(A propósito de la nota "Pero", aparecida en el blog The Watcher and the Tower)
“Pero” es una conquista de la lengua, una palabra exquisita, que expresa una modulación que la lógica no puede formalizar. En Lógica “pero” se simboliza igual que “y”, pero ambas palabras no dicen lo mismo.
El "pero" permite introducir matices, instaurar distancias, especificar el alcance de nuestras adhesiones, hacer reservas parciales, tomar precauciones ante posibles generalizaciones apresuradas, hacer honor a los casos particulares.
Por ejemplo: yo, igual que vos, estoy en contra del terrorismo, pero no creo en la versión oficial de que los autores intelectuales de la masacre de Charlie Hebdo sean fundamentalistas islámicos. Repudio la matanza de los dibujantes de Hebdo pero no celebro sus burlas a los creyentes musulmanes. Me consterné al escuchar la noticia, pero no me quise sumar al sentimentalismo obligatorio de tuitear "Je suis Charlie". Ese unísono global me parece una peligrosa oclusión de las diferencias.
Me gusta la irreverencia pero no encuentro gracioso que la pequeño burguesía ilustrada se burle de las creencias de un sector social estigmatizado, ofendido, explotado, despreciado. Me gusta que se rían de los poderosos, pero sé que en Europa los poderosos no son los millones de inmigrantes musulmanes. Los líderes de Europa marcharon el domingo bajo la pancarta “Je suis Charlie” pero la edición de esta semana del Hebdo no se burló de estos oportunistas que aprovechan una masacre de autor incierto para redoblar sus proyectos bélicos y sus despiadados planes de ajuste. En lugar de burlarse de Merkel, Rajoy, Hollande, Cameron y otros fanáticos del sistema (eso sería ser irreverentes de verdad), Charlie esta semana volvió a poner en tapa a Mahoma, perpetuando el equívoco de que el problema de Europa es el Islam.
Me gusta la irreverencia pero no encuentro gracioso que la pequeño burguesía ilustrada se burle de las creencias de un sector social estigmatizado, ofendido, explotado, despreciado. Me gusta que se rían de los poderosos, pero sé que en Europa los poderosos no son los millones de inmigrantes musulmanes. Los líderes de Europa marcharon el domingo bajo la pancarta “Je suis Charlie” pero la edición de esta semana del Hebdo no se burló de estos oportunistas que aprovechan una masacre de autor incierto para redoblar sus proyectos bélicos y sus despiadados planes de ajuste. En lugar de burlarse de Merkel, Rajoy, Hollande, Cameron y otros fanáticos del sistema (eso sería ser irreverentes de verdad), Charlie esta semana volvió a poner en tapa a Mahoma, perpetuando el equívoco de que el problema de Europa es el Islam.
Valoro la libertad de expresión pero en su nombre no adhiero a cualquier cosa que se publique. Por ejemplo, algunas tapas de Charlie burlándose de los musulmanes me parecen de una soberbia propia de las clases dominantes. Pero aun cuando considero esos dibujos discriminatorios, repudio el asesinato de sus autores.
Menos mal que existe la palabra “pero” porque, si no, no podría expresar mi posición de manera precisa.
3 comentarios:
No deja de llamar mi atención la circunstancia de que los muertos en la redacción de Charlie Ebdo fueron franceses, pero los que los mataron también lo eran.
Pero tienes toda la razón !
Muy buenas entrada !
www.rizarelrizzo.blogspot.com
Lúcido comentario, Pero."Me consterné al escuchar la noticia, pero no me quise sumar al sentimentalismo obligatorio de tuitear "Je suis Charlie". Ese unísono global me parece una peligrosa oclusión de las diferencias"...
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