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viernes, 25 de agosto de 2017

La muerte de cualquiera

El Rey Sol se muere, uno mismo también: La muerte del señor Lazarescu - Cine Extremo - Red Colegiales - Este sábado 19:30 hs. en Alvarez Thomas 1093

1) Un ciclo de cine xtr programa varias películas que comparten el sintagma "La muerte de...". Razones obvias: la muerte es un extremo que vivimos esquivando, aunque tiene una paciencia infinita para esperarnos. Es lícito el uso de la primera persona del plural sin postular ningún colectivo oportunista. La muerte es quizá la más igualitaria de las experiencias, sea la del Rey Sol o la de Lazarescu, no pueden ser vividas por otro que no sea cada uno y nadie puede ahorrarle ningún detalle al otro que se va yendo solo, por más o menos poder que tenga.

En manos del genial Cristi Puiu, el creador de Sieranevada, el aspecto burocrático hospitalario que toda muerte conlleva, tan universalizable, adquiere connotaciones específicas. Rumania es la historia occidental que ha llegado al final de una autopista trunca. Otras sociedades todavía podemos postular un después sin hundirnos en la perplejidad. Pero los rumanos viven en el mundo neoliberal el después del después. ¿Cómo sigue después del fin del futuro? ¿Cómo se vive el fin desde la perspectiva singular de la persona que, exonerada de todo cálculo sobre las teorías del derrame, se choca contra su propio derrame (cerebral)?

Como Puiu es un artista exquisito, no hay una pizca de sordidez en est tránsito. Sí el ligero absurdo lúgubre que impone el asunto, pero sin abandonar la discreción realista, apagada, sigilosa y anónima del hospital público rumano y humano.

(Oscar Cuervo)

2) No tiene suerte el señor Lazarescu: se siente mal justo la noche del sábado en que un accidente de tránsito ha repartido decenas de heridos en los hospitales de Bucarest y ninguno quiere internarlo. La enfermera de emergencias que lo atiende acompañará a este Dante en su descenso a los infiernos de la burocracia sanitaria. Los hospitales de Rumania no difieren de los argentinos ni de tantos otros: desidia, falta de responsabilidad y soberbia de los médicos, que desprecian a sus inferiores, es decir: a todos. Y el señor Lazarescu deberá recorrer cuatro hospitales (cuatro círculos infernales, cada uno de ellos con sus pecadores y su paso difícil).

Si bien Cristi Puiu ha declarado que se inspiró en la serie de TV ER, el resultado no podría ser más diferente: su film es un anti ER. Puiu filma esta road movie hospitalaria como un documental: con cámara al hombro, en largos planos generales que se limitan a registrar el acontecer de cada escena, sin un solo primer plano. Y lo que sucede es lo habitual en las salas de guardia nocturna ante la llegada de un enfermo no deseado. Pero si la historia es mínima, los detalles de toda escena en cada hospital son múltiples: las charlas banales, el morbo de los que trabajan en el ambiente hospitalario. Un neurocirujano se atiene a la ley: Lazarescu debe firmar una autorización para su operación; como se opone, el médico sugiere a la enfermera “vaya a dar una vuelta y vuelva en una hora, ya estará en coma y su firma no será necesaria”.

La película parece filmada en tiempo real. Nunca pretende ser espectacular.

(Josefina Sartora, texto adaptado por La otra, habiendo quitado algunos spoilers. Versión completa: acá)

4 comentarios:

Unknown dijo...

La Muerte de Luis XIV y esta película eran una de las más esperada por mí en este ciclo. Sobre esta peli leí en La otra 18 algo sobre bioética que en su momento llamó mucho mi atención. Claro que ni ahí de poder verla en ese momento. El año pasado cuando volví a encontrarme con esa revista encontré la película en internet pero por una cosa u otra no pude verla. Así que genial, voy a cerrar la idea al verla mañana. Graaaaciaass

julieta eme dijo...

la nota de bioética la escribí yo! jaja gracias por haberla leído! saludos!

Unknown dijo...

Sí, anoche la volví a leer y vi que la habías escrito vos!
Gracias a vos Julieta! Saludos.

julieta eme dijo...

que disfrutes la película! un beso!