lunes, 21 de octubre de 2024

Los vuelos de la muerte y el fullero: arrancaba la campaña

Cuando el dedo de Cristina eligió a Massa
   

Cristina usó la recuperación de un avión de los vuelos de la muerte para señalar a Massa como su candidato. Junio de 2023. Algo me hizo mucho ruido. No tanto el hecho de que Massa jamás tuvo esa causa como propia sino la horrible ocurrencia de manosear la memoria de los compañeros arrojados al río para hacer un lanzamiento electoral. Me hizo ruido pero me callé, porque quería evitar que la derecha ganara las elecciones. Hoy veo ese acto como el síntoma inequívoco del peor de los manoseos. Perdimos, no sirvió, pero lo más ofensivo es que Cristina y Massa usaron ese escenario para un acto proselitista. En junio de 2023 me lo guardé y hoy me lo reprocho: debería haberlo dicho.

Los enemigos que estuvimos enfrentando durante estos años decían que iba a acabar encerrada en su pequeña secta. Se los discutí siempre. Hoy parece encaminada a darles la razón a nuestros enemgos y a tratar a los amigos con desprecio y ferocidad. Creo que recibieron encuestas que dicen que en la provincia conserva una imagen alta y por lo tanto siente que es su momento de acumular poder para luego armar las listas de 2027. Suena obsceno en este contexto pero es la única explicación que se me ocurre. 

Porque si quisiera organizar el peronismo esta semana logró todo lo contrario: dividirnos a los que estuvimos unidos durante 20 años. Es tan evidente que el único resultado concreto fue sembrar cizaña entre los más fieles militantes del proyecto, ya que, si no, no tendría sentido que toda la energía vaya dirigida no contra milei ni contra el peronismo colaboracionista sino contra quien hoy recibe mayor cantidad de apoyos entre los nuestros, apoyado incluso por personas que no la votarían a ella. Todos los kirchneristas y unos cuantos no kirchneristas ni peronistas estarían apoyando a Axel si ella no hubiera desatado esta obsesión por dañarlo. Incluso no es capaz de medir que tambien a ella le produce un daño que esta vez será irreparable, porque muchos de quienes la seguimos hasta ahora no volveremos a seguir sus indicaciones nunca más. Cristina no se mostró implacable ni con Massa ni con Alberto, quienes durante años la acusaron de corrupta, de matar a Nisman, o amenazaron llevarse en cana a "los ñoquis de la Campora". A ninguno de ellos les dijo Judas ni desató una campaña insensata como la que hoy dirige contra nuestro mejor compañero. Está contra Axel, quizás porque ve que por primera vez él tiene posibilidades de sucederla en la conducción del proyecto que inició Nestor. Ella conoce bien a Alberto y a Massa y por eso sabe que ellos, llegando al poder favorecidos por su dedo, no iban a continuar el proyecto de Néstor. 

"Vos sos medio fullero-le dice Cristina a Massa en junio de 2023-, porque cada cosa que le digo me contesta: 'Te apuesto esto, te apuesto un costillar, te apuesto lo otro'", comentó Cristina y continuó: "Hay gente que apuesta, y está bien apostar porque para ganar hay que apostar, siempre". Según la Real Academia Española, "fullero" se refiere a una persona que hace fullerías. La RAE define "fullería" como trampa y engaño que se comete en el juego y astucia, cautela y arte con que se pretende engañar.

A Alberto se encargó de anularlo desde el día en que asumió la presidencia, lo que no le costó mucho porque él es bastante nulo. Pero al dañarlo se dañó a ella como responsable de armar una fórmula destinada al fracaso político. Massa es el político más opaco y sospechoso de toda la política argentina y el que probablemente la cagaría como ya lo hizo, pero ahora desde la presidencia, en el caso de que hubiera ganado. Como sea, no me quedan dudas de que Massa jamás va a conducir el rumbo de la patria hacia el lugar que los kirchneristas queremos. Sus alianzas con el poder económico argentino y yanqui son incompatibles con un proceso de liberación nacional y justicia social. Solo basta con saber que él armó y financió las listas de milei desde los medios y las empresas con las que está aliado. Massa era el dirigente que ni siquiera iba a encabezar desde la oposición las ideas por las que lo votamos. Y efectivamente, desde que perdió en manos de su propio engendro no fue capaz de ponerse al frente del 44% que lo votamos. Ni lo hará: ya hay mucho daño producido. Cristina fue socia política de Massa y no vaciló en ungirlo con su dedo, a pesar de que lo conoce mejor que nosotros. Pero Massa no representa un riesgo para lo que ella quiere. El riesgo para ella es que aparezca un dirigente nacido de nuestro propio espacio que la suceda. Es Axel. Pero Cristina no le dijo Judas ni a Scioli ni a Alberto ni a Insaurralde ni a Massa. Se lo dice al mejor de nosotros. 

Por eso si hay encuestas que la dan bien en la provincia se puede tirar a ganar el año que viene. Pero no para ser presidenta en 2027, sino para usar su dedo para señalar a un candidato que nacerá eunuco porque le deberá el cargo a ella. Es decir: repite el metodo que nos llevó a fracasar con Alberto. ¿Le importa a ella que el favorecido por su dedo gane en 2027 o, aún ganando, pueda hacer un buen gobierno? NO. Lo que más le importa es que mientras ella viva ningún sucesor del propio espacio pueda desplazarla del centro. Despues de mí el diluvio. Es una forma de pensar de los déspotas. Pero Cristina no piensa cuatro jugadas adelante, solo piensa en truncar la carrera de Axel. Había dos maneras de truncarla: si Axel bajaba la cabeza y le mostraba una sumisión total, ella no lo atacaría y hasta podría señalarlo con el dedo, pero habrá engendrado a otro candidato disminuido y temeroso de ella. Como Axel no está haciendo eso, la mayor energía de Cristina se dirige a escarmentar a Axel y enseñarle a todo posible sucesor que no se atreva a salir de la sombra de ella. 

Lo que Cristina nunca podrá, quizás lo que nunca pudo, es conducir a todo el peronismo y menos que menos a otros sectores necesarios en un frente antifascista para desalojar a milei de un nuevo mandato. Si así trata a uno de sus hijos políticos, ¿qué político no dependiente de ella sería capaz de someterse a su furia? ¿Con quién podría Cristina hacer un frente? Por eso ahora creo que si proyectamos cuatro jugadas adelante, el final de su última aventura es el aislamiento en su grupo más obsecuente y hermético. No la desvela si vuelve a ganar milei ni otro peor (ya no la desveló que ganara esta vez, porque no era ella la derrotada). Es decir, Cristina hizo todo lo posible para que alguien como yo, que me subí al tren del kirchnerismo antes de que saliera segundo en 2003, se viera obligado a decirle basta, como hoy le digo.

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