesadez.

La pesadez es la clave: Spielberg / Lucas "filma" constantemente objetos pesados que se desploman. El uso de las comillas se justifica en que para ellos "filmar" no es necesariamente registrar con la cámara, sino emular con el ordenador. Una pesada plancha de acero cae sobre el jeep que a toda velocidad transporta a Indiana y a sus compinches de aventuras. El punto de vista de la cámara está "montado" perfectamente sobre el jeep, que avanza sobre un terreno escarpado. Naturalmente, esta cámara montada sobre un vehículo a alta velocidad sobre un terreno así debería vibrar de un modo que hiciera que las imágenes se vieran borrosas. La cámara efectivamente vibra. Sin embargo, se trata de una vibración emulada, convenientemente dispuesta para que la imagen conserve su vértigo sin perder nitidez.

La vibración emulada está en sincronía perfecta con unos golpes graves en la banda sonora, que se sienten en el cuerpo. La vibración es intensa, pero el sonido no está "roto", como sucedería si fuera que unos micrófonos captaran un estruendo real. Se trata, por supuesto, de un golpe de sonido emulado. Cuando la plancha pesada cae sobre el jeep, el vehículo, los personajes que acarrea y la cámara que los filma se sacuden, pero, claro, no tanto como para que la imagen que vemos en pantalla se desorganice. La plancha golpea al jeep y rebota pesadamente una y otra vez contra la tierra, lo que "produce" una percusión grave pero seca.

Detalles como estos son las verdaderas marcas de autor del binomio Spielberg /Lucas, mucho más auténticamente que el leit motiv que acompaña las aventuras de Indiana o las resoluciones argumentales en las que un padre (Indiana, pero también Tom Cruise en La guerra de los mundos o el protagonista de Munich) al final asume su paternidad. Eso de la paternidad son paparruchadas para enganchar incautos: lo que al dúo le preocupa verdaderamente es "filmar" cada vez con mayor verismo la manera de caer o de deplazarse de los objetos físicos: sean velocirraptores, tanques alemanes o pirámides precolombinas.

Estas experiencias físicas duran unos pocos segundos, ya que la clave de la película reside en que nada detenga la movilidad de la acción, por más pesado que sea el objeto al caer. No obstante, en estos pocos segundos es aún legible la cuidadosa planificación con que una panda de ingenieros (expertos en materiales, en trayectorias, en ondas sonoras) se ha propuesto emular cada uno de los rebotes, de modo que sintamos toda su pesadez en el cuerpo. La trayectoria de la caída está ligeramente estilizada para que además la veamos con una figura limpia.

No hace falta que el espectador piense en todo esto; es más: no tiene que pensarlo, sino sentirlo. Se trata de un juego, una montaña rusa montada con tecnología de punta. Lo que Spielberg / Lucas quiere es que nos volvamos niños por un rato, que nos dejemos arrastrar por el vértigo que los ingenieros diseñaron para nuestro disfrute inocente. Ya no somos chiquitos, pero lo que se supone que vamos a hacer al cine es achicarnos.

Los malos son comunistas, hay también una tribu de aborígenes peruanos que Spielberg / Lucas filma como chimpancés zombies, hay un Ser Superior proveniente no del espacio, sino de espacios entre el espacio -es decir, algo vágamente científico, vágamente místico- que con su mirada fosforecente incinera a los comunistas y deja vivir a Indiana y los suyos. Indiana, ya lo dijimos, reconoce a su hijo, lo que permitirá hablar a los críticos de El amante del mensaje ético de Spielberg / Lucas y a Spielberg / Lucas le permitirá continuar la saga con Indiana Jr. durante varias décadas, aún cuando Harrison Ford ya no esté disponible. Hay también una majestuosa bandera norteamericana que atraviesa la imagen justo al comienzo, cuando los comunistas están a punto de cometer un atentado contra el territorio de la Patria. Es la bandera del soldado Ryan. Pero nada de esto debe tomarse muy seriamente, porque somos chiquitos y hemos venido a divertirnos un rato.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece exelente la crítica y me parece que el cine holliwoodense se parece cada día más, si es que esa industria "cultural" alguna vez tubo algo distinto. Justo venía de leer tu comentario en la utima edición de la revista sobre "Soy leyenda", la pelicula de Francis Lawrence y me parece que hay más de una relación para hacer. Pero para colmo hoy fui a comprar al super "Leader Price" y o sorpresa, una raspadita, ¿para que?, todo el merchandaising de Indiana Jones, ¿no será muy previsible todo esto?

ZoePé dijo...

coincido con gonzalo en eso de que la crítica a la peli es excelente.
igual, te cuento que voy a ir a verla porque indiana jones es una saga que no voy a dejar pasar.
consumo poco cine de hollywood aunque te confieso que siento debilidad por algunos iconos como spielberg.
muchas gracias por la revista y por este espacio.
saludos.

Anónimo dijo...

Oscar: mUY BIEN,FELICITADO!!
lO QUE TE PREGUNTO ES: ¿Se denomina así, emulación? Porque en ese caso, llevaría implícita la emoción si te fijás en la definición de un diccionario común.Mientras que ésto es puro impacto.Mejor sería decirle imitación ya que lo que les preocupa es que uno tenga un impacto, un shock. Y eso es loq que justamente la gente - cierta gente- busca. Quizá sea una mera cuestión semántica, no sé...
Martha

Cece dijo...

