Hernán Lombardi es un veterano de varios desastres en la historia política argentina. Fue parte del Grupo Sushi que llevó al país al abismo de 2001 y durante años también manejó la cultura macrista de CABA (es, por caso, responsable de la ruina en que se convirtieron los teatros oficiales porteños). Su cargo actual tiene alta capacidad de daño y lo está ejerciendo: jefe de medios del gobierno nacional (de él dependen todas las radios y canales de televisión estatales, a los que naturalmente está vaciando, así como también TDA, el CCK y Tecnópolis), es uno de los sistemáticos justificadores de los atropellos que el macrismo viene haciendo desde hace tres meses. En su función de presentar como aceptables los actos de persecución política, macartismo y censura que el gobierno comete, Lombardi cultiva un cinismo impávido.
El jueves estuvo en el primer programa del ciclo de María O'Donell en C5N, 50 minutos, para defender el vaciamiento de los medios públicos y la ofrenda al Grupo Clarín del negocio pipón de la trasmisión de los partidos de mayor rating, cobrándole un 10% de lo que le sale al estado, cosa que Lombardi intentará explicar con una sanata confusa.
El jueves estuvo en el primer programa del ciclo de María O'Donell en C5N, 50 minutos, para defender el vaciamiento de los medios públicos y la ofrenda al Grupo Clarín del negocio pipón de la trasmisión de los partidos de mayor rating, cobrándole un 10% de lo que le sale al estado, cosa que Lombardi intentará explicar con una sanata confusa.
María O'Donell es una periodista con problemas de concentración, incisiva cuando su conveniencia le permite, pero que se desarma ante entrevistados exigentes como Horacio Verbitsky o se olvida de lo que pregunta cuando un zorro como Lombardi se escapa por la tangente.
Lo que el jueves sucedió podría ser un ejemplo de mala praxis periodística e hipocresía oficial, si no fuera porque se roza el tema de la escalada de violencia política que el gobierno está estimulando. Violencia grave, como el atentado contra un local de Nuevo Encuentro que se inauguraba el sábado pasado en Villa Crespo, interrumpido por una serie de disparos de balas de plomo efectuados desde un edificio cercano, que dejó dos chicas heridas y podría haber terminado en una tragedia. Nuevo Encuentro es una de las agrupaciones políticas opositoras que el gobierno se está dedicando a demonizar. Es imposible desligar el atentado de la campaña oficial.
A pocas horas de ocurrido, la cuenta de twitter "Dra. Alcira Pignata" (@drapignata), manejada por Luis Pablo Pérez Correa, secretario privado y asistente de Lombardi en el área digital, y caracterizada por fomentar el desprecio hacia las clases populares y un sarcasmo racista, macartista y discriminador, disparó este tuit celebratorio del atentado:
Ayer estuve probando un fusil nuevo que me regaló Olga contra la vidriera de un local de @Sabbatella. Perdón, mala mía.— Dra. Alcira Pignata (@drapignata) 6 de marzo de 2016
El personaje de Pignatta participó hace un par de años de un programa de Radio Ciudad conducido por Gustavo Noriega, en el que se dedicó a burlarse de la cantidad de los desaparecidos durante la última dictadura militar: "No fueron treinta mil, fueron seis mil nada más- dijo -si fueran treinta mil ,nos estaríamos evitando todo lo que nos está pasando ahora, ¿no le parece?". Por servicios como este ahora Noriega fue recompensado con un programa diario en Radio Nacional. Como se ve, el campo cultural macrista practica un mismo discurso cuando bromea y cuando habla en serio.
María O'Donnell habrá querido hacer gala de independencia periodística y le preguntó a Lombardi por su vinculación con el twitter de @drapignata y la apología de la violencia política que fomenta, pero la pregunta no le salió clara, de modo que alguien que no conociera bien el caso no podría entender de qué se hablaba:
- Quería hablar lo de la Doctora Pignata -empezó María- , un personaje muy conocido en twitter que tiene un montón de seguidores, muy ácido o ácida con relación a aquello que comenta, dicen que es un asesor de Hernán Lombardi quien hace la Doctora Pignata y se había como burlado de lo que fue el atentado de Nuevo Encuentro (sic), el local partidario de Martín Sabbatella en Villa Crespo. Entonces decían cómo puede ser que estemos predicando la tolerancia y que después ante una situación grave haya una burla por alguien ligado al ministro
O'Donnel no muestra ni explica el tuit, así que muchos de sus espectadores se quedan afuera de la conversación.
