En Andalucía (del franco-senegalés Alain Gomis) el drama de la segregación racial aparece sesgado: se ve en la persecución del guardián del supermercado, o la propia familia del protagonista que le reprocha que viva en una casa rodante "como los gitanos".
Yasine y sus amigos caminan mucho por el barrio, en ocasiones roban, hablan un lenguaje que suena místico. Uno de ellos, que “piensa demasiado”, por temporadas lo internan en un neuropsiquiátrico. Yasine no acepta trabajos que impliquen rutinas: puede hacer dramatizaciones terapéuticas en un hospital, o entretener a un contingente de turistas japoneses. Lo mismo ocurre con sus relaciones amorosas: una mujer con la que estuvo el día anterior, recibe al día siguiente una mirada tan gélida que se va desorientada. De a ratos esto le proporciona diversión y por momentos sufrimiento. Avatares de la diversidad, tratados con poesía y belleza.
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