Nosotros partimos de un hecho económico, actual.
El obrero es más pobre cuanta más riqueza produce, cuanto más crece su producción en potencia y en volumen. El trabajador se convierte en una mercancía tanto más barata cuantas más mercancías produce. La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas. El trabajo no sólo produce mercancías; se produce también a sí mismo y al obrero como mercancía, y justamente en la proporción en que produce mercancías en general.
Este hecho, por lo demás, no expresa sino esto: el objeto que el trabajo produce, su producto, se enfrenta a él como un ser extraño, como un poder independiente de quien lo produce. El producto del trabajo es el trabajo que se ha fijado en un objeto, que se hizo cosa; el producto es la cosificación del trabajo. La realización del trabajo es su cosificación. Esta realización del trabajo aparece en el estadio de la Economía Política como des-realización del trabajador, la cosificación como pérdida del objeto y servidumbre a él, la apropiación como extrañamiento, como enajenación.
Karl Marx (5 de mayo de 1818 - 14 de marzo de 1883)
No hay comentarios:
Publicar un comentario