Ya está. Se terminó nuestro singular pos 2001. Miles de ciudadanos autoconvocados, o vecinos o familias argentinas, salieron de sus casas desafiando la inseguridad nocturna. La gente, como se encargó de decir una y otra vez el periodista de América que cubría en vivo el acto público, se fue a Plaza de Mayo con sus cacerolas a pedir por el campo argentino. Estaba enojada la gente. No había leche en las góndolas. No había carne tampoco. Entonces, a la Plaza, como unos años antes, cuando el ingeniero que resultó no ser ingeniero convocó a los suyos para terminar con los delincuentes y los traidores garantistas. Cartulina y fibrón una vez más. Algunos carteles seguían el viejo y feliz motivo del apóstrofe y el imperativo; otros, el de la identificación; otros el de la consigna pura y dura: Basta, Cristina; Yo estoy con el campo; No a las retenciones. Uno, más ingenioso, decía, tal vez como homenaje indeliberado al reciente y vigésimo aniversario de la muerte de Olmedo: Reteneme esta.
II
Eran las masas del campo las que estaban allí, para que los malpensados de siempre no dijeran que esas solo existen en el platito que acompaña el té de los propietarios de la tierra. Después, el piqueterismo K llegó para vindicar la historia. ¿Qué hacía la gente en el lugar del pueblo? Con su camisa negra y su andar matón, D’Elia conquistó ayer algunos puntos más en su carrera en pos de presentarse como el coco de la pequeñoburguesía argentina. Hace unos días le había tocado el turno a Moyano, pero el camionero es menos ganador con las cámaras que el amigo de Irán. Sin embargo, como dicen los buenos vecinos (esa categoría que Blumberg y Macri les regalaron al periodismo de hoy y a la sociología del siglo que viene), la plaza es de todos. Tienen razón: a fin de cuenta allí pusieron algunos las patas en la fuente y otros las bombas del 55. Se volvieron a escuchar viejos cantitos: “Patria sí; colonia no”, por ejemplo. También se escucharon las palabras Gorila y Oligarca y Sociedad Rural y los versos de la Marcha Peronista y del Himno Nacional Argentino. La historia no se repite, pero a veces rima.
III
Y otras veces no. Siete años antes, en el mismo lugar, se pedía que se fueran todos; ahora eso no se pide más, porque la que se tiene ir tiene nombre propio, el mismo de la que se tiene que quedar. El kirchnerismo repolitizó al país; en otras palabras: lo dividió allí donde durante un tiempo pareció que la pauperización noventista había cosido una alianza nueva. En 2001 se cantaba así: “piquete y cacerola, la lucha es una sola”. Pero no lo era. Ahora queda claro. El arco que va del helicóptero de De la Rúa a los camperos utensilios de cocina de ayer a la noche es también el que describe la clase media entre los bancos y las góndolas del súper.
IV
Ahora están peleados, pero Duhalde preparó buena parte del terreno sobre el que los Kirchner armaron una base de sustentación política firme y eficaz. Las asambleas se disolvieron; los cortes de ruta se redujeron. Las concesiones a ciertos reclamos que este gobierno ha hecho se leen también en estas renuncias. En política, parece, conveniencia es convicción. Por lo demás, el reparto de la renta sigue tan injusto como antes. El consenso es una hegemonía de clase: Néstor y Cristina saben su Perón. Sin embargo, a los Kirchner se los corre por derecha. Y es que ambos hacen lo que gestores y republicanos de salón detestan: no guardan las formas. Su retórica, es cierto, no es atildada. ¡Con lo simpático que era Carlos Saúl! ¡Y lo informe que era el Fernando! ¡Y lo seriecito que parecía Eduardo! En cambio, este matrimonio bizco y cartilaginoso se las da de peleador. Si existen o no los gorilas es un tema a discutir, pero, independientemente de las conclusiones, lo notable es el retorno de esa palabra (y otras a ella asociadas) de entre los muertos. Porque un viejo fantasma recorre Argentina: el fantasma de la Unión Democrática. Su nombre ahora es Coalición Cívica.
