sábado, 18 de noviembre de 2017

Estas bestias gobiernan como si no fuera a haber año que viene


Hasta parecería propio de la lógica del neocapitalismo guardar aunque sea un mal para hacer en el futuro, no pretender destruir una comunidad entera en pocos meses, no hacer que la vida se vuelva repentinamente invivible. Pero estos están produciendo efectos objetivos y subjetivos que tienden al envilecimiento colectivo: volver a los sádicos más sádicos, a los imbéciles más imbéciles y a los valientes tratar de infundirles cobardía. 

Esto es algo que no estoy entendiendo del macrismo. Hasta el capitalismo norteamericano necesita, creo, visto desde acá, generar una sensación de bonhomía o algo que se le parezca. El macrismo se parece más al nazismo en que es una apuesta a que aflore lo peor de una comunidad y aplaste con desprecio todo retoño amoroso. 

La necesidad de instaurar una república de Saló en 120 días no sé si es la combinación contingente de dos o tres burgueses profundamente resentidos como macri y magnetto con una voluntad de poder desbordante, como salidos de una pesadilla pasoliniana, o una necesidad estructural del capitalismo. 

Capaz que tienen razón Rodríguez y Schmid y el zonzo soy yo. 

Tenemos que atravesar unos meses todavía para entender esta lógica. Mi serenidad (la poca que tengo) se basa en que este pueblo aún no se dio por vencido ni se entregó totalmente al mal. Veremos.

No hay comentarios: