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El "Estimado" del encabezamiento no es un formalismo, lo escribo en sentido propio y literal. Sos estimado, a pesar de no conocerte personalmente, por tu desempeño ante cámaras y micrófonos. Hace poco leí en el blog de Lucas una nota tuya que me hizo acercarme a tu experiencia, la de alguien que conduce un espacio en el prime time de la Televisión Pública, un espacio con un altísimo perfil que en los últimos años se convirtió en algo más que un simple programa de televisión, aunque después de todo 678 es también un simple programa de televisión. Creo que esa dualidad entre ser una cosa y ser la otra debe producir en quienes lo hacen un vértigo especial. Ese alto perfil mediático y político del programa que conducís te llevó, por lo visto, a vivir situaciones de violencia emocional y moral que muy bien narraste en tu nota, y que también se dejan ver en tu respuesta a mi nota: "Hacer 678 es sentir que uno hace algo malo -decís-, porque muchos se encargan de que uno lo sienta. 678 está mal. Es el hecho maldito de la televisión hamburguesa". No me parece casual que seas vos, entre todos tus compañeros, el que se haya tomado el trabajo de contestarme extensamente, eso habla de una sensibilidad especial y de una apertura. Aprovecho esa apertura para responder solo a algunos puntos de tu nota, los que exigen alguna aclaración, para que este intercambio no se ramifique infinitamente:
El "Estimado" del encabezamiento no es un formalismo, lo escribo en sentido propio y literal. Sos estimado, a pesar de no conocerte personalmente, por tu desempeño ante cámaras y micrófonos. Hace poco leí en el blog de Lucas una nota tuya que me hizo acercarme a tu experiencia, la de alguien que conduce un espacio en el prime time de la Televisión Pública, un espacio con un altísimo perfil que en los últimos años se convirtió en algo más que un simple programa de televisión, aunque después de todo 678 es también un simple programa de televisión. Creo que esa dualidad entre ser una cosa y ser la otra debe producir en quienes lo hacen un vértigo especial. Ese alto perfil mediático y político del programa que conducís te llevó, por lo visto, a vivir situaciones de violencia emocional y moral que muy bien narraste en tu nota, y que también se dejan ver en tu respuesta a mi nota: "Hacer 678 es sentir que uno hace algo malo -decís-, porque muchos se encargan de que uno lo sienta. 678 está mal. Es el hecho maldito de la televisión hamburguesa". No me parece casual que seas vos, entre todos tus compañeros, el que se haya tomado el trabajo de contestarme extensamente, eso habla de una sensibilidad especial y de una apertura. Aprovecho esa apertura para responder solo a algunos puntos de tu nota, los que exigen alguna aclaración, para que este intercambio no se ramifique infinitamente:
1) Mi frase "No adhiero en absoluto a los que desde la corporación mediática pretenden descalificar a los panelistas de 678 tildándolos de corruptos, chorros o ruines" fue escrita con toda seriedad y espero que así sea tomada. Si leés este blog con frecuencia, como decís, habrás notado que no suelo recurrir a ese tipo de sospecha mezquina para invalidar la posición de alguien con quien discuto, e incluso rechacé ese recurso cuando en su momento reivindiqué 678 como "el mejor programa de la televisión" (a veces soy desmesurado). Yo hablo sobre 678 desde una perspectiva política o estética y no me interesa para nada ni moralizar ni criminalizar la disputa. Creo que gran parte de tu respuesta gira alrededor de haber entendido, erróneamente, que los acusaba de "ganarse unos pesos en un kioskito K", o del "delito de cobrar por trabajar", lugares comunes de la injuria que ustedes reciben de parte de los medios corporativos. Bueno, no. Mi frase final y mis notas anteriores sobre 678 impiden esa interpretación.
No estoy tildándolos de corruptos cuando hablo de "una defensa corporativa no ya del gobierno, sino de su propio kioskito". Todos tenemos un kioskito, yo lo tengo: pongamoslé que este blog o que el programa de radio o la revista que hago son mi kioskito: una carrera, un emprendimiento, un rol, una imagen pública, un objeto de afanes, satisfacciones y disgustos. Cuando uno recibe ataques, trata de cuidar su kioskito. Cuando uno se obsesiona con el cuidado del kioskito, puede terminar pensando que todo el que hace una crítica quiere destruir el kioskito, o lo que es peor, que cuando te critican el kioskito te quieren aniquilar a vos mismo. Entonces uno se encierra en una posición defensiva y termina quedando atrapado en su kioskito. Si uno fuera capaz de no cuidar el kioskito, quizás podría dejar entrar corrientes de aire fresco que transformen el kioskito en un lugar más respirable.