V
América insistió ayer en dividir en dos su pantalla. No era un homenaje a Brian De Palma, no; era una curiosa manera de ponerle forma al fondo de división. Sus locutores insistían en hablar de diálogo, es decir, en reclamar el consenso que se había salido de madre. Se nos advirtió, con tono grave: cuidado con la venezualización de Argentina.
Y ahí va a apuntar Carrió, seguramente. Porque no es tonta. Lilita se subió al carrito de la ética, se colgó un crucifijo extra large y visitó todos los canales de divulgación de la vieja derecha nacional. Ahora, cuando le preguntan la hora cita a Hanna Harendt. Por lo demás, manda fruta, así que hoy será un día para reencontrarse con sus dislates. Hablará de patoterismo y de corrupción, de injusticia y propaganda, de cooptación y antirrepublicanismo; en algún punto tendrá algo de razón, quién sabe. Ese es su diccionario. Pero lo que pasa tiene otro nombre, viejo y demodé. Se llama lucha de clases. Brrr. Con lo bien que andábamos sin ella. Ayer, 25 de abril de 2008, la historia volvió a decir hola. Su saludo no es simpático; su visita incomoda; sus ropas huelen esta vez a bosta.
JOSÉ MICCIO
22 comentarios:
Buenos Aires, 27 de marzo del 2008
En el marco de un conflicto que afecta a toda la sociedad y entendiendo que, más allá de matices, errores y equívocos, lo que se trasluce hoy es la pugna entre dos modelos políticos, económicos y sociales de acumulación, los que firman abajo entienden que un paro de esta intensidad y por tiempo indeterminado es comprensible en momentos de apremio, por una muerte, por un hecho que acorrala y empuja a la defensa. No lo es por el deseo de ganar más o reformular un impuesto. El paro por tiempo indeterminado es una de las últimas armas de la acción política. Cuando no hay urgencias, la salida natural debería ser el diálogo.
Con ánimo de promover el debate y no de clausurarlo, entendiendo que esta situación perjudica a todos los argentinos, sabiendo que nuestra voz es muy pobre frente a los hechos de la realidad, pero aún así con ganas de fijar una posición, por este medio, los que firmamos queremos dejar en claro que entendemos el paro que llevan a cabo las instituciones agremiadas a la actividad agrícola-ganadera como una medida desmesurada, abusiva y completamente injustificada. Y si sabemos que no se debe tratar de la misma manera a los grandes grupos y a los pequeños productores, queremos revindicar las políticas de retenciones sobre los sectores de la economía que producen con mayor valor agregado, en tanto son estas políticas de redistribución positiva de la renta: necesarias, inclusivas e históricamente nucleares del proceso de desarrollo de la República Argentina.
Juan Incardona
Diego Vecino
Patricio Erb
Juan Terranova
Ignacio Maciel
Sebastián Morfes
Celia Dosio
Carlos Godoy
Diego Sánchez
Agustin J. Valle
Gabriela Vulcano
Mercedes Halfon
Juan Pablo Lafosse.
Luciano Lamberti
Emma Peel.
Fernanda Nicolini
Marina Mariasch
Blanca Soledad Fernández
juan manuel strassburger
Carlos Romero
Facundo Di Genova
Mariana Yañez
Podés enviar tu Adhesión a
ledecimosnoalparo@gmail.com
Agradecemos la difusión.
"Emma Peel" ????
Emma peel era k??
no lo puedo creer!!
Eamonn siempre atento a lo fundamental, no se deja engañar por lo accesorio: evidentemente esta lista no tiene peso si uno agrega un nombre cualquiera (como se suele hacer en estos foros, donde abundan los nombres de fantasìa).
Un petitorio asì tendrìa peso si uno lo hace circular en mano, si sale a la calle y se junta a debatirlo con personas de carne hueso. A debatir, porque està polìtica de la cacerola es un retroceso a lo preverbal: cuando estas señoras y señores golpean la cacerolita uno no tiene que andar pensando què dicen, què intereses defienden, què quieren en el fondo.
