El puente de Charing Cross (Claude Monet, 1899)
por Liliana Piñeiro
La bruma cae sobre el Támesis y suaviza la consistencia de las cosas. Es la hora donde los ojos naufragan y todo es fugaz, como una luz en el agua. Para nuestra felicidad, el puente va de una realidad a otra, siguiendo el camino de la bella disolución.
Una ciudad se desvanece a las puertas del sueño.
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