Creo que ustedes, los de 678, fueron atacados injustamente, sin fundamentos y con mala leche por un sector muy poderoso de la Argentina, lo que yo llamo "la Normalidad Argentina". Y los atacan no por sus posibles errores, sino por sus aciertos. Por haber ayudado a romper el cerco comunicacional en que nos encontrábamos allá por 2008. Eso los puso en la mira y vienen recibiendo palos y palos desde hace años. Esta exposición feroz, este perfil altísimo, es el costo de haberse puesto en el ojo de la tormenta. También es un privilegio para ustedes ocupar el prime time de la Televisión Pública y ser el centro de tantas miradas y críticas, no es necesario que lo estén padeciendo como un martirio. Están en un lugar interesante, después de todo: calavera no chilla.
Me da la impresión de que los duros ataques les provocaron una rigidez defensiva a la hora de escuchar cualquier crítica. Antes de que fuera Presman yo vi a Horacio González hacer algunas objeciones atinadas a las rutinas más mecanizadas del programa y pudo verse en las caras y en el tono de voz de algunos de los panelistas una reacción arisca, nula predisposición a la escucha de una disidencia de parte de los compañeros de ruta. Cierta soberbia también los ha llevado a poner el acuerdo o desacuerdo con la línea del programa en el campo de la teoría de los dos demonios, como dijo con mucho desvarío uno de los panelistas el lunes pasado. Quizá no todos los panelistas estén de acuerdo en reducir en forma tan brutal las posibilidades de Pinti, Darín o Presman para tener que estar totalmente a favor o absolutamente en contra de 678, pero lo cierto es que prima cierto espíritu de cuerpo cuando el compañero panelista dice una barbaridad así. Ese espíritu de cuerpo lo vi de manera muy insoportable la última vez que fue Lucas Carrasco. Pero entonces tengo que pasar a otro item.
2) Dije: "una estructura pesada como 678 hoy tiene que dedicarse más que nada a cubrir los flancos que muestran sus panelistas, y no parece capaz de contener a uno de los tipos más interesantes que pueden estar en la tele". Y en tu interpretación de la palabra "contener" agarraste para el lado de los tomates. Mirá, yo lo escribí en este blog ni bien pasó ese episodio:
"Lucas logró lo que una vieja amargada (Sarlo) hubiera querido pero no sería capaz: mostrar la cara retrógrada de una clase media de modales correctos. No solo porque a Dante Palma se le escapó una cosa, fea, horrible, sino porque después vino la reacción ortiba de Nora Veiras y el resto del panel no tuvo la sensibilidad ni la inteligencia de revertir la vergüenza en algún tipo de reflexión y en cambio hicieron como que nada pasaba, la peor reacción posible. Para mí, primero fue penoso, porque me considero amigo tanto de Lucas como de Dante, pero eso no importa tanto porque es asunto mío. Después me quedé pensando que una forma televisiva que no es capaz de asimilar el desafío que plantea la brillantez desbordada de Lucas debe revisar el trasfondo político de su funcionamiento". (Completo acá).
Entonces lejos estoy de pensar que a Lucas hay que aplicarle una contención psicológica, cuando lo que pienso es que la estructura de 678 no se pudo bancar su brillantez y lo salieron a cruzar malamente. No es casual que al final de ese programa vos hayas sido el único en expresar tu simpatía o tu respaldo a Lucas. Se notó que vos te pusiste mal por el episodio. Pero también se notó mucho que el resto del panel no tuvo el valor de discutir públicamente la ortibeada de Dante, quizá porque estaba de acuerdo con él o por simple espíritu de cuerpo. Si todo ocurrió en cámaras, no se vio después que este episodio pudiera ser analizado también ante cámaras. Ustedes mismos se presentan como un programa de análisis de medios y ponen la lupa sobre cada pequeño lapsus de los periodistas de Clarín. El asunto es que pasa algo grosso en el mismo programa de ustedes y no encuentran manera de procesarlo. Tu simpatía hacia Carrasco se hizo sentir, pero en términos de una crítica de medios hace falta algo más que un mimo para analizar una actitud de moralismo pequeño-burgués de parte de un integrante de su panel. Si a Lucas le hubieran hecho eso en TN, habrían pasado el tape 25 veces a lo largo de cinco semanas. Pero al otro día no dijeron nada: no hubo auto-crítica de medios.