Golpear la cacerola por eso es algo que ha sido tan pròspero en momentos en que la pequeño burguesìa cualunquista sale en defensa de sus prerrogativas simbòlicas: nosotros somos "la gente".
Yo no soy la "gente", yo estoy en contra de la gente. Y esta revoluciòn de soja y alumnio me encuentra una vez màs en contra de la "gente".
No es que los peronistas me convenzan: es màs, me despiertan serias dudas. Los que no me despiertan dudas son "el campo" y la "gente".
A mì no me cabe ninguna duda: una vez màs yo estoy en contra de ellos. Y eso a esta altura de mi vida me parece irresoluble.
Me parece que no se puede reducir o simplificar la cosa a estar con “el pueblo” o con “el campo”, yo creo que el estado tiene el derecho de cobrar retenciones, el tema es qué hace con lo que recauda y qué controles democráticos existen al respecto.
El gran misterio de la crisis actual es el siguiente: cómo puede ser que, después de cuatro años con una administración supuestamente de centro-izquierda, miles de pequeños productores hayan decidido que la mejor manera de defender sus intereses sea aliarse con un puñado de multimillonarios?
"lo que se trasluce hoy es la pugna entre dos modelos políticos, económicos y sociales de acumulación"
totalmente de acuerdo, los dos acumulan guita para su propio bolsillo, los "privados" ( excluyo a los pobres chacareros desdentados, por supuesto)y los del gobierno.
che, cuantos años tienen los q firman ahi?
son escritores?, una duda q tengo nomas, porque tanto por la forma de redactar como por la claridad conceptual, mas bien parecen almaceneros, con perdon de los almaceneros.
saludos
che , cuervo, como?, no conocias a emma pil, que papelon, es re cool, pertenece al circulo de la tilingueria intelectualoide snob KK, viste, hay para todos los gustos
No hay que confundir la gente con "la gente" que construyen los medios.
Los medios son los creadores del estereotipo de "la gente". Son su materia prima.De ahí en mas el estereotipo lo adoptan los inrelectuales que interpretan el pensamiento de "la gente" porque hablan con un tachero o el diariero.
Igual, y a pesar de nuestras insalvables diferencias políticas, en algo nos parecemos, Oscar. Tampoco yo soy "la gente" y también estoy en contra de "la gente". Por eso, tampoco comparto la lucha de clases, a la que hace mención el señor Miccio. Porque no soy "una clase" y estoy en contra de "la clase".
Dentro de mis muy escasas posibilidades para hablar de política (no porque no quiera sino porque no puedo, ya que en este "campo" y en este "gobierno" como en cualquier otro, todo es desconocido y anónimo, desde el consejero vecinal que en mi perra vida supe quién era porque ni siquiera se tiene dónde averiguar, hasta las alianzas secretas, los pactos traidores, los proyectos mentirosos, las estafas, las imposturas) hay dos cosas que alcanzo a ver con claridad:
1) el talento que tiene la señora presidente para confundir y mezclar asuntos que no tienen nada que ver con el tema de que se trata (el ridículo lloriqueo sobre el ser mujer, por ejemplo)
2) los pilares en que se apoya para atemorizar a las "clases" media y alta: matones y mercenarios, traidores de los obreros y de los ideales por los que murieron tantos hijos cuyas abuelas y madres fueron hoy a brindarle respaldo.
Cuervo estoy de acuerdo con lo que decis con respecto a la carta y me permiti citar tu comentario en tu blog al repecto en el blog de donde salio.
El tema con los lugares del mundo intelectual es delicado, no hay razonamiento que resista un jefe de gobierno. La pregunta es donde estaban las cartas cuando Telerman endeudaba la ciudad y convertia a la misma en algo aun mas prohibitivo? La idea de que la mayoria de los que hoy no leen o chillan por los centros culturales cerrados; eran los mismos que tomaban de la mano de Telerman es siniestra porque Telerman lo es aun mas que Macri.
Pero como se debate eso si el campo intelectual se niega a cualquier tipo de intervencion que no nazca de su propia crianza?
