todos estamos igual

sábado, 29 de octubre de 2011

Un país en el que va a ser más difícil respirar


por Oscar Cuervo


- ¿Está bien que un gobierno que está legitimado, ataque, agreda y descalifique? -le pregunta Luis Majul a Gustavo Noriega.

- Va a ser un país en el que va a ser más difícil respirar -responde Noriega-, en el sentido de que la cosa cotidiana te va a poner en un lugar o en otro. Una cosa que viene sucediendo hace algunos años, desde que se radicalizó el gobierno. Va a ser muy difícil correrse si uno tiene su trabajo como periodista. Ser distante y objetivo. Va a ser difícil salir de la polarización.

El domingo de las elecciones Quintín está viendo el discurso de Cristina y twitea:

"No sé lo que dice esta mujer. Tiene en la cabeza una especie de estalinismo light anacrónico. Y la votan".

En el blog de Quintín y Flavia de la Fuente, un comentarista que firma Dr Feelgood escribe:

"Estamos en un momento patético: hay 14 millones de pobres, la mayoría de ellos luchando por tener algo. Y si lo consiguen, ganarán 2000 pesos por mes, con suerte. Eso demuestra que el problema argentino es moral, no es económico ni laboral, ni nada. ¿Cómo vas a estar festejando mientras hay gente que pelea por un trabajo innoble y una plata que parece broma? Si el tema es elegir entre los chorros que nos gobernaron antes o los que lo hacen ahora, prefiero irme solito a la mierda, sin esperar que algún taliban sciolista me invite a chuparla".

La señora de la Fuente, tampoco comprende los festejos en Plaza de Mayo:

"Después de recorrer el país, no entiendo muy bien qué es lo que se festeja en la Plaza de Mayo".

Y Quintín, en un post titulado "Por qué perdimos" (se refiere a la Coalición Cívica) plantea 10 tesis, a la manera marxista:

La Tesis 1 dice: "Carrió y la CC representan un partido moderno, republicano y de centro-centro-izquierda, alternativo a la vieja UCR".

La Tesis 5: "En el fondo, no teníamos un stock de votantes. No estaban disponibles, porque nunca entendieron esa idea de Carrió".

Y la 10: "El kirchnerismo ya controla el país en casi todas sus expresiones. La Argentina del atraso y la obsecuencia es suya".

Una lectora llamada "Carla" comenta:

"Ustedes y la CC perdieron porque son gente fea por donde se los mire, tonta por donde se los mire, fascistas por donde se los mire y mala por donde se los mire, nada más y nada menos que por eso. Jódanse".

Quintín responde:

"...creo que una nueva jauría, integrada por jóvenes que nada han arriesgado y todo lo ignoran, ha decidido actuar como fuerza de choque de una mano ganadora de la historia. La ferocidad de lo visto en estos días por parte de los triunfadores de ojito y la soberbia irreductible de quienes ocupan el poder de un modo cada vez más firme hace que tenerles miedo sea un poco más que una actitud paranoide".

Leonardo D'Espósito twitea:

" Sí, se vienen tiempos muy oscuros. Cultura para quien la pueda pagar (libros caros, películas inconseguibles salvo AMazon)..."

Gabriel Levinas (ex-director de El Porteño) twitea ayer a primera hora de la mañana:

"Son tiempos muy complicados para el periodismo, muy complicados, como nunca antes, cada uno sabe a que responde".

Difícil respirar, tiempos complicados, muy complicados, como nunca antes, muy oscuros, con la ferocidad de lo visto en estos días que hace tenerles miedo a una jauría de jóvenes ignorantes que actuarán como fuerza de choque. 

Los autores de estas frases son tipos grandes, pasaron al menos por la vuelta de Perón, las Tres A, Videla, Masera, Viola, Galtieri, Bignone. Entre los años 80 y los 90 se constituyeron en emergentes de un periodismo ejercido en democracia, ilustrados, modernos, irónicos, "sofisticados", ligeros, antisolemnes, desprejuiciados. Se acomodaron para las levedades cancheras de la cultura neo-con. 

El siglo XXI los dejó descolocados. Como dice Noriega: "la cosa cotidiana te va a poner en un lugar o en otro". La cosa cotidiana -fabula Quintín- está enteramente controlada por el aborrecible kirchnerismo. Y estos señores, periodistas o algo así, sienten desazón, estupor, pánico por una violencia que apenas consiste en que la cosa cotidiana te va a poner en uno u otro lugar. Frente a un fenómeno puramente político, como es el liderazgo de Kirchner y Cristina, la aparición de una nueva generación de militantes, las expresiones de alegría, dolor o bronca manifestada en las calles de manera pacífica, y en las redes sociales de forma apasionada, exaltada, pero siempre civilizada, frente a esta irrupción de la política, un sector del periodismo retrocede hacia un rencor pre-político. Incapaces de articular su aversión en un lenguaje político, descargan oleadas de despecho, irritación, enfado. Se burlan malamente de los jóvenes militantes. Esteban Schmidt (un quebrado de Franja Morada que debe andar por los 40), el domingo a la tarde, cuando se empezaron a saber los resultados de las elecciones, puso en la imagen de su twitter un cuadrado negro, como si estuviera de luto. El jueves, cuando se cumplía el año de la muerte de Néstor, Schmidt twiteaba a cada rato contando las horas y los minutos que faltaban para que la jornada se termine, saturado de homenajes al ex-presidente muerto. Schmidt, en un alarde de ingenio, calificó hace un tiempo a los jóvenes militantes k con un despectivo "cabezas de lata".

