todos estamos igual

viernes, 2 de mayo de 2014

A primera vista

Especial Pedro Aznar en La otra.-radio. Un programa para escuchar clickeando acá





por Oscar Alberto Cuervo

El 28 de abril a las 0:00 exactamente cumplía años en el aire de FM La Tribu (la segunda vez que me pasa, la anterior fue en 2008, cuando la noche de mi cumpleaños vino Lisandro Alonso a nuestros estudios a hablar de Liverpool, para mí, su mejor película: fue un gran regalo para mi alma hacer aquel programa).

Celebrar mi cumpleaños en la radio, rodeado de amigos, pasando la música que me gusta, es una de las cosas más lindas que pueden pasarme. Supongo que todos aquelllos que tengan una actividad que aman sabrán comprenderme.

En este último programa las cicunstancias se dieron para hacer dos entrevistas telefónicas a dos amigos y compañeros, Hank Soriano y el Pájaro Salinas, hablando de política, de militancia, de kirchnerismo. Me di el gusto de poner un disco que me encanta, como Yo no quiero volverme tan loco, de Serú Girán en vivo en 1981, grabado de manera pirata y editado oficialmente en 2000 sin maquillajes de ningún tipo, lo que da la pauta de lo asombrosamente perfecta que sonaba esa banda irrepetible... Eso fue en la primera hora del programa, que subí el lunes en este post.

En la segunda parte del programa quería seguir regalándome la música que me gusta mucho. Y opté por lo nuevo de Pedro Aznar, Mil noches y un instante, grabado en vivo el año pasado. "El otro país" (con Teresa Parodi), "A primera vista" y "Zamba para olvidar" (junto a Abel Pintos), "I'm the walrus", "Quebrado" y "Claroscuro", temas preciosos cantados y tocados con ese gusto y esa precisión que muy pocos músicos argentinos son capaces de lograr.



Yo hace un tiempo me había enojado con Aznar a raíz del desafortunado manoseo a que sometió a la obra de Spinetta cuando el flaco murió. Pedro se prestó a una movida de marketing del PRO, haciendo un recital organizado por el gobierno porteño en el que tiñeron los carteles con el feo amarillo PRO, con el tupé de asociar esos colores partidarios a los "puentes amarillos" de la Cantata. Escribí un post muy enojado que provocó una polémica extensa e intensa (un blog de amor y de odio). Pero nunca puse en duda la calidad musical de Pedro.



Pero este domingo al pasar temas de su nuevo disco después de los de Serú, me vi sorprendido por una serie de comentarios de oyentes que ninguneaban el talento musical de Pedro. Una ristra de lugares comunes, como los que adoptan un concepto de consumo instantáneo para Fito, Charly, Calamaro, Aristimuño o para el cine iraní, sin sentarse a analizar obra por obra. Tienen derecho a no escucharlos, pero los lugares comunes tipo "es demasiado perfecto" o "es para el público culto porteño", así como cuando se dice "esas películas iraníes que duran cuatro horas y que van a ver los hipsters del BAFICI", lo único que deschavan es una pereza mental del que las dice y nada revelador sobre la obra o el artista. Creo Pedro es un musico que les pasa por encima al 90% de los que andan subidos en los escenarios de Argentina. Y, además, que La otra nunca se sumará a esos lugares comunes por los que se desdeña a un gran artista con argumentos banales. Por eso, ante semejante afrenta, el domingo que viene habrá más y más Pedro Aznar en La otra.-radio

Clickeando acá pueden escuchar el especial de Pedro Aznar de la noche de mi cumpleaños, que termina con otro gran tema de Serú.

4 comentarios:

Daniel dijo...

Es un tema; te conté que me pasó algo similar cuando Charly apoyó a Cavallo en una elección. También antes, cuando Porchetto cantó en actos de la Ucedé.
El asunto es que no tengo la menor idea de la postura política de Chris Martin o Steven Wilson, por ejemplo. Y que pasa si mañana me entero que son derechistas? Dejo de escucharlos? Tiro su obra por la ventana? Bueno, algo así hice con Charly. Lo borré, dejé de escucharlo. Sin embargo no hice lo mismo con Mariano Mores.
Creo que buceando en la cosa, la emoción de rechazo parte de haber tenido antes una emoción de adherencia.
Es decir; nunca pensé que Mores estaba de este lado, por eso no siento nada con que esté del otro, solo disfruto su música. Pero el haber sentido a Charly como uno de "los nuestros" es lo que causó "la desilusión". Eso es todo.
Una vez comprendida la emoción que me ha afectado, ya es como que abro la puerta a cambiar de actitud, volver a integrar la música de Charly y desde un lugar despejado, disfrutarla o no según mi gusto.
Pero... ya dejó de ser referente en tanto a lo político, en todo caso tomo referencia de gente más coherente.

Oscar Cuervo dijo...

Entiendo tu posición, Daniel.
Es un poco así como funciona. Igual, yo me enojé con Pedro pero nunca pude desprenderme de su música. Ahora se me fue el enojo. Y también creo que él dio pasos que lo acercan nuevamente para acá: o sea: creo que los músicos son contradictorios. Igual que los políticos por otra parte. Le podemos reprochar a Mercedes Sosa que alguna vez, durante un tiempo fugaz, haya estado con el macrismo. Pero en el balance general de su obra impresionante eso queda como algo minúsculo.

Lo mismo que Charly: yo nunca consideré que se pasó del otro lado, ni cuando fue a ver a Carlitos a Olivos. Creo que con un poco de reflexión uno puede integrar ese gesto a la lógica Say no more, y no me cabe ninguna duda de que Charly SIEMPRE ha estado de este lado. Es más: yo podría decir al revés: que estoy de este lado por haberlo escuchado a él.

Los músicos son contradictorios: los políticos también. Viendo la película de Caetano sobre NK podemos ver su trayectoria zigzagueante. No es un trayecto impecable: pero hay un sentido en una dirección que hace que uno adhiera. La otra posición es la de una Victoria Donda, que busca un detalle objetable para decir: "yo me voy" (el problema es dónde se fue).

En fin...

Unknown dijo...

A pesar de que estos programas tienen su tiempo es muy lindo escucharlos. Este me gustó mucho, las tardes de trabajo se hacen más amenas así. Gracias!

Oscar Cuervo dijo...

Gracias a vos, Carolina, por sacar de la nube magnética o yo qué sé dónde estos programas.