Película de amor nº 1
Sábado 19:30 en La Tribu
por Julieta Eme
Drácula, la película de Francis Ford Coppola, de 1992, abre el ciclo de 10 películas de amor. Uno de los afiches de la película decía: “Love never dies” (El amor nunca muere). Pero qué es el amor. Juro que no tengo idea. Algo que creí siempre es que el amor no existe. O que, si existe, es deseo. Y qué es el deseo. Acerca del deseo, sí tengo una idea: el deseo es movimiento. El deseo es la causa final aristotélica. Es aquello que tracciona todo desde adelante. Es una fuerza atractiva que opera desde el final (y no desde el principio).
Drácula atraviesa océanos de tiempo para reencontrarse con Mina. El amor de Drácula es el más grande que jamás haya existido. Es un amor que traspasa los siglos y la muerte. Él sólo vive para volver a verla. La historia de Drácula y Mina es una historia de amor y de deseo. Jamás nadie deseó como desea Drácula. Su voluntad, su deseo y su fuerza no tienen comparación. Entre todas las bestias, es la más fuerte. Entre todos los hombres, es el más hermoso. Y Mina es la única afortunada de toda esta historia. ¿Quién no esperaría años por un amor así? ¿Quién no se muere de deseo por ser deseada/o de esa forma?
Toda la película es un exceso de romanticismo y erotismo. Pero hay una escena en la que ese romanticismo y erotismo están abrumadoramente concentrados: la escena de la conversión de Mina. Drácula llega hasta la cama de ella. Sin atreverse a mirarla, le confiesa que él es el monstruo que su marido y el Profesor Van Helsing están buscando. Ella se da cuenta entonces de que él es quien mató a su amiga Lucy. Llora e intenta golpearlo, pero enseguida desiste: “Que Dios me perdone, pero te amo”. Drácula comienza la conversión de Mina, pero desiste también: “Te amo demasiado para condenarte”. Y es en ese momento cuando el deseo y la voluntad de Mina toman por sorpresa al vampiro. Y es el momento en el que la escena, además de erótica y romántica, se vuelve también un poco pornográfica. Él se abrió una herida en el pecho para que Mina bebiera la sangre. Ella acerca la boca muy despacio y muy decidida, siempre mirándolo. Él la mira a su vez y sabe que ya no puede, ni quiere, detenerla. Mina apoya la boca sobre la herida y, al contacto con la sangre, su deseo se vuelve tan urgente y tan inmenso que Drácula apenas puede resistirlo. Mientras intenta soportar la fuerza inesperada del deseo de Mina, y un rato antes del abrazo final, Drácula experimenta un placer igualmente inesperado, que sólo Mina podía darle.
Juro que esta escena me parece tan intensa que a duras penas puedo tolerarla. Pero lo que me resulta casi intolerable no son las imágenes (aunque sí un poco el diálogo) sino lo que la escena me hace desear: un amor que venza cualquier distancia y cualquier período de tiempo. Un amor (un deseo, en verdad) que sea infinito, cuya fuerza atractiva no cese nunca. Pero sé que eso, tal vez, es lo más difícil de conseguir. Y sé que eso, tal vez, es todo lo que quiero.
El sábado lleven pañuelos con perfume a La Tribu y corran las sillas que estén alrededor mío. Es posible que me desmaye de amor cuando la película termine y Oscar prenda las luces.
Sábado 19:30 en Lambaré 873.
23 comentarios:
Amor y deseo...que buen comienzo para el nuevo ciclo de películas . Espero revivir las atmosferas que me generó en su momento . Los tonos, los colores, las voces, la sensualidad....una de las gossas de Coppola!!
Muy linda (y emotiva) reseña de la película, en lo personal no me perderé la oportunidad de volver a verla en pantalla grande ...
Nos vemos el sábado ...
Juliet, tu intensidad se merece algo especial y si se trata de vampiros y si se trata de amor...tal vez uno de los ensayos más lúcidos y poéticos al respecto, te lo estaré dando cuando despiertes del desmayo, cuando vuelvas en sí, de este lado de los océanos de tiempo.
Esa escena termina con el mejor abrazo que ha visto en mi vida. Es sublime
Pregunta. dónde es la dire para ver la peli? dónde consigo la revista la otra números viejos?
Excelente artículo.
