lunes, 17 de mayo de 2010

Del tiempo girando y del tiempo congelado

(y de un par de canciones también)



por Alejandro Ricagno

El domingo anterior en La otra.-radio hablamos sobre dos obras de teatro imperdibles, actualmente en cartel: El pasado es un animal grotesco de Mariano Pensotti y El tiempo todo entero de Romina Paula. Entrevistamos a Pensotti y lamentamos la ausencia en nuestro piso de Romina Paula y de Pilar Gamboa (actriz en ambas piezas).

¿Por qué juntar esas dos obras tan diferentes en un solo programa (y aquí en una misma entrada del blog)? Creo que no dimos a tiempo a explicarlo, más allá de que en ambas se dan muchos de los tópicos de la nueva dramaturgia (el tipo de humor, la interacción con elementos de la música popular, la relación con otras disciplinas como el cine, la literatura o la pintura).

La obra de Pensotti (el creador de las recordadas y exitosas Vapor, La marea y Sucio, entre otras piezas con las que ha recorrido diversos festivales interancionales) es una suerte de conjunción y resumen de temas y preguntas sobre la teatralidad y la narración en escena, que ya asomaban en sus obras anteriores. Pero es también, y sobre todo, una suerte de manifiesto sesgado sobre buena parte de su generación. Un manifiesto de dudas, de preguntas sobre cómo vamos construyendo nuestra biografía. Y cómo la realidad se ficionaliza.

Pensotti ha dicho que en El pasado... ha intentado emular los grandes relatos del siglo XIX, aplicando ese estilo de narración sobre las vivencias de cuatro personajes entre sus 25 y sus 35 años, durante en el período 1999 a 2009. El dispositivo escénico: una calesita dividida en cuatro compartimentos en continuo movimiento. El dispositivo narrativo: la alternancia de una voz narradora que va mutando de cuerpo y voces entre los cuatro magníficos interpretes, que a su vez representan lo narrado simultáneamente y se multiplican en una infinidad de personajes secundarios. El dispositivo escénico (que remite al universo del cine, dando la sensación de un largo travelling), también juega con la fragmentación y la continuidad. El pasado se presentiza en fragmentos dispersos que paradójicamente dan una ilusión de continuidad circular. El pasado es un animal no solo grotesco, entonces, sino móvil, en constante mutación delante de nuestros ojos. Y esa concepción del tiempo y su modo de representación escénica es uno de los tantos logros de esta obra múltiple, cuyo resultado está a la altura de su ambición (como el tema musical del grupo Of Montreal que da nombre a la obra y que incluimos aquí).



El tiempo congelado, es por el contrario, el eje de la obra de Romina Paula, una apropiación del espíritu y los personajes de El zoo de cristal, de Tennesse Williams, en nuestro aquí y ahora. Los personajes son los mismos: una madre, ausencia de figura paterna, un hijo y una hija en sus vientipico, y el personaje de afuera que desequilibra ese tiempo inmóvil o, mejor dicho, lo hace evidente. Pero las características de los personajes han mutado, y también el punto vista narrativo. A diferencia de Williams, Paula centra la narración en la hija (Laura, en El Zoo, aquí Antonia), y ella ya no es una
frágil chica tímida acomplejada por su renguera, sino una elocuente fóbica social que ha organizado su vida en el interior de esa casa (un espacio escénico sin divisiones), que comparte con su madre y hermano, y utiliza su computadora como la ventana al mundo exterior. El cristal líquido de la pantalla ha reemplazado al cristal sólido de los animalitos de vitrina de la pieza del norteamericano.

Y el discurso de Antonia frente a su madre, a su hermano y a su eventual pretendiente es un discurso también sólido, su armazón lógica de justificación de su fobia.
La madre no es la mujer opresiva de la original, sino una mujer independiente que en este caso reclama la misma independencia para sus hijos, pero que la vez mantiene lazos muy promiscuos, y ciertamente ambiguos, con sus hijos. Como los que unen a Antonia y su hermano Lorenzo. La familia, como lugar de interdependencia que su vez necesita de un otro para retroalimentarse, y acaso salir de su circularidad. Todo esto sazonado con un humor característico en Paula (uno de los puntos más altos de Algo de ruido hace), llenos de guiños y cruces culturales, aquí por ejemplo la confluencia del mundo de Frida Kalho, una bellisima canción (entera) de Marco Antonio Solís y otra de Rata Blanca.



Tanto El pasado es un animal grotesco como El tiempo todo entero comparten ciertos códigos: cierto aire epocal y un tono lúdico, que es frecuente encontrar en los directores-dramaturgos de su generación. Lo que no es frecuente es que paulatinamente ambos dramaturgos vayan internándose sin pudores en territorios donde la emoción surge contundente y sin cinismo alguno. Y esto gracias no solo a una profunda construcción escénica de sus universos, a oídos privilegiados para la réplica y los tonos, sino también a la energía y ductilidad de sus respectivos elencos.

El pasado es un animal grotesco se despidió ayer en el teatro Sarmiento y posiblemente se reponga en octubre.

El tiempo todo entero va en el Espacio Callejón. Humahuaca 3759, los miércoles a la 21 y los domingos a las 17. Con Pilar Gamboa, Esteban Lamothe, Esteban Bigliardi y Susana Pampin. Conviene reservar porque se llena. Teléfonos: 4862-1167.

5 comentarios:

Martha dijo...

Hola ! Muy buen trabajo. No lo ví porque me corre el frío, pero cuando fuí a exponer en las Jornadas del mes pasado en Aincrit(Asociación de Críticos e Investigadores de Teatro) se presentó un trabajo de dos socias, que fue muy interesante: "El desdoblamiento en el teatro de Mariano Pensotti. Los Muertos y el pasado es un animal grotesco"
Interesante ponencia que saldra en un CD, COMO SUELEN HACER. cOMO SEÑALÓ UNA DOBLE VERTIENTE, LE PREGUNTÉ ACERCA DE SUS TRABAJOS EN EL CINE.
Chau. Feliz cumpleaños. Martha

Anónimo dijo...

gracias, martha! En el número de agosto de La otra me explayaré un poco más sobre el universo Pensotti ( vi creo que 4 o 5 de sus obras). Sí, su origen tiene que ver con el cine y llegó a realizar trabajos en cine y video, uno de ellos que integró después una obra, si mal no recuerdo.
Quería agregar que el elenco que compone El pasado es un animal grotesco es uno de los grandes dremateams teatrales de la actualidad: Pilar Gamboa, Javier Lorenzo, Juan Minujín, Julieta Vallina. Ellos junto con la colaboracion indispensble de Marian Tirante en el diseño escenográfico,y la iluminación de Matías Sendon y las músicas compuestas especialmente por Diego Vainer son el motor del espectáculo por el que circula el combustible narrativo de Pensotti. Y vaya si marcha!
Esperemos que puedan reponerlo en la misma sala Sarmiento en octubre.

Ah y disculpen todos mi ausencia en la radio ayer; estaba enfermo. Y hoy estoy medio convaleciente, por lo qu este cumpleaños fue y es un verdadero bajon de merde.
Casi un animal grotesco, pero sin ninguna teatralidad agradable

Martha dijo...

Pensalo del otro lado Ale: estás vivo . Te lo dice una sobreviviente del encierro: Parfraseando a aquella obra memorable, "si uno está vivo...algo de ruido hace"
Así que apio verde para vos y para mí, en el día de hoy.
martha

julieta eme dijo...

hey! feliz cumple Alejandro!! un beso. y que te mejores pronto!

y otro beso para Martha!

Martha dijo...

Gracias juli!
martha