miércoles, 11 de agosto de 2010

Veneno en la piel


por oac (clickeando imagen se ve el fondo de la retina)

¿Qué me pasa con las canciones?


Dicen que tienes veneno en la piel
y que estás hecha de plástico fino.
Dicen que tienes un tacto divino
y quien te toca se queda con él.

Y si esta noche quieres ir a bailar
vete poniendo el disfraz de pecadora
pero tendrás que estar lista en media hora
porque si no yo no te paso a buscar.

Pero primero quieres ir a cenar
y me sugieres que te lleve a un sitio caro
a ver si aceptan la cartilla del paro
porque si no lo tenemos que robar.

Yo voy haciéndome la cuenta de cabeza
y tu prodigas tu sonrisa con esmero
y te dedicas a insultar a un camarero
y me salpicas con espuma de cerveza.

Y aquí te espero en la barra del bar
mientras que tú vas haciendo discoteca.
Como te pases, te lo advierto, muñeca,
que yo esta vez no te voy a rescatar.

Te crees que eres una bruja consumada
y lo que pasa es que estás intoxicada,
y eso que dices que ya no tomas nada
pero me dicen por ahí que sí, que sí
que sí, que sí, y dicen... y dicen...

Dicen que tienes veneno en la piel
y que estás hecha de plástico fino.
Dicen que tienes un tacto divino
y quien te toca se queda con él.

Dices que yo no soy tu hombre ideal
mientras ojeas con soltura una revista
y me pregunto si tendrás una pista
o alguna foto de tu tal para cual.

Te crees que eres una bruja consumada
y lo que pasa es que estás intoxicada
y eso que dices que ya no tomas nada
pero me dicen por ahí que sí, que sí
que sí, que sí y dicen... y dicen...

Dicen que tienes veneno en la piel
y que estás hecha de plástico fino.
Dicen que tienes un tacto divino
y quien te toca se queda con él.

Dicen que tienes un tacto divino
y quien te toca se queda con él
dicen que tienes veneno en la piel
y quien te toca se queda con él
se queda con él
veneno en la piel
se queda con él
veneno en la piel
veneno en la piel.

En noches como estas Andrés es mi mejor amigo, el que me proporciona el léxico para comprenderme a mí mismísimo, el que encuentra el tono justo para explicármelo al oído. Y es que no sólo es autor de los mejores versos que se hayan escrito en estas llanuras después de La hija de la lágrima y hasta hoy, sino que mejora casi todas las canciones de otros que canta. Ni que decir de Vasos vacíos, de la que extrae un desgarro amoroso casi imposible de encontrar en la versión original de Vicentico. También Andrés ha mejorado Contigo, el tema casi quasi perfecto de Joaquín Sabina (mal que le pese a Alejandro Ricagno). Es que Sabina con su voz aguardentosa sobreactúa lo que la letra dice con elocuencia y Andrés le devuelve la ternura a esa declaración amorosa: sin esa ternura, la voz de lija de Sabina suena excesivamente canchera y uno no termina de creerle cuando él le pide a la muchacha que muera por él. Escuchen, si no me creen, la inflexión de la voz al decir "yo no quiero saber por qué lo hiciste" (que incluí en el post del domingo) para apreciar hasta qué punto muchos versos guardan capas geológicas de tristeza que nadie habría sospechado hasta que llega un explorador de la canción y las libera por vez primera.

Eso es lo que me pasa con esta versión incandescente de Veneno en la piel, un viejo tema de Radio Futura que Andrés saca del Museo de la Movida Madrileña Ochentosa y transforma en un tema de honda actualidad.

Y así con todo lo que Andrés canta de otros: sus versiones de Nunca lo sabrán de Pappo o de Hombres de hierro de Gieco encuentran en la voz de Andrés su tersura definitiva.

De modo tal que Andrés es por estas noches mi mejor amigo y eso es lo que me pasa con las canciones. Y al que no le guste, por favor que al verme se cruce de vereda. Termino de escribirlo en mi laptop, a la 1:24 del miércoles 11 de agosto de 2010 en el bar la Academia y en un par de minutos salgo a caminar. No quiero tener ningún episodio desagradable.

7 comentarios:

julieta eme dijo...

coincido con lo que decís de calamaro y de sabina. nadie canta como calamaro.

te extraño cuando llega la noche /pero te odio de día / después me subo a tu coche / y dejo pasar la vida

Ramiro dijo...

¿Que te anda pasando oscar?
Te notamos mal.
Fuerza, che. Y no te acuestes tan tarde, que despues te agarran pesadillas diurnas.

Oscar Cuervo dijo...

Gracias, Pitroll:
estoy preocupado por las dificultades de la oposición para articular políticas y por la falta de un candidato que asegure el fin del ciclo K.
A la mañana me acuesto con el día, pero a la noche me acuesto con tu voz, estoy perdiendo el color, me estoy durmiendo al amanecer, estoy perdiendo el calor, me voy muriendo y yo sé por qué: parece que Lole no acepta candidatearse por el Peornismo Disidente.
Oh!

santiago segura dijo...

No me terminan de gustar los últimos dos discos de estudio de Calamaro -algunas canciones nomás, Todos se van del último es un clásico instantáneo; no sé si soy yo que no los entiendo o en verdad está algo achanchado- pero no hay dudas de que es un intérprete de aquellos: dice las palabras de una manera que te llega siempre.

Del box-set, el disco de versiones y el de inéditos que tiene Perdiendo el tiempo son buenísimos.

Ramiro dijo...

El Lole agarra, ya vas a ver. La cagada es que si esto sigue así gana Alfonsín.
Igual te digo: eso de ir a la medianoche a La Academia, a escribir mientras te dura la bateria de la notebook (¿o te dejan enchufar?) es crisis de los cuarenta muy a lo Piglia. Es grasa hasta para vos.
Medialunas, ginebra llave, los tacos colgados en la pared, las bolas de billar chocando de fondo...
Te falta sacarte una foto con Dolina o comprarte un gato para la foto de la contratapa.

Oscar Cuervo dijo...

Santiago:
cualquier mequetrefe tiene sus altos y sus bajos, también los grandes como Calamaro. Desde Alta suciedad, pasando por Honestidad brutal, El Salmón, las Obras Incompletas...es una cosecha de canciones inigualable. Cientos de grandes canciones. Puede tener después de eso algunos discos flojos. A mí La lengua popular me gusta mucho y en el último hay dos o tres temas que adopté como compañía leal e inquebrantable.

¡tiene derecho a achancharse un poco o mucho!
saludos

santiago segura dijo...

Por supuesto que sì, no dije lo contrario. De hecho, El palacio de las flores es tambièn un disco poco valorado y muy bonito, y El cantante tiene tres canciones hasta entonces inèditas que son perfectas, y versiones buenìsimas.

De El salmòn fui ultra defensor cuando Calamaro no le gustaba a nadie, se acuerdan?