Apuntes
por Liliana Piñeiro
Cuando una vida se va acercando a su final, ¿cómo se arma una biografía? Edgardo Cozarinsky tiene el mérito de preguntarse y toda la libertad para espiar los rastros que deja la memoria, los cuales siguen un itinerario caprichoso, a menudo sin ninguna correspondencia con los “grandes sucesos”.
En Apuntes para una biografía imaginaria hay episodios fechables (en algunos casos tomados de archivos de noticieros), filmaciones de encuentros (con Alberto Fischerman en París), tomas excluidas de sus películas (según nos informa el director), párrafos de sus libros, y hasta fotos fijas (las zapatillas colgadas de Crogmañón). Inclusive, hay un fragmento dedicado a Estela Canto, una mujer amada por Borges, como un modo de homenajear también al gran escritor con quien Cozarinsky trabajó un tiempo y sobre el cual escribió un ensayo: Borges y el cine. Así es como los recuerdos se anudan en Saigón, en Moscú, en París o en Buenos Aires, y funcionan como puntos de capitoné de diversos elementos, constituyendo un sentido posible.
Y hay también Luces de los Cuerpos: las expresiones de diversos rostros, filmados en primer plano, que permiten comprobar cómo las emociones suscitadas por la música los van iluminando de a poco. Una manera de recrear, por medio de la imagen y el sonido, el efecto evocativo del recuerdo.
Esta biografía provoca, y mucho… Al finalizar, uno se queda preguntando por los propios retazos. Y a sabiendas de la fragmentación, de alguna manera comienza a enhebrar el hilo que habrá de coserlos.
1 comentario:
Muy buen comentario Lili del libro de Cosarinsky que comenté que leí el otro día.
Besos.Martha
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