Por Pablo Ratto
Una aldea de España en donde solo quedan 14 viejos, esperando el final de sus vidas. La directora fue el ultimo niño en nacer en esa aldea, y vuelve a ella mas de treinta años después, para contar esta historia a modo de ensayo, a mitad de camino entre el documental y la poesía. Y lleva con ella a un pintor amigo, también nacido en la aldea, el cual está perdiendo rapidamente la vista, y que va a ver su paisaje natal por última vez, para con esa imagen y tanteando sobre el lienzo, pintar su último cuadro.
Mientras tanto, el mundo y su progreso van encerrando a estos viejos. Por la televisión se ven los preparativos de la invasión a Irak, mientras por el cielo pasan, de tanto en tanto, los bombarderos con rumbo al medio oriente. Un guía le muestra las cercanas ruinas de Numancia a un grupo de turistas, que discretamente escuchan la historia de la resistencia de ese poblado insignificante ante el avance del imperio romano.
Estos son los colores con que la directora Mercedes Alvarez pinta su aldea, para hablar del mundo y su vertigo, a través de las charlas pausadas e ¿intrascendentes? de estos 14 viejos. Y lo hace casi susurrando y con un poético manejo del tiempo y del espacio que los rodea.
1 comentario:
Muy emocionante la voz de una de las viejecitas que viven en ese pueblo que se extingue. La película la ví en el Bafici. Quizás vaya de nuevo, es de lo mejor.
martha
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