La respuesta de Lombardi es de un extremo cinismo:
- Separemos los temas porque, primero, el repudio al atentado de Nuevo Encuentro (sic) de todo, buena parte del elenco gubernamental, incluido yo que fue a la media hora, fue inmediato. Nosotros tenemos que salir de la idea de la violencia política rápidamente. Y la segunda parte, porque no quiero eludir, pero salir contundentemente.
- No, bueno, claro, sí- aprueba O'Donnell.
- Pero no quiero eludir tu pregunta... eeehhh... no solo es eso, nosotros pusimos en Radio Nacional, que estoy orgulloso de la programación que hizo Ana Gerchenson para Radio Nacional, donde están todas las voces, donde puede estar desde el Cholo Gómez Castañón a Eduardo Aliverti, desde Román Lejtman a Romina Manguel, estamos orgullosos, es un placer escuchar ahora Radio Nacional. Y seguiremos mejorando, pero en poco tiempo lo logramos. Pero está sabés quién a la tarde, los sábados, Ingrid Beck, que es la directora de Barcelona. Barcelona, no sé, por momentos llama al infanticidio sobre la hija del presidente. Pero el humor... esto es una cuestión de reflexión profunda...
- Sí, son ácidos con todo el mundo en general...- concede O'Donnell.
- ...el humor no puede tener límites -se desvía Lombardi-. Esta reflexión se hizo muy profunda en la Francia, en Francia, en la Francia, después de Charlie Hebdo. Y vos acordate las reflexiones de mucha gente que decía "fueron demasiado lejos en la crítica al fundamentalismo islámico". No estoy diciendo que decían que se lo merecían, pero de alguna forma decían que fueron demasiado lejos. Yo soy de los que piensan que la libertad nunca es suficiente, nunca se pueden tener límites a la libertad. Cuando empezás limitando un poquito la libertad, después quién tiene el... medidor de cuándo el acidómetro del humor...
- Está bien, pero ahí te acusaron de no haberlo hecho con una serie de despidos de la programación anterior, que estaba armada anteriormente -acota María, equiparando confusamente la anterior programación de Radio Nacional con tiroteo contra un partido opositor y tirando la pelota muy afuera.
Y Lombardi, claro, aprovecha el desvío:
- Bueno, pero vamos, vamos, la programación anterior, la programación que nos dejaron, firmada el 7 de diciembre, era absolutamente de una sola mirada, y que era, para ser sintético, los periodistas de 678 expandidos a lo largo de todo el horario de Radio Nacional sumado al director de Tiempo Argentino. ¡Eso estaba muy mal!
Y el resto de la entrevista Lombardi se dedica a auto-ensalzar la amplitud con la que maneja ahora Radio Nacional, con lo cual O'Donnell se muestra satisfecha. Se ve que se olvidó de la pregunta sobre la apología del crimen de Pignatta y convalida la falsedad de que la programación de Nacional fue copada por los panelistas de 678 (una falsedad además inatinente para justificar los despidos de decenas de personas). Lombardi se escapa por la tangente, no desmiente que quien maneja la cuenta racista y violenta de twitter está vinculado a él y justifica la apología del crimen como si se tratara de un asunto de respeto a la libertad de expresión.
Una mierda total.
6 comentarios:
La verdad, un bochorno total Lombardi con su cinismo apuntalado por la parcialidad de O'Donnell,quien sutilmente lo ayuda y cubre en su patético y deplorable ocultamiento de los hechos.
Maria C O M P L I C E y de cuantos hechos m{as sera complice?
muy triste este tipo de periodismo... es querer subestimar a la gente..
me mató la tapa de viva, lombardi, antoñito, richarte y lopérfido! tremenda mafia la que manejaba a de la rua
Obvio era que diera vergüenza la entrevista.No sólo por el cinismo de Lombardo sino porque ODonell no es periodista ,trabaja de tal por portación de apellido y su acomodaticia ,siempre,conducta.
Obviamente una entrevista entre el cínico Lombardo y la acomodaticia O'Donnell da vergüenza ajena e indignación.Sólo nos queda memorizar a estos personajes,digo,para un futuro.
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