Firmas con nombres de fantasia o jugar al bombardeo blog pierde peso cuando no sos actor politico pensando la politica de hoy y te limitas a decirte peronista de peron, eso es asumirse como injerto.
Otra cosa, por mas que yo no acuerdo con voto K, es pensar como no derrpar en la politica K. La pregunta es que se hace cuando uno no esta de un lado ni del otro y menos aun del lado de Carrio y su crucifijo malefico
saludos y gracias por tu comment en caspa
eamonn:
ni yo sostuve, ni tampoco el autor de este post, el dilema "con el pueblo" o "con el campo". Fijate que esos planteos dicotómicos abundan entre los que salen a apoyar al "campo" golpeando cacerolas, y en los grandes pools mediáticos que no bajan ni un minuto durante las 24 horas del día la placa "El campo vs. el gobierno"; "Los piqueteros vs. los manifestantes".
Vos sos un agudo lector y no creo que puedas afirmar que en algún lugar de este blog se habló de "pueblo" vs. "campo". Las cosas son más complejas en la Argentina y exigen un análisis más ponderado.
Supongo que entre los que están cortando rutas estos días hay muchos chacareros que están expresando reclamos que quizá sean legítimos. Pero el apriete que estamos viviendo tiene una dirección política que se ve claramente en el tratamiento mediático y en las consignas cualunquistas del barrio Norte, los mismos que hace 72 horas decían que hay que terminar con los juicios masivos contra los terroristas de estado: como verás, nada que defienda los intereses de los pequeños chacareros.
Yo le pregunto a las personas honestas y pensantes de cualquier idea política si creen que los desplazamientos de Delía representan un problema decisivo en la Argentina. Yo creo que no, que es un espantajo que la tv hoy necesita y lo van a seguir a sol y a sombra para trasmitir una idea sencilla y falsa.
Creo que el gobierno ha sido torpe al poner en un mismo bloque a pequeños chacareros y grandes latifundistas, que no supo articular un sistema de alianzas con sectores rurales que históricamente no estuvieron cerca de la oligarquía.
Creo también que la oligarquía sigue existiendo y está lejos de ser una categoría caduca. Que la oligarquía gobernó directamente el país durante la dictadura y que hoy se siente molesta no porque el gobierno peronista sea "el pueblo", sino porque en lugar de gobernar directamente tienen que sentarse en una mesa de negociaciones. Y la oligarquía argentina es una clase extremista que nunca ha estado dispuesta a negociar.
Creo también que los poderes permanentes de la Argentina desde 1880 hasta hoy no salen a defender a los pequeños chacareros; que el grupo Clarín, que hasta hace poco decían que era un instrumento kirchnerista, no le está poniendo presión a este conflicto para defender a estos chacareritos; y que la gente que sale a golpear cacerolas sin decir qué modelo de país propugnan tampoco lo hacen para defender a los mentados "pequeños".
Como dice Miccio en su post hay una alianza de hecho desde 1945, que atraviesa la Argentina moderna: la Unión democrática, a punto de trasmutar en Coalición Cívica. Es en el discurso de Carrió donde apareció el engañosos eufemismo "el Campo". Y es en los grandes pools mediáticos que alientan el cualunquismo porteño donde se habla de "la gente".
Pues bien,contra esos trazos gruesos de los autodenomindados "gente" y "campo", contra esos yo estoy. Hace rato, y los sucesos de esta semana no hacen sino reforzar esta idea.
la seguimos luego
Anónimo no sé cuánto:
yo no dije que no conocía a Emma Pil, la conozco, pero no pertenzco a ninguna tilinguería snob KK.
Tampoco me interesa diferenciarme de esa supuesta tilinguería de la que hablás, porque estoy muy preocupado en diferenciarme de los gorilas que desde hace décadas son idénticos a sí mismos, a pesar de que hoy se presentan como "la gente" y "la nueva política".
Anónimo siguiente:
yo creo que no existe un sujeto político llamado "la gente" y tiendo a desconfiar de quienes emplean ese conflicto. Yo, con esa gente que se llama "gente" tengo serias diferencias políticas, porque esconden sus intereses políticos detrás de esa engañosa palabra. Creo que la "gente" es una identidad politica vergonzante.
