JN como pretexto para encontrarnos en el banderazo de hoy
Por las presiones del régimen que amenazaba con encarcelar a Víctor Santamaría, titular del Grupo Octubre que edita Página 12, el diario perdió a su columnista principal, Horacio Verbitsky, y recuperó la pauta oficial. Sigue siendo el mejor diario que se edita en Buenos Aires, pero eso no dice gran cosa, porque los otros diarios son peores.
Por las presiones del régimen que amenazaba con encarcelar a Víctor Santamaría, titular del Grupo Octubre que edita Página 12, el diario perdió a su columnista principal, Horacio Verbitsky, y recuperó la pauta oficial. Sigue siendo el mejor diario que se edita en Buenos Aires, pero eso no dice gran cosa, porque los otros diarios son peores.
Algo que puede ensombrecer la calidad de la actual etapa de Página es que ahí todavía publique notas José Natanson, después de que él escribió hace pocos meses en ese mismo diario su tesis de "la derecha democrática y moderna" y luego de que publicara el libro ¿Por qué? La rápida agonía de la argentina kirchnerista y la brutal eficacia de una nueva derecha. No es que yo desee que se le cierren oportunidades laborales a un analista político fallido y fayuto, hay tipos en ese gremio mucho peores que José, pero por lo menos habría que rememorar su yerro descomunal para medir la relevancia de sus dichos actuales y su pericia analítica.
El motivo por el cual vale la pena perder 10 minutos de tiempo leyendo una nota suya es indagar por las condiciones de posibilidad y los límites del periodismo profesional, con toda la carga irónica que se le pueda adjudicar a estos vocablos, sin esperar que de su lectura surja alguna indicación decisiva sobre la pelea de fondo.
La pregunta que se puede plantear leyéndolo es: ¿cómo se producen las condiciones de verosimilitud [no de veridicción, foucaultianos del orto, no confundan] de la opinión publicada? [Atenti foucaultianos del culo: doxa, no aletheia]. ¿Por qué un tipo que quiso ponerse a tono con el espíritu de la época comete una pifiada descomunal e igual sigue oficiando como analista político? Digamos: Natanson es una marca pero ¿qué merca viene envuelta en este paquete?
La columna de ayer domingo de José puede ser leída como síntoma. ¿Cómo hablar de la situación argentina omitiendo el clima de la calle? ¿Saldrá a la calle José? ¿Por qué calle caminará? ¿Qué tiene José Natanson en el bocho? ¿Quiénes serán sus interlocutores, si es capaz de escribir una nota que empieza con una frase como esta:
"Sumido aún en la densa atonía a la que lo empujó la derrota electoral pero desperezándose porque huele sangre, el peronismo ensaya alternativas".
No voy a reproducir el artículo entero, pueden leerlo acá, pero basta con decir que las alternativas de peronismo átono están expresadas en el titulo de la nota: "La hipótesis Tinelli /la hipótesis Felipe". [Felipe es Solá]. Digamos que de movida da un poco de morbo leer cómo entiende Natanson el vínculo entre el peronismo sumido en una densa atonía y Marcelo Tinelli. Como decía Sandro, José tiene un mundo de sensaciones que te quiere regalar. ¿Qué peronismo será el que ensaya la alternativa Tinelli? ¿El peronismo racional? ¿El peronismo empirista? ¿El peronismo idealista absoluto? ¿El peronismo positivista? ¿El peronismo huelesangre? ¿El peronismo perdoname?
En pocos renglones se advierte que Natanson se dirige contra lo que él imagina "el progresismo que detesta a Tinelli y disfruta las metáforas de Ricardo Forster". Qué finura de análisis. Uno diría que Natanson sangra por la herida autoinfligida cuando se escribió encima su último best seller. Un parteaguas de la política argentina se daría hoy entre los que disfrutan las metáforas de Ricardo Forster y los que se esclarecen leyendo a Natanson acerca de la brutal eficacia de la nueva derecha.