Por otro lado, no creo que a Lucas haya que cuidarlo: es un periodista brillante y convierte cada aparición suya en cualquier programa de tele (hasta los más pedorros) en motivo de regocijo. Tiene uno de los blogs más leídos e influyentes de habla hispana. Así que me parece que muchas veces él nos tendría que cuidar a los demás.
3) No puse el acento en llevar a figuras de la "opo" para mostrar el pluralismo de 678 (aunque no le ha ido mal al programa las pocas veces que apareció la "opo": ya dije que el trabajo de Cynthia en el cacerolazo fue genial). El día después del cacerolazo 8N yo me entusiasmaba: "¿Tendría Cynthia que haber tratado de hacer quedar bien a los caceroleros? Para eso trabajan los medios de Clarín y sus socios todo el tiempo. Lo que la Televisión Pública tiene que hacer de ahora en más todo el tiempo es dejarlos hablar, conversar con ellos con agenda abierta, que se explayen hasta donde puedan llegar. Si dicen cosas inteligentes, aprender de ellos y, si se desbocan, dejarlos expuestos".
Pero fijate que cité al Pájaro Salinas acerca del sectarismo de Gvirtz hacia adentro del propio kirchnerismo. Y ni vos ni los otros que salieron a defender el programa recogieron ese guante.
Pero fijate que cité al Pájaro Salinas acerca del sectarismo de Gvirtz hacia adentro del propio kirchnerismo. Y ni vos ni los otros que salieron a defender el programa recogieron ese guante.
4) Si te parece que mis críticas a 678 son excesivas y soy condescendiente con la corporación mediática que los ataca, te invito a revisar las etiquetas Clarín y Medios de este blog un día que tengas tiempo.
5) No creo que sea cierto que el único programa en que los invitados se permiten criticar su línea editorial es 678. Ustedes han mostrado al Chino Navarro, a Luis D'Elía, a Daniel Fanego o al propio Pinti en los programas del Grupo, dándoles duro. Lo que digo es que se ve que ustedes en lugar de recibir esos cuestionamientos con alegría, como una oportunidad de demostrar la apertura a la crítica de que pueden gozar, lo viven de un modo persecutorio. Ayer, la noche después de la visita de Presman y el debate que se abrió, se los veía auto-conmiserándose, enojados, con ganas de disipar las dudas planteadas en lugar de seguir abriendo una auto-crítica del medio.
6) Un amigo te dijo: "¿para qué le vas a dar identidad a Cuervo que no es nadie? ¿para qué le vas a contestar si no lo conoce nadie, si no tiene trascendencia?". Vos tuviste la dignidad de no darle bola a tu amigo y condescender a responder a este blog sin trascendencia. ¿Viste? Tengo identidad, a pesar de que no me conozca nadie. Y te digo que te cuides de tener amigos tan pelotudos como el que te dijo semejante lanatismo.
7) Todo esto es opinable: yo hago este blog ignoto, vos hacés un programa del que todo el mundo habla y acá andamos. Te mando un respetuoso saludo.
2 comentarios:
carrasco me parece brillante, ahora en twitter parece estar medio en contra de kiciloff
yo que sé
palma estuvo para el culo y le faltó el respeto a barragán como conductor ese feo día
por qué? celos? no sé...lo que sí sé es que la derecha nunca haría esto, se abroquela, pueden aparecer desnudos que a lo sumo el compañero de banca dice que es por una fiesta de disfraz
debemos aprender de ellos, los de derecha a no pelearnos
hasta el 2003 iban ganando ellos
Yo no me peleé con Barragán ni con Palma. Les hago una crítica nomás. Hay cosas que no hay que aprender de la derecha, porque el riesgo es volverse como ellos: o sea: de derecha.
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