Saludos.
nani:
la dirección la tenés al final de la nota.
ahí mismo conseguís el sábado ejemplares atrasados de La otra; también en el cineclub Liberarte, frente al Teatro San Martín. Si querés algún número en particular, mandanos un mail a tallerlaotra@gmail.com
saludos
Esta reseña tiene la huella de un intenso deseo y es una invitación irresistible a ver la película de Cóppola. Gracias, Julieta.
Yo antes era descreída. Pero ahora estoy convencida de que, a veces, el amor puede atravesar océanos de tiempo...
El sábado estaremos.
hola! muchas gracias por los comentarios!
gracias luis y lukas!
li: encantada de que me prestes ese ensayo!
pía: coincido con vos. ese abrazo final es hermoso. para morirse de amor y de deseo.
nani: gracias también!
lili: vos sos nuestra guía! jaja
muchos besos!
ay, qué linda reseña. re adorable. llevo pañuelos con perfume y un frasco para guardar lágrimas.
snif.
jaja.
muchas gracias nah! un beso.
Julie: está re buena la reseña!
Muy buen comienzo para este ciclo de amorrrrrr!!!!! Coincido con lo que decís del deseo.
Un beso grande.
Erica.
hola erica! me alegra que coincidamos. beso grande!
Pero mirá que no te presto nada, es un regalo, "deseoso" (como el que huye de su madre diría Lezama Lima)
un regalo? wow! eso no me lo esperaba... muchas gracias li !!
Que experiencia !!! Volver a ver esta gran gran película luego de tanto tiempo, en pantalla grande ...
En su momento me encantó y esta vez creo que me gustó mas aún ... con tiempo planeo escribir un par de cosas al respecto del film, la película y en concreto el personaje de Drácula tiene una fuerza vital que solo puede ser definida como avasalladora ...
Tal vez la fuerza avasalladora de un amor que arde en el fuego del deseo de tener a su amada en cuerpo y alma, porque un amor así no se satisface si solo se posee una de las dos cosas, un amor que arde también en la intensidad de las contradicciones internas, porque para Drácula poseer a Nina sería también destruirla, condenarla ...
En esta época de vampiros "lavados" y "bajos en calorías" con muchos "poderes" pero poco PODER ... Esta película es un auténtico huracán (porque si hay algo que no le cabe a esta película es el término "brisa") de vitalidad ...
Genial.
julieta:
si es todo lo que querés... me dan ganas de dártelo.
incompleta, multuplico recursos (como este chamuyo blogger). yo también quiero un amor inagotable.
besos
daniela
coincido con luis totalmente.
el personaje del vampiro siempre fue el de un seductor, pero Coppola lo transforma en un ferviente enamorado.
es una película sobre el deseo. Drácula y Mina son dos fuerzas que se atraen y se atraerán siempre, a lo largo de todos los siglos.
en la escena que describí en el post, y tal como dice Pía, el abrazo final es tan amoroso que dan ganas de morirse.
y otra escena que está muy buena es la del cinematógrafo. especialmente, la parte en la que ambos cruzan las manos sobre la piel del lobo. puro erotismo concentrado.
a mí me encanta también la simplicidad de todos los "efectos especiales" que usa Coppola: figuras de cartón, maquetas, una cámara acelerada y luego la reversa, una imagen boca arriba y otra boca abajo, las sombras. es realmente fantástico.
en fin. la película es excelente y es el mejor comienzo que podía tener el ciclo.
besos.
muchas gracias, daniela.
un beso.
Lo leí. Qué decirte Julieta es una película que me fascina. Coincido en muchas cosas de las que escribiste. Para mí la mejor escena es cuando Drácula (Johnny Depp) le pide a Mina que lo mire sin emitir una palabra.
Es el deseo a flor de piel... es el deseo queriendo ser algo más. Genial!!
Estoy maravillada siempre pensé que Jhonny Depp trabajaba en esta película haciendo de Drácula joven y que Gary Oldman hacía del Drácula viejo (por decirlo de alguna manera) Gracias por aclararmelo Julieta!! 😘🎆
jaja de nada! gracias a vos por leer y comentar! :)
Nada mas lejos del lbro de Bram Stoker. No esxite ninguna referencia a este supuesto enamoramiento en el libro, por eso es para mi una falacia que la pelicula se llame Dracula de Bram Stoker. Sera en todo caso Dracula de F.F.Coppola.
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