Tatiana:
yo la lucha de clase ni la comparto ni la dejo de compartir. Más allá de eso, hay lucha de clases y eso es lo que se lee sin demasiado esfuerzo en los acontecimentos de esta semana.
Pero la ventaja del concepto "lucha de clases" respecto de "la gente" es que trata de pensar las posiciones en función de conflictos, de intereses encontrados (algunos conciliables y otros inconciliables) y no de identidades sustanciales y homogéneas.
A mí Delía me despierta conflictos, pero no considero que represente intereses inconciliables con los míos. Yo no me compro el verso de que Delía es la violencia y los que cortan las rutas y tiran la leche sean sectores que luchan legítimamente. Creo que tirar la leche y cortar las rutas es muchísimo más violento que las boludeces que hace Delía. Pero los medios y la clase media (tizada) sólo se desgarran las vestiduras por Delía.
Creo que Delía al gobierno le hace más mal que bien y que a los sectores anteriormente conocidos como "gorilas" (y que ya no hay que llamar gorilas, según sentenció Tomás Abraham) les viene de perillas Delía. ¡Mientras esté Delía tienen a un espantajo! Ya ves, una persona inteligente como vos está gastando pólvora en chimangos, obsesionándose con el nuevo cuco de la middle class (anteriormente conocida como...).
Ay Tatiana, vos que sos tan crítica, ¿cómo es que repetís obedientemente los lugares comunes fomentados por los mass media?
Realmente pensás que el adversario en estos días es Delía?
¿No pensás que si esas madres y abuelas templadas en la lucha contra la dictadura, cuando NADIE más que ella salían a enfrentar a los terroristas de estado, hoy estaban como vos decís "brindándole respaldo" a la presidente es porque a partir de 2003 se produjo un corte decisivo respecto de las complicidades del estado argentino con los terroristas, que fue recién ahí que se dejó de cobijar a los asesinos que venían zafando con los engendros jurídicos ideados por Alfonsín y Menem?
¿No creés que muchos de los que hoy fogonean los cacerolazos son los que más que por las retenciones están preocupados por el hecho de que siga siendo posible a futuro un terrorismo de estado, con secuestros y asesinatos masivos?
¿Tan preocupada estás por Delía que perdés de vista la ingeniería de esta semana inolvidable?
Helena:
uh, veo mis comments anteriores y se me fue la mano, yo que decía que había que ser sobrio en el uso del discurso... saludos y gracias!
"...evidentemente esta lista no tiene peso si uno agrega un nombre cualquiera (como se suele hacer en estos foros, donde abundan los nombres de fantasìa)."
sabia q eras mentiroso, siempre lo haces cuando estas discutiendo, pero no sabia q eras capaz de mentir tan alevosamente
Oscar:
A la lucha de clases, yo sí la he dejado de compartir. Vengo de un largo pasado anarquista (el del lado de la no violencia) y la historia nos dio suficientes muestras, creo, de adónde van a parar las luchas de clases y la violencia. Pero no es mi intención debatir ahora estos temas. Sólo (para no abundar en el uso del discurso) me gustaría decir que para mí no existen las cuestiones pequeñas. Será que me quedó grabado lo de que "el que es fiel en lo poco es fiel en lo mucho" o lo de que "los baobabs comienzan por ser pequeños". No sé. Pero a mí no me asusta D'Elía ni Moyano. Me asusta lo que ellos representan. Me asusta lo que siempre me asustó infinitamente más que los enemigos. Me asustan los traidores. Y ya lo dijo Alfredo Zitarrosa: un traidor puede más que mil valientes.
Y en cuanto al corte decisivo con los terroristas, no creo que sea tan decisivo. Ya están tan viejos los que lo fueron que la prisión domiciliaria la cumplen bronceándose al sol en el balneario de Pinamar, por ejemplo, o muriéndose de muerte natural. Decisivo habría sido unos cuantos años atrás, antes de que pudieran terminar su obra destructora desde los poderes más altos, si Alfonsín no hubiese sido un cobarde y Menem un pelele.
