sábado, 1 de febrero de 2014

Pasame pique, que te fuiste, y yo ahora me tengo que quedar pensando en todo aquello



Urbano Moraes fue bajista de varias de las formaciones de Eduardo Mateo: El Kinto, en 1967; La Morsa –“nunca llegamos a tocar”–; Tres Bigotes y una Mosca (1982), y La máquina del tiempo, después del regreso definitivo a su país en 1986, luego de un accidentado periplo. Tocó con varios grandes de la música rioplatense (como Rubén Rada y Hugo Fattorusso) y conoció los circuitos europeos antes de dedicarse a hacer su música en su país. Dice Urbano:

-Ahora los guachos están alucinados con Mateo y quieren imitarlo, pero sería bueno poder rescatar la cabeza de Mateo, cómo encaraba la vida. Nosotros somos más comunes. Podemos perder tiempo, decir ‘quiero vivir cómodo’. Obviamente es otra cabeza, otra manera de ver la vida.

El desapego de Mateo por lo material signaba su intensa búsqueda por otros mundos, de donde volvía hecho música, en el mejor de los casos. Su extraordinario poder de concentración lo hacía olvidarse del mundo, y en el mercado supieron aprovecharse de esta característica suya, haciéndolo tocar por poco o nada para otras bandas. Pero las innovaciones que se le atribuyen a Mateo no se limitaron, parece, sólo a lo musical:

- Experimentaba mucho. En realidad, la droga comercial que había acá era la marihuana... Bueno, ‘que había...’: empezó a haber a partir de que Mateo la trajo de Brasil. Vos podías fumar delante de un policía sin ningún problema, porque el tipo no tenía idea de lo que era. Y pastillas...

Por las épocas en que el maestro “andaba salado” había que cruzarse de vereda cuando se lo veía venir. Fue en una de esas que Urbano rechazó la oferta de formar una nueva banda con él y con el baterista Roberto Galletti. Y asegura que de eso sí se arrepiente ahora:

- Hay millones de cuentitos sobre Mateo; lo bueno sería que se haga un estudio profundo y dejen de ser cuentitos.

Para Urbano, aquel carácter apacible que de pronto se volvía severo y arbitrario –“cuando te retaba, seguro era porque estabas desconcentrado”–, aquel tipo que “sentía las cosas como las siente un niño, sin mucho pensar, sin mucha cabeza”, aquella lucidez, aquella mirada perturbadora que “te hacía ver tu caretez”, merecen un detallado trabajo de acercamiento, porque son, sin duda, reveladoras de una forma de ver el mundo que no es la habitual. De esa necesidad surge ahora, como una plegaria:

- Pasame pique, que te fuiste y yo ahora me tengo que quedar pensando en todo aquello. Pasame pique, que no me da a cabeza.

(Fragmento de "Imposible entender a Mateo", una entrevista a Urbano Moraes realizada por: Guillermo Villalobos. Texto: Marcelo Rodríguez. Leer la nota completa en el blog Un Largo, clickeando acá).



El Kinto - "Circa 1968"

00:00 - 01 - Don Pascual
03:18 - 02 - Muy Lejos Te Vas
06:42 - 03 - Voy Pensando
09:31 - 04 - Esa Tristeza
11:57 - 05 - Siempre Vas
14:43 - 06 - Estoy Sin Tí
17:41 - 07 - Yo Volveré Por Tí
20:13 - 08 - José
23:17 - 09 - Mejor Me Voy
25:27 - 10 - Ni Me Puedes Ver
28:14 - 11 - Suena Blanca Espuma
30:52 - 12 - Dámelo
34:11 - 13 - Príncipe Azul
36:40 - 14 - Pippo
40:26 - Que Me Importa

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