miércoles, 2 de abril de 2008

Soja



Por Raúl A. Montenegro

Qué duro es sentirse minoría en un país de falsas mayorías. Qué duro es ver que el gobierno nacional y los ruralistas luchan entre sí cuando son cómplices necesarios del país sojero. Qué duro es ver cacerolas relucientes y llenas de soja RR en el asfalto civilizado de Buenos Aires. Qué duro es ver las cacerolas renegridas y sin tierra de los campesinos de Santiago del Estero. Qué duro es ver a los estudiantes de universidades argentinas con sus carteles de apoyo a los ruralistas en huelga, como si Monsanto y el Che Guevara pudieran darse la mano. Qué duro es recordar que esas cacerolas relucientes, esos estudiantes movilizados y esas familias temerosas del desabastecimiento no salieron a la calle cuando los terratenientes de este siglo XXI expulsaron a familias y pueblos enteros para plantar su soja maldita.

Qué duro es ver la furia ruralista al amparo de reyes sojeros como el Grupo Grobocopatel. Qué duro es ver el rostro reseco de Doña Juana expulsada, de doña Juana sin tierra, de doña Juana con sus muertos bajo la soja. Qué duro es ver que se cortan las rutas para que China y Europa no dejen de tener soja fresca, y para que Monsanto no deje de vender sus semillas y sus agroquímicos. Qué duro es comprobar, con los dientes apretados, y con el corazón desierto y sin bosques, que nadie habló en nombre de los indígenas expulsados de sus territorios, de sus plantas medicinales, de su cultura y de su tiempo para que la soja y el glifosato sean los nuevos algarrobos y los nuevos duendes del monte. Qué duro es ver con las manos y tocar con los ojos que nadie habló en nombre de los campesinos echados a topadora limpia, a bastonazos y a decisiones judiciales sin justicia para que ingresen el endosulfán, las promotoras de Basf y las palas mecánicas con aire acondicionado. Qué duro es saber que nadie habló en nombre del suelo destruido por la soja y por el cóctel de plaguicidas.

Qué duro es comprobar que muchos productores, gobiernos y ciudadanos no saben que los suelos solo son fabricados por los bosques y ambientes nativos, y nunca por los cultivos industriales. Qué duro es saber que para fabricar 2,5 centímetros de suelo en ambientes templados hacen falta de 700 a 1200 años, y que la soja los romperá en mucho menos tiempo. Qué duro es recordar que el 80% de los bosques nativos ya fue destrozado, y que funcionarios y productores no ven o no quieren ver que la única forma de tener un país más sustentable es conservar al mismo tiempo superficies equivalentes de ambientes naturales y de cultivos diversificados.

Qué duro es observar cómo se extingue el campesino que convivía con el monte, y cómo lo reemplaza una gran empresa agrícola que empieza irónicamente sus actividades destruyendo ese monte. Qué duro es ver que el monocultivo de la soja refleja el monocultivo de cerebros, la ineptitud de los funcionarios públicos y el silencio de la gente buena. Qué duro es saber que miles de argentinos están expuestos a las bajas dosis de plaguicidas, y que miles de personas enferman y mueren para que China y Europa puedan alimentar su ganado con soja. Qué duro es saber que las bajas dosis de glifosato, endosulfán, 2,4 D y otros plaguicidas pueden alterar el sistema hormonal de bebés, niños, adolescentes y adultos, y que no sabemos cuántos de ellos enfermaron y murieron por culpa de las bajas dosis porque el estado no hace estudios epidemiológicos.

Qué duro es saber que los bosques y ambientes nativos se desmoronan, que las cuencas hídricas donde se fabrica el agua son invadidas por cultivos, y que Argentina está exportando su genocidio sojero a la Amazonia Boliviana. Qué duro es comprobar que las cacerolas relucientes son más fáciles de sacar que las topadoras y el monocultivo. Qué duro es comprobar que en nombre de las exportaciones se violan todos los días, impunemente, los derechos de generaciones de argentinos que todavía no nacieron. Qué duro es ver las imágenes por televisión, los piquetes y las cacerolas mientras las almas sin tierra de los campesinos y los indígenas no tienen imágenes, ni piquetes, ni cacerolas que los defiendan.

Qué duro es comprobar que estas reflexiones escritas a medianoche sólo circularán en la casi clandestinidad mientras Monsanto gira sus divisas a Estados Unidos, mientras las topadoras desmontan miles de hectáreas en nuestro Chaco semiárido para que rápidamente tengamos 19 millones de hectáreas plantadas con soja, y mientras miles de niños argentinos duermen sin saber que su sangre tiene plaguicidas, y que su país alguna vez tuvo bosques que fabricaban suelo y conservaban agua. Muy cerca de ellos las cacerolas abolladas vuelven a la cocina.