Perdón por haber dicho que no iba a abundar y abundé.
oscar, si te queres diferenciar de los gorilas, te aconsejaria te fueras ya del kirchnerismo, esta lleno
empezando por fernandez, ex socio de cavallo, siguiendo con scioli, el pedante ministrito de economia lousteau, que no tiene nada q envidiarles a los chi-CAGO boys de los 70...
para no hablar directamente del verdadero presidente nestor y sra., con su doble discurso, por un lado se dicen izquierdosos, justicia social ( q ademas no cumplen) puro bla bla bla, y por el otro llevan una vida digna del mas asqueroso gorilaje
a esta altura, no me vas a decir q te tengo venir a contar yo lo q siempre fue el peronismo...
En mi opinión, tiene razón Miccio. Nos guste o no, sigue vigente la categoría "lucha de clases" para analizar determinadas situaciones sociales. Existen diferencias de intereses a veces imposibles de conciliar, así como existe la violencia que generan situaciones injustas, mal que nos pese. Entiendo las intenciones pacifistas y en buena medida las comparto...pero resulta que no somos todos iguales a la hora de intentar redistribuír la riqueza, parece. Y en algunas ocasiones, a ciertos mercaderes no queda otra que echarlos del templo...
Y también tiene razón en eso de que el tufillo golpista , en nuestro país, siempre tuvo olor a bosta ganadera.
Ahora bien, si el 25 de marzo del 2008 la historia dió un saludo incómodo, espero que para el 25 de abril del 2008 (fecha citada en el artículo)...su saludo sea un poco más amable. Espero.
¡Uy, qué pavote! Claro, donde dice abril debe decir marzo. Gracias, Iliana.
Si no es impertinencia remitir desde un blog a otro (creo que no porque está entre los links amigos), traten de leer el post de hoy de Tomás Abraham, a ver qué les parece. Obviamente, a mí me pareció muy bueno.
Yo estoy de acuerdo con las retenciones, sólo que tendrían que ser progresivas. En otros países el 45% es una cifra perfectamente normal para los que tienen ingresos más altos. Y en este caso con más razón, ya que los grandes terratenientes se están beneficiando con un dólar que el gobierno mantiene alto para privilegiar las exportaciones. Así que deberían bancársela con un poco más de dignidad. Nadie quiere pagar más impuestos, eso está claro, pero utilizar estos métodos para meter presión por un asunto de impuestos (incluso aunque no sea más que una excusa) es un abuso tremendo.
El error del gobierno (porque es una gran injusticia y además un error de cálculo político) fue meter a los agropecuarios medianos y chicos en la misma bolsa. Y Delía... Pero creo que el problema no es él, sino la tradicional práctica peronista de mandar a los muchachos para armar kilombo cuando hay que desestabilizar (así consiguieron voltear a Alfonsín y le dieron el empujoncito final a De la Rúa), o para quebrar una manifestación cuando no quieren que los desestabilicen, como ahora. Es algo difícilmente defendible para una persona que se considera demócrata. Pero es así, y desde hace bastante tiempo. ¿Tiene arreglo? ¿Hay que contentarse diciendo que los peronistas son los únicos que pueden gobernar?
Saludos,
Anastasi
Hola!
Que lío se armo con lo del campo, estuve leyendo los comentarios, acalorado debate se armó!
yo ni intento meterme, en realidad la foto del piquete chic me dice mas que suficiente. y bueno, es que en Buenos Aires si falta la carne en las góndolas del super entramos en pánico, comienzan los saqueos, etc. me causa un poco de gracia, por que me parece que acá están tan acostumbrados a tener todo que ponen el grito en el cielo si no pueden comprar cuadril o nalga.
y yo que ya me estaba preparando para comer arvejas enlatadas. :D
aunque a estas alturas esto no le importe a nadie, creo que la soja vuelve estériles a los campos, no seria bueno que pague un poco mas el que quiere cultivarla?
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