sábado, 3 de diciembre de 2022

Cómo volver del ridículo

Los pools de cinefilia de los últimos tiempos tendrían que servir como un llamado a la reflexión para parar la pelota y no hacer más papelones. Hay que repensar integralmente la noción de listas de "mejores" películas, ya que el concepto cayó en el ridículo.

¿Pasó algo en la última década para que una película de Chantal Akerman aparezca en una de esas listas como la "mejor de todos los tiempos"? Sí: la cinefilia se convirtió en un colectivo que está para el cachetazo.

Está claro que la repentina canonización de una película de Chantal Akerman no responde a ninguna mutación del concepto de cine ni a una revisión superadora de la importancia de las películas, sino a una rendición incondicional del colectivo cinéfilo a la agenda cultural.

Cuando en las redes aparecen burlas acerca del extraño resultado de los pools y alguno de sus hacedores rezonga: "¿qué film latinoamericano pondrías en la lista?" o ¿Estás menoscabando a alguien TAN importante como Akerman?" muestran su total ignorancia de la endeblez epistemológica del proyecto.

¿Desde qué atalaya se avista que Akerman es más "importante" o "mejor" que Bresson, Godard, Kiarostami o Hitchcock? ¿Desde qué posición se postula que Latinoamérica parece no haber dado nada relevante a la historia del cine?

A los gestores de estos pools ni se les pasa por la cabeza que no es un "ataque" a Chantal por ser "la primera cineasta mujer en ganar la encuesta" sino la aparición de un síntoma evidente de que la comunidad cinéfila es un concepto decadente.

¿Alguien puede molestarse en explicar desde dónde se avista que Chantal Akerman es más relevante para la historia que Leni Riefenstahl o Lucrecia Martel? ¿O que Friedrich Murnau y Rainer W. Fassbinder?

Fotos:

Sight and Sound 

Hitchcock y Truffaut

Hitler y Leni Riefenstahl

Los ángeles del pecado (Robert Bresson)

R. W. Fassbinder 

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