El periodista Huilli Raffo, editor del blog Trabajos Prácticos, se atormenta frente al acto de Plaza de Mayo del jueves en homenaje a Néstor: "No, la pesadilla, pesadilla de verdad, es esto. Falta Michael Myers con el cuchillo nada más". (Y linkea a una nota de Página 12 que cubre ese acto).

No hace falta hoy caracterizar la posición política de este desventurado sector. Podemos medirlos en sus propios términos. Desprecian a jóvenes que se vieron convocados por el kirchnerismo y responden con una rabia pueril, incapaces de transformar su estupor en posiciones políticas. Sólo les queda burlarse de esas "jaurías" y esperar con temor que alguna bestia k los ataque, o despreciarlos si ese ataque no se produce. Cotidianamente en las redes sociales anticipan, quizás añoran, una guerra civil. Schmidt, cuando vino a La Tribu, dijo que cuando la guerra civil se desate, él va a ser un enfermero recogiendo a los heridos. 

Me hacen pensar en la vivencia de la represión sexual: alguien que acomodó sus pulsiones para ya no sentir, de pronto se siente amenazado ante la mínima aparición de la sensualidad. El deseo propio les recorre el cuerpo como una fuerza demoníaca. De pronto, experimentan la vitalidad de los miembros entumecidos como un temblor de tierra, como si el mundo estuviera sacudiéndose. Como algo parecido a esta vivencia, estos tipos atravesaron los 90 históricamente muertos. Y ahora, ya acostumbrados al rigor mortis, sienten que el temblor de la vida los acosa.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen análisis,aunque en mi criterio voy un poco mas allá en lo morboso.Yo creo que mas que al rigor mortis se acostumbraron a la putrefacción,le sintieron el gustito al navegar en esos liquidos malolientes poblados de gusanos inmundos en los que además podían hacer resaltar su propia "pureza" sin demasiado esfuerzo.Las calles vacías de populacho les daban una confortable tranquilidad a sus ansias testimoniales de revolución teórica,sin gente molesta de por medio.Y ahora llegó el horror,la gente de carne y hueso,transpirada,movilizada,impertinente, que no reconoce esa chapa oxidada que ostentaron con orgullo por tanto tiempo.La pesadilla del gorila se hizo realidad.Saludos.

Ernesto dijo...

El "jóvenes que nada han arriesgado y todo lo ignoran" de Quintín me llevo al recuerdo mi juventud en Cs Exactas, donde Quintín era odiado como uno de los peores docentes (Ayudante) en la carrera de Matemáticas y se pavoneaba en el bar del Pabellón II mostrando tarjetas amarillas y rojas que poseía por su trabajo part-time como juez oficial de fútbol en torneos del ascenso. Siempre enojado, siempre paranoico, ser referí le permitía satisfacer el deseo de mandonear a algún perejil.
Ese Quintín paranoico, joven que nunca nada arriesgo y casi todo ignoraba, se ve que no hizo una gran evolución de grandecito.

Martha dijo...

Ya cuando se empieza a odiar a los jovenes- nada más que porque lo son ,y lo digo por Q- bueno..."lasciate ogni speranza..."

Inmanente dijo...

Genial

Luis dijo...

Este tipo esta muy mal, realmente. Si pasan por su blog, entre las atrocidades en defensa de Carrió e Iglesias (a. cariñosamente El Loco -SIC-) y los posteos de sus lectores todo parece un happening en un psiquiatrico. Lamentablemente no es el unico. Lo de Levinas es lastimoso.

Pregunta boba: ¿es el mismo Quintin del Mamante Cine, mas conocida como "acá publico a algunos que saben de lo que escriben pero yo me hice esta revista para mí porque sino nadie me va a dar pelota en la perra vida opinando boludeces como experto en toda forma artistica que jamás practicaré como creador?
Si es él, sabía que era un triste y forrito cero a la izquierda, pero no que estaba tan de la cabeza.

Luis dijo...

PD: Cuando el año pasado Morales Sola y compañia fueron de la manito de Giudice a quejarse de la persecución K, era muy obvio que reaccionaban como empleados (como Sarlo, Lanata o Abraham ahora). Nora Veiras se carcajeaba diciendo "Morales Sola esta desesperado porque lo arañen" para posar de víctima.

Estos tipos no suenan a empleados que mienten de oficio. Suenan a dementes perdidos. Si hay Michael Myers sueltos no estaban en la plaza, justamente. Estan en las sombras esperando a algun Majul de turno que les de aire.