miércoles, 20 de enero de 2016

El régimen avanza contra el estado de derecho

Persecución de opositores, censura y participación de las FFAA en la seguridad interior


Durante la última campaña electoral, las promotoras y promotores del PRO parados en las esquinas debajo de sombrillas amarillas explicaban a los transeúntes que las bases de su programa de gobierno eran "unir a los argentinos, lograr la pobreza cero y luchar contra el narcotráfico". Un mes y diez días después estos propósitos un poco difusos pueden empezar a contrastarse con hechos concretos. El macrismo no dejó de producir hechos a un ritmo arrollador, contando con que el verano tiende a encontrar a la sociedad civil con las defensas bajas, y a los otros poderes de la República en receso. Si se repasan los diciembres y eneros de la última década, se verá que la derecha mantuvo siempre un activismo muy alto. La diferencia es que ahora que está en el gobierno da la sensación de que ese activismo no tiene contrapesos.

¿Este comienzo arrollador responde a ocurrencias espasmódicas del gobierno? ¿O hay algo así como un diseño político detrás del asalto al poder que comenzó el 10 de diciembre a la hora 0 cuando el establishment dio abruptamente por terminado el mandato de Cristina Kirchner mediante una cautelar?

Entiendo que sí, que el plan está diseñado como un mix de gestos grandes y pequeños, de marketing y decisionismo económico duro, de disposiciones simbólicas y materiales que apuntan a establecer un corte drástico, un cambio de régimen y no un período de alternancia democrática, como engañosamente lo presentó durante años la oposición mediática que hostigó al gobierno anterior.

La cautelar que convirtió en calabaza a Cristina e inauguró el interregno de Pinedo fue ejecutada por un Poder Judicial que restauró en pocas horas su subordinación sin fisuras al poder de facto, es decir a la clase de los más ricos. Macri llegó al gobierno con una diferencia de apenas el 2% sobre su rival, pero a partir de entonces se comportó como si hubiera depuesto al kirchnerismo a consecuencia de una insurrección. Esa primera movida judicial cautelar abolió de un saque toda retórica sobre la división de poderes y el respeto a las instituciones.

Lo que siguió se puede resumir en una serie de acciones de retórica parca, sentido unívoco y propósito disciplinador. Voy a enumerar una serie de items no por el sentido de fondo que los orienta sino por las imágenes que trasmitieron:

- CEPO: La primera medida. Eliminación y/o baja de las retenciones. Devaluación y caída abrupta del salario (medido tanto en pesos como en dólares); es decir, una potente transferencia de recursos de los que tienen menos a los que tienen más, presentada como una liberación, la liberación del cepo.

- SABBATELLA: Deposición de instituciones y funcionarios mediante decretos, cuya anterior legitimidad se sustentaba en el sistema legal. Aguad dijo: "una ley del Congreso no puede limitar la voluntdad del presidente". Algunos decretos simples y otros de necesidad y urgencia, según conviniera en cada caso, dieron por terminado el ordenamiento de medios de comunicación que había pasado por todas las instancias institucionales para erigirlo. Macri lo borrró de un plumazo. Esa vocación arrasadora se condensó en la expulsión de Sabbatella y la derogación irregular de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Fue a la vez un premio a Clarín y un anticipo de cómo se empezaría a proceder.

- COLONIZACIÓN DE LA CORTE: El nombramiento  por decreto de dos jueces de la Corte sin respetar el método constitucional es la exhibición más desnuda del avasallamiento institucional que desmiente cualquier ideario republicano anteriormente declamado. La señal: esto ya no es una República. Un Aguad judicial podría haber dicho "ninguna división de poderes puede limitar la voluntad del Presidente" y en cierta forma lo que dijo para la Ley de Medios vale para todo lo demás también. Este paso todavía no está consumado totalmente. Lorenzetti se allanó gustoso, Maqueda cumple la función del helecho en la mesita ratona y Highton de Nolasco es el obstáculo con modales franceses. Entre ellos y el Senado se define el grado de subordinación judicial a la voluntad del Supremo en las próximas semanas.