Muy buena la imagen/metáfora de la pesadez que se desploma. La gravedad multiplicada.

Pero espero tu ciclo ¿en La Tribu? de ésas que nos gustan a (casi) todos.

Oscar Cuervo dijo...

Martha:
emular es una palabra que suele usarse en lenguaje de computación: las reproducciones digitales no son una huella de la cosa, sino una emulación de la misma. Sirve para diferenciar la imagen o el sonido generados por un "emulador" de la huella de la luz impresa en el celuloide (o de la huella de la vibración impresa en un vinilo). No sé si "emular" es un anglicismo o qué, pero así es como a veces se usa este término, más allá de la etimología.

Oscar Cuervo dijo...

Gonzalo, Zoepé, Cecé: gracias. Así es como a mí me interesa pensar el juego que me propone Spielberg, porque la de volver a la infancia no se la creo. Al menos. si yo tengo que volver a mi infancia, no va a ser haciendome el boludito con las "pelis" de Spielberg. Mi infancia no fue así.

Pía dijo...

La crítica de la peli me parece impecable, oscar. Había pensado en ir a verla pero atendiendo al valor de la entrada de cine me parece que voy a rumbear para otra sala.De todas formas quiero verla, pero la alquilaré cuando esté disponible. Además hay algo que me irrita particularmente: que los medios la recomienden taaaaaaaaanto!!!!!

Oscar Cuervo dijo...

María Pía:
la película no decepcionará a quienes consumen este tipo de eventos (al menos eso creo, me parece que es inferior a las anteriores de la saga y superior a quienes los imitan). Pero yo detesto este tipo de eventos
saludos

Anónimo dijo...

Claro, la gente va a consumir estas películas y usa esta palabra. A mí jamás me llegó este tipo de cine ni me despierta la menor expectativa, pero me interesa la postura crítica ante el fenómeno porque seguramente nos permite ver en qué se convertirá , o se está convirtiendo el mundo. Yo antes de gastar en esto prefiero- no hablo ni siquera de Bergman- una de esas queribles películas tipo Liberty Balance con las que la paso rebien y saco conclusiones y hasta las puedo ver en casa. Viva John Ford. tan denostado. martha

Anónimo dijo...

Escuche muchas criticas sobre esta pelicula en estos dias y la verdad me quede desepcionado con lo que nos proponen los criticos que tenemos que ver, por eso escribo aca, asi como "la otra" ´parece ser algo distinto de lo masificante, nose si estoy en lo correcto, pero hay una critica muy solapada a este tipo de peliculas, son peliculas que mueven un bagaje de dinero y de intereses importantes, y noto un ¿miedo?, nose si es la palabra, tal vez quede mejor un "respeto", a medir con la misma vara a todas las peliculas. Los criticos saben que es una basofia (sobre todo si tiene un bagaje importante de cine) y para el que no la vio...al menos se le puede decir la verdad, ya se que siempre va a haber alguno que le gustaran los efectos, los juegos de camaras, esa homogeneidad a la que tienden todas las holliwodenses que le quitan el argumento (cuando queda un argumento es lo suficientemente lineal para que el pensamiento no perturbe los efectos) etc, pero el papel que estan jugando los criticos es desepcionante, sobre todo cuando uno ve que son capaces de destruir peliculas y hacerlas durar una semana, cuando salen estos monstruos no se animan a tocarlos y es realmente una pena. sobre todo porque siguen generando una industria que avanza y que no tiene fin, siempre va a buscar una basura para poner en las grandes pantallas, en la pantalla chica, en el monitor y en los mp4, porque el circuito de consumo (de basura) no se puede cortar. Yo entiendo a los criticos que no puden decir lo que realmente piensan, de la misma manera que los periodistas de la libertad de empresa tampoco pueden, pero con los niveles de sobreinformación que hay hoy cumplen un papel importante aunque si hay algo que son incapaces de hacer es generar algun tipo de conciencia(buena conciencia).

Hernán Manzi dijo...

Por supuesto que es una montaña rusa de entretenimiento, pero se nota que para vos Indiana Jones es superman revisitado. Es una opción que borra todo el interés que esta película, muy buena, puede tener. Spielberg dice mucho más que eso. Lejos está esta película de ser "inocente" en los mismos términos sarcásticos con lo que vos la expresás. Lo es para el público general más inadvertido (aquel que es efectivamente devorado por el aplastamiento mental yanqui). Pero si sólo tenemos eso para decir de un filme, estamos viéndola exactamente del mismo modo, ingenuamente, como al creer que el hecho de que los comunistas sean malos es un pro yanquismo de la obra. Al menos tus palabras eso reflejan. Lo es sólo en un sentido superficial, en el que se ve, el costado, como dije "efectista". Sin embargo, si hubieras pensado como lo hizo el director, sabrías quién es Indiana Jones, y verías que Indiana Jones es un concepto de época, de momento, de historia, que muestra en su aventura todas las aventuras y todos los mitos. Muy bien, no arranca los velos de esos mitos y hasta quizá los refuerce. Pero con tu crítica creo que difícilmente hayas visto que hay un velo. Para vos, es simplemente su cara, es decir: la bandera yanqui. Perfecto, son opiniones, pero que tiran a la basura grandes directores.