No sé con qué peronistas Natanson habla, ni qué será en el interior de su cráneo el peronsimo, pero esos fantasmas lo llevan a distraerse de la calle. Porque en todo su análisis parece que el futuro político argentino se dirimiera entre los peronistas de Tinelli y los peronistas de Solá, mientras los progresistas zonzos leen a Forster y los piolas bárbaros siguen las pistas que José nos tira cada muerte de obispo. No considera ni por un instante que lo que está haciendo tambalear al régimen macrista es la resistencia del pueblo en la calle, todos los días, porque cree que el centro de la cuestión es que el "peronismo" está sumido en una densa atonía y en algún cuarto encaramado está debatiéndose acerca de las posibles continuidades entre Perón y Tinelli. Si los peronistas átonos no se avivaron, Natanson les deja un indicio: Perón y Tinelli son detestados por los progresistas que leen a Forster
"La relación de Tinelli con la política ha oscilado históricamente entre el desdén y el ocasional interés. El progresismo lo subestima tanto como lo detesta, y no es difícil detectar detrás de este rechazo epidérmico una reacción similar a la que genera el populismo: la idea de que Tinelli, como en su momento Perón, engrupe narcóticamente a las masas, que deberían estar disfrutando de las metáforas de Ricardo Forster en lugar de intoxicarse de Morias y Pampitas. Hábil constructor de escenas públicas, Tinelli es vandorista: golpea para negociar, usualmente a través de las caracterizaciones, no siempre malas, que despliega en sus programas".
Ossea, Tinelli vendría a encarnar a un peronismo vandorista, antiprogresista, huelesangre. No evitista sino pampitista.
Natanson está tan convencido de su sagacidad que se permite un gaste a "los socios del club yo te avisé". Lo dice el tipo que escribió un libro fascinado por la eficacia brutal de la nueva derecha, al que no se le conocen textos en los que haya tratado de repensar esta caracterización. Todo sujeto de enunciación tiene un punto ciego. El punto ciego de Natanson es su propia prosa. El muchacho no se relee, se olvida de lo que escribió hace cinco minutos.
Natanson concibe la política como una mercancía temática para ganarse el puchero y construir escenas, no siempre malas, a veces solo boludas. Desconoce completamente cómo vibra la calle y hace temblar al sistema cada vez que cientos de miles le mueven el piso a unas figuritas que ensayan la hipótesis Tinelli.
Mientras tanto, en otra parte de la ciudad gótica, Verbitsky en su cohete a la luna, escribe:
"No depusieron en forma ilegal a Dilma Rousseff para devolverle la presidencia a Lula, es la conclusión de la tormentosa jornada del domingo 8, en que un juez dispuso dejar en libertad al ex Presidente, pero luego de intrincados recursos y gestiones la orden no se cumplió", en una nota titulada "Sin pueblo en la calle no hay juez que valga: Lula seguirá preso y en agosto la justicia electoral proscribirá su candidatura". Que termina con estas frases: "La decisión del poder económico, que con respaldo castrense sostiene al presidente títere Michel Temer, cuyos índices de aprobación no pasan del 2%, está tomada. Y del otro lado, la movilización popular no alcanza una envergadura que equilibre la balanza, pese al efecto positivo de la victoria electoral de Andrés Manuel López Obrador en México. El mes próximo el tribunal electoral resolverá la inhabilitación de Lula como candidato para las elecciones del 7 de octubre, y AMLO asumirá en México recién el 1° de diciembre".
Lo cual no deja de ser una invitación a movilizarse hoy hacia el banderazo de 9 de Julio y Moreno, frente a la efigie de Evita (no de Pampita). Porque el peronismo átono de Natanson ensayará la alternativa Tinelli, pero la Patria no se rinde.
2 comentarios:
"El punto ciego de Natanson es su prosa." Me hiciste reír. Reirme con vos de él, el paquete nerd cool. Espero que sigamos resistiendo y más, y te mando un gran saludo. Alicia
Está bien que escriba. ¿Cuál es el problema? No afecta en nada al diario. Sí afectaría si lo prohibieran. A veces ser tolerante engrandece a un medio.
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