- REPRESIÓN: Se anunció un protocolo para encarar la protesta social, pero no hizo falta ponerlo en marcha cuando la Bonarense empezó a aplicarlo de hecho y con creces en una marcha de estatales despedidos en La Plata. Desde el gobierno provincial se adujo que se trató de un desborde policial cuya directiva no salió del poder político. La diferencia es abstracta: ningún funcionario policial que haya participado en esa represión perdió su cargo. La señal de largada ya se dio.

- GRASA: Prat Gay, con el lenguaje tosco y despectivo de un gerente maltratador de su personal, dijo eso de cortar "la grasa de los militantes". Es la manera como el CEOpoder presenta la ola de despidos de empleados estatales, que a la vez funciona como luz verde para que los privados corten su propia "grasa". Estas cosas se dicen cuando se cuenta con impunidad social para hacerlo. Todo parece indicar que pasará un buen tiempo hasta que esa impunidad se agote y la frase y los despidos aparezcan como los ultrajes de clase que son. "Unir a los argentinos" no está verificándose. La lucha de clases, no "la grieta", es lo que la gran burguesía está reavivando.

- ENDEUDAMIENTO: En la misma conferencia, Prat Gay reconoció sin matices el derecho de los buitres, Griesa y los me too a recibir lo que pretenden, dando por terminada la política nacional de resistir las presiones del poder financiero internacional. Al decirlo su Ministro de Hacienda, la Nación se endeudó automáticamente en al menos 10 mil millones de dólares, que pueden llegar al doble cuando se redondeen las cuentas con los amables caballeros Hold Outs con los que el gobierno anterior se mostró rudo. Terminó el proceso de desendeudamiento transitado a lo largo de una década, que había contado incluso con importantes apoyos internacionales que tomaban la reestructuración argentina como un caso testigo universal. La grácil aceptación del Ministro de Hacienda compromete a futuras generaciones. El Estado necesitará endeudarse no para tener inversiones productivas sino para pagar deuda e intereses de deuda indefinidamente.

- VÍCTOR HUGO: Se trata de algo más que la rescisión del contrato de un periodista por parte de un medio privado. Su expulsión manu militari simboliza el derribo fulminante del más notorio comunicador crítico del nuevo régimen. La ejecución quedó en manos de unos oscuros ejecutivos pero detrás está la voluntad del Presidente que no puede ser limitada por ningún contrato. El silenciamiento de VHM condensa al de otros medios y comunicadores más vulnerables. Que Víctor Hugo, una institución radial en sí mismo, alguien cuya potencia se construyó antes e independientemente del kirchnerismo, haya sido desalojado a los empujones de su programa de 30 años significa que ningún comunicador a lo largo del país con menos espaldas que las suyas está firme en su puesto. Lo que se hizo con él, se trasmite, se hará más fácil y con menor repercusión con cualquier otro.

- MILAGRO SALA: Un ícono de un poder popular cuyo surgimiento y crecimiento fue también previo al kirchnerismo, pero que terminó sumándose a ese proyecto. Como Víctor Hugo, Milagro encarcelada, la primera presa política de la Argentina macrista, es una amenaza no solo a la Tupac, sino a todas las organizaciones populares a lo largo del país. Diputados nacionales que ayer lograron ingresar a entrevistarla en su lugar de detención denuncian las condiciones ultrajantes en que se halla. Lo que se hizo con ella, también sin fundamento jurídico y con prepotencia ejecutiva ostentosa, se puede hacer con cualquier otro dirigente social con peso específico menor.

- DOS DEMONIOS: El Ministro de Justicia recibió en la Ex ESMA al Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv). Los partidarios de los administradores de los campos de concentración de la dictadura volvieron al espacio que había sido recuperado por Kirchner y los organismos de DDHH para la democracia. Es por ahora un pequeño avance en dirección de la teoría de los dos demonios (en el mejor de los casos) que veremos cómo sigue. El decreto que hoy declara la "emergencia en seguridad" impone de facto la pena de muerte en el país, mediante la habilitación del derribo de aviones "sospechosos" de participar en el narcotráfico, sin que medie orden judicial alguna. El sistema de garantías jurídicas se adelgaza dramáticamente sin participación del Poder Legislativo. El decreto habla imprecisamente de combatir "los delitos complejos, el crimen organizado y el narcotráfico" y da injerencia a las FFAA en el terreno de la seguridad interna, violando la Ley de Seguridad Interior. Con una tipificación penal imprecisa, ¿podría criminalizarse la protesta social como "delito complejo" o "criminalidad organizada?

NISMAN Y CRISTINA: Hay quienes creen que existe la voluntad del gobierno de reorientar la investigación sobre la muerte de Nisman para incriminar a Cristina Kirchner. Si esta posibilidad se verificara, se redondearía el diseño de una oposición acéfala y de un peronismo "blanco" como alternativa puramente formal.

- BALCARCE. El perro en el sillón, el baile en el balcón, la baja de cuadros de patriotas latinoamericanos, los animales en los billetes: al lado de todo lo anterior parecen tonterías distractivas, pero son reformulaciones simbólicas que evidencian que el nuevo régimen requiere su propio relato, un borrón en la historia, una negación de las continuidades incluso de la clase que está en el poder y un regodeo provocativo en la banalidad. Mientras los familiares de los genocidas son recibidos en la Ex ESMA, no son las efigies de la derecha histórica sino unos animalitos duranbarbescos los que irrumpen en la iconografía oficial.

¿Y del otro lado?

Escarceos. El campo popular parece aturdido por la resolución con que la clase dominante ejerce el poder. El candidato del FPV no hizo valer el 49% que obtuvo en noviembre, sino que abdicó la representación de sus votantes. Scioli tampoco se pronunció contra la detención de la diputada del Parlasur Milagro Sala por la lista que él encabezó. Parece más preocupado por revisar el efecto que un pronunciamiento así podría tener en las encuestas, aun cuando no estamos en año eleccionario. El peronismo se debate entre profundizar su tradición emancipatoria, "adecentarse" como partido colaboracionista de la CEOgobernabilidad o enfrascarse en internas de duración incierta. La burocracia sindical medita si presiona por mantener sus prebendas dirigenciales (el dinero de las obras sociales) o tratar de dar cuenta de su rol de representantes de sus trabajadores. Se trata de una dirigencia vieja y enviciada, que parece haber agotado toda su combatividad en la defensa de los trabajadores mejor remunerados, dado que su principal bandera no fue la preservación del empleo ni el combate de la precarización laboral, sino el aumento del mínimo no imponible. ¿La burocracia se asumirá como la parte plebeya de la clase explotadora? Un error del gobierno de Cristina fue que su ruptura con Moyano no condujera a política sindical alguna. Más allá de los gordos, hay un sindicalismo atomizado que tendría que ser hoy el principal bastión de la resistencia al régimen. 

Las plazas de autoconvocados y las afiliaciones masivas para participar en una inminente elección interna del PJ son movimientos incipientes, inorgánicos, promisorios y frágiles para tomar la posta de la continuidad histórica de la identidad peronista emancipadora y de resistencia al régimen. No sabemos ni cuánto llevará ni cómo resultarán estos intentos, que se nutren de la extensa memoria de lucha popular, las asambleas del 2000 y la conciencia ganada durante los doce años kirchneristas. Allí reside el poder, todavía no medido, de Cristina Kirchner. Pero dado el caracter urbano y de clase media de estas plazas revela su fragilidad. Sin trabajadores organizados, la resistencia con aguante no tiene destino.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Alguna vez un abogado me dijo: "No firmaría un contrato con alguien en quien no confío porque no existe ningún contrato que me libre de la mala fe"
Hoy, la constitución, las leyes, el rol del poder legislativo y del judicial, se demuestran, en su concepción, inermes ante el avance prepotente del poder ejecutivo.
El contrato que aseguraba el funcionamiento "equilibrado" de las instituciones no protege a la Nación de la mala fe en el ejercicio del ejecutivo, apañado por un sector importante del poder judicial y blindado por el sistema de medios hegemónicos.
Mirando en perspectiva el actual gobierno parece un modelo corregido, aumentado y perfeccionado del que arrancó en un esbozo con la dictadura del ´76-´83 y se perfeccionó con la cooptación del gobierno menemista.