Dr. Raul A. Montenegro, Biologo Presidente de FUNAM Premio Nobel Alternativo 2004 (RLA-Estocolmo, Suecia). Profesor Titular de Biologia Evolutiva, Universidad Nacional de Cordoba (Argentina) Responder a: montenegro@funam.org.ar FUNAM Fundación para la defensa del ambiente Environment Defense Foundation. Casilla de Correo 83 Correo Central, (5000) Córdoba, Argentina. Tel: +54-351-4690282 (Funam) Tel: +54-3543-422236 (home) Fax: +54-3543-422236 Email: funam@funam.org.ar Web: www.funam.org.ar FUNAM es una ONG fundada en 1982. Tiene status consultivo en ECOSOC y CSD (Naciones Unidas, Nueva York). FUNAM es Premio Global 500 de Naciones Unidas (1987). Miembro de RENACE.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

"Qué duro es comprobar que en nombre de las exportaciones se violan todos los días, impunemente, los derechos de generaciones de argentinos que todavía no nacieron."

¿alguien que no existe puede ser portador de derechos? algunas consideraciones ...

http://tinyurl.com/359vlq
http://tinyurl.com/34l2gh
http://tinyurl.com/2rj5oz
http://tinyurl.com/2nlmvs

Anónimo dijo...

A mí me interesa destacar un aspecto del artículo que considero importante. Sigue en la línea del documento del Mocase: sitúa el problema actual en la sojización, que apunta a constituírse en un
monocultivo, con todos los riesgos y perjuicios que ello implica para nuestro país. No es concesivo con el gobierno, al que le adjudica su cuota de responsabilidad, pero critica fuertemente a los grupos que extraen fuertes ganancias de esta situación. Me parece que apunta a la necesidad de una política agraria integral, que contemple la gravedad de la sojización, y lamenta la simplificación de los términos del problema. No se trata sólo de las retenciones, es bueno recordarlo.

Oscar Cuervo dijo...

"¿alguien que no existe puede ser portador de derechos? algunas consideraciones..."
Típico argumento del capitalismo saqueador, que en un argumento leguleyo justifica la devastación de una tierra por la que estamos de paso.
No existe el futuro, no existe el pasado: sólo existe la rapiña.

Anónimo dijo...

lastima que no leíste los link.

Oscar Cuervo dijo...

Eamonn:

lástima que hables a medias cuando mandás tus comments. Si realmente quisieras debatir, harías algo por que te entiendan. ¿Vos qué pensás de lo que habla Montenegro, del saqueo de los recursos naturales que comprometen el futuro del ambiente y de las próximas gneraciones? ¿Te parece relevante centrar el debate en el uso del término "derecho", cuando lo que está en juego desborda la cuestión jurídica?

Te lamentás de que no haya leido los links, cuando ya te dije en tu propio blog que no puedo seguir con precisión un debate en idioma inglés. ¿Es una broma? Si te interesa debatir en este blog, te invito a que expreses tu punto de vista en castellano.

saludos

Anónimo dijo...

1.
"ya te dije en tu propio blog que no puedo seguir con precisión un debate en idioma inglés."

pero sí las letras de un gran poeta - que usa un vocabulario de enorme complejidad además de un abanico de referencias culturales no siempre fácil de seguir - como Bob Dylan. Raro

2.
el post original me parece bien pero lo de "los derechos de generaciones de argentinos que todavía no nacieron." es un punto muy discutible.

3.
no quieres recibir links a textos en otros idiomas. bien. la otra es un blog estrictamente monolingüe. bárbaro

Oscar Cuervo dijo...

eamonn:
1. sí, aunque te parezca raro, me resulta posible traducir las letras de Dylan que llevo años ablandándolas al escucharlas (y con la ayuda de un diccionario para buscar las palabras difíciles), pero me cuesta mucho trabajo captar las sutilezas sintácticas de una argumentación, me pierdo en la mitad de largas oraciones subordinadas.

2. creo que el tema de los derechos de las futuras generaciones es sólo una manera imprecisa de hablar, pero lo importante es la idea del saqueo de los recursos naturales, sin consideración de los habitantes que hereden el ambiente arruinado que les dejemos.

3. no, la otra no es un blog estrictamente monolingüe, aunque es mayormente monolingüe. A veces aparecen canciones que quedan mejor en su idioma original que si las tradujéramos. De todos modos yo no me opongo a que mades links en otro idioma, pero en ese caso no me pidas que entienda lo que mandás.

Anónimo dijo...

y pegue, y pegue, y pegue eamonn pegue!