por E del V
Supuestamente del peronismo sólo pueden opinar los peronistas, así como del feminismo sólo pueden opinar las feministas. Por eso y como soy tangencial, allegado, advenedizo, neófito y sólo puedo presentar raigambre o filiación a través de mi abuelita que cosía en la máquina Singer junto al retrato de Evita y le ponía espiguitas de trigo y le rezaba, y que de niño me explicó en simples palabras todo lo que tenía que saber acerca de aquel momento histórico que la arrojó de la escasez y la colocó en la clase media definitiva, a riesgo de hacer mansplaining, o gorilasplaining, progresplaining, marxistasplaining, troskosplaining o kirchneristasplaining, todo lo que diga en este texto puede ser ignorado o usado en mi contra, para ser expulsado de cualquier próximo intento de reconquista del poder desde Puerta de Hierro mediante las 20 verdades y la sagrada doctrina. Pero me arriesgo porque soy algo cabezadura, no muy negra ni de Banfield. Algo es algo.
Es que creo que las disyuntivas tan debatidas últimamente, peronismo o kirchnerismo, progresismo o conservadurismo, sin ser para nada lineales y bastantes complejas de definir, dirimen algunos lineamientos de fondo. Sin entrar en el tema de la súbita moda de usar el despectivo "progre", unido al mote de "bienpensante" casi para cualquier cosa, fenómeno que me gustaría explayar detalladamente en otro posteo, parece que algunos quisieran creer que desdeñando al sector de avanzada ideológica estarían encontrando las bases del peronismo original, que finalmente nacionalice la banca, expropie las empresas, emprenda con la reforma agraria y el plan quinquenal donde los únicos privilegiados sean los niños. Sin embargo yo creo ver, por el contrario, que esto puede ser utilizado como camino para un peronismo a-ideológico, que desdeña la cuestión imperialista -algo fundamental para el primer Peron- y al que tan bien le calzó "el fin de la historia" decretado por un ignoto Fukuyama en los 90.
Mi teoría es que no le perdonan a la dupla Cristina-Kicillof haber emprendido la batalla contra los buitres, en lugar de arreglar y tomar deuda, como bien está haciendo ahora el bando enemigo. Nadie lo dice abiertamente y sería debatible el hecho de haber entregado un país con un balance prolijito, desendeudado como nunca desde hace décadas y con los salarios medios más altos de la región, alto botín a saquear y endeudar casi ilimitadamente. Parece que ven que allí hubo demasiado idealismo con pollerita muy corta paseando por los callejones. La única verdad es la realidad, pero para algunos la realidad es más bien la del mercado, para otros la del desarrollo, para otros la de la justicia social. Ese podría ser el motivo por el que el Movimiento Evita ha concentrado todas sus fuerzas en Evitar a Cristina, aunque aún no se atrevieron a agregar a sus banderas a su patrocinadora Carolina Stanley.
Pragmático y no ideológico, como supuestamente corresponde a un peronista, vi en youtube la entrevista completa de Novaresio a Pichetto. Muy interesante y sustanciosa. Me parece que ahí está toda la data para dirimir el tema de los peronismos. Sin duda alguien que conoce muy bien el terreno político nacional, ya que su principal habilidad es moverse en él, en su condición de todoterreno. Personalidad pragmática, sin el menor lugar para el pensamiento trascendente o transformador. Su misión de vida es prestar apoyo toda vez que gobierne un peronista, sin importar su orientación política, lo cual en su defecto, puede extenderse también a gobiernos no peronistas, como hemos comprobado ultimamente. La descripción que hace del estado actual del peronismo es muy precisa y sirve para saber cómo se posiciona uno mismo en ese tablero. Con el mismo pragmatismo a ultranza, es categórico cuando dice que sin duda la centralidad del peronismo hoy pasa por Cristina y que el partido central es la Unidad Ciudadana y que, de ser candidata, el peronismo tendrá que plegarse a eso. En ese punto coincide con la visión que yo siempre tuve, sin siquiera pertenecer a ninguna organización, aunque él lo declare tardíamente con diario del lunes. Es que es justamente su pragmatismo y desapasionameinto, lo que lo distancia de otros peronistas que han sucumbido con declaraciones tales como "Cristina es el pasado", cuando ellos no reunían ni una octava parte de sus votos. Es que a Pichetto no le alcanza el idealismo ni para proyectarse políticamente. Su pericia consiste sencillamente en sumarse al ganador. Sin embargo y para no dejar dudas, cuando se le pregunta por candidatos de su preferencia, su listado va claramente por el ala derecha: Urtubey, Schiaretti, De la Sota, Massa. Aunque reconoce que no tienen chance. Reprocha al kirchnerismo haber sido "un gobierno de centroizquierda" que le hizo perder al peronismo el apoyo de la clase media. Pero lo que en realidad añora con nostalgia es a aquella clase media apolítica y/o facha que el peronismo supo conquistar en los gloriosos años del menemismo, cuando se selló una conciliación histórica con la familia Alsogaray y demás exégetas de la fusiladora. Los mismos que luego caceroleaban en busca del dólar.
Si habíamos conquistado a los gorilas de derecha, ¿para qué querríamos a los gorilas de izquierda? se debe preguntar su mente aideológica. Es lógico que desde esa óptica desdeñe a la clase media politizada que el kirchnerismo no sólo incorporó al peronismo desde distintos sectores de la izquierda, sino también a la que formó culturalmente y es el legado más valioso para intentar reconstruir a futuro lo que quede de nuestro país cuando esta pesadilla termine.
Sobre el último tramo del programa, él sacó a relucir la principal motivación que lo entusiasmaba para participar de tan distinguido programa. Se apura ansiosamente a autopreguntarse -a través de un Novaresio que se estaba olvidando el libreto- sobre la vida después de la muerte, para enseguida aclarar cual ferviente esclarecido -y coherente con todo lo demás- que sencillamente, no hay nada.
¿Pero cómo? ¿No había dicho Guillermo Moreno que los católicos son el movimiento y los ateos (marxistas) acompañan?
Finalmente, queda muy bien ante un periodista de barba que cita autores para parecer serio mencionar las obras fundamentales de Marguerite Yourcenar. Con eso alcanza para entender que es un hombre ilustrado que conviene tener de aliado, del cual si no nos gustan sus principios, siempre puede tener preparados otros.
Todo muy interesante. No pongo el link, pueden buscarlo ustedes, si les interesa.
A manera de atenuante, fijensé que nunca mencióné la palabra "traidor". Ojito.
¡Viva Perón!
No hay comentarios:
Publicar un comentario