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miércoles, 9 de marzo de 2016

"Yo no le pido nada a macri, ¿qué le voy a pedir?, pero a nuestros representantes sí."

Dice Liliana Herrero: "macri plantea una guerra de símbolos muy grande"


El sábado pasado, en el arranque de la 12ª temporada de Patologías Culturales (FM La Tribu), Maxi Diomedi entrevistó a Liliana Herrero. El propósito era hablar sobre el fiero presente que propone el macrismo a la sociedad argentina. La entrevista empezó con la evocación del acto realizado una tarde de enero frente al Centro Cultural Kirchner. Ese día los trabajadores del CCK habían encontrado que no podían entrar a su lugar de trabajo por orden de Hernán Lombardi. Al acto llegó una gruesa columna de trabajadores del Ministerio de Cultura despedidos el mismo día por Pablo Avelluto. También se movilizaron trabajadores del INCAA, el INDEC, los Ministerios de Economía, Desarrollo Social, Trabajo, Justicia y otras dependencias públicas cuyos empleos peligraban o ya habían sido despedidos. Desde entonces, los despidos y la persecución política en el estado manejado por el macrismo no cesaron. En un momento de esa tarde de enero Liliana Herrero, visiblemente conmovida, les dijo a los compañeros despedidos: "Yo no sé qué cantarles".



- ¿Llega uno a pensar, en esa situación, que el canto no tiene sentido?- pregunta Maxi.

- En ese momento -dice Herrero- sí. Dije 'yo no sé qué cantarles', pero no porque no hubiera que cantar, sino porque me parecía ridículo cantar algo que los alegrara o invitarlos a cantar. Me parece que las canciones en ese momento tienen que ayudar a recogerse sobre sí mismos, a pensar, a reflexionar y a emocionarse. Estaban todos llorando, de modo que un canto mío no iba a apaciguar ese llanto. Y yo también estaba llorando, era el día que habían despedido a los trabajadores del Ministerio de Cultura con esas rejas en el medio, diciéndoles a la gente que no estaban en la lista y que se fueran. Son métodos policíacos. Me dio mucha rabia ese argumento de [que los despedían porque eran] militantes, como si las personas no tuvieran derecho a tener ideas. He visto a miles de militantes en el CCK trabajando más de 12 horas diarias, inventando y haciendo cosas preciosas, trabajando y estando al lado nuestro cuando íbamos a tocar, preguntándonos si necesitábamos algo, si el sonido estaba bien. ¿Cuál es el problema de que sean militantes? Como si además ellos [los macristas] no tuvieran militantes.

Cuando esta entrevista se hizo aún no se había producido el atentado contra el local de Nuevo Encuentro en Villa Crespo. Por supuesto, al otro día, ahí estaba Liliana acompañando. "Yo trato de tener la presencia fuerte, de ir a todas las marchas, de estar en todas las denuncias, eso lo hago siempre".



La conversación en Patologías fue pasando por varios temas:

Los ñoquis. "La idea de que son todos ñoquis es muy popular en Argentina, no la inventaron ellos. La usó Menem para realizar el desguace. Lo que pasa es que nunca como ahora. Mirá que yo siempre pensé que, dentro de la democracia, Menem era lo peor que nos podría haber pasado y me quedé absolutamente corta. Menem se ocupó de realizar una extraordinaria descalificación de todo lo que fuera el estado; estos están bajo el mismo paraguas teórico pero son tecnócratas, gerentes de empresas, ¿no? Y tienen su personal que se dedica a decir: vos sí, vos no".

Guerra de símbolos. "Yo nunca he visto un discurso como el del otro día [de macri] en el Congreso, nunca oí eso. No había historia. Este señor hablaba y no había habido libertadora, ni dictadura, ni 2001, ni menemismo, no había habido nada; la culpa de todos los males la tenía el gobierno anterior y ellos se erigen como el punto cero de la historia, como los que van a empezar a hacer las cosas bien. Eso es lo que dijo. Es una guerra de símbolos muy grande la que plantea macri, y usó unas palabras extraordinarias: dijo Nunca Más. Es una expresión que se ha acuñado para señalar los horrores del terrorismo de estado y él se la aplicó al kirchnerismo, ni habló de la dictadura. Es increíble, ¿no? Mirá dónde hemos ido a parar. Vamos a tener que pensar mucho por qué hemos ido a parar acá. Es urgente y necesario. Si eso no ocurre, vamos a estar en problemas y va a haber macri para rato. U otro macri. Estoy convencida de que ese pensamiento sobre lo que hemos sido tiene que hacerse en cualquier caso, porque siempre nos tenemos que preguntar si somos mejores de lo que fuimos. Y la verdad es que yo no sé si hoy somos mejores de lo que fuimos".

El futuro. "El parlamento va a tener que pensar seriamente. Yo creo que hay que ir al parlamento, pararse en el Congreso, inundar de correos a todos los miembros del parlamento y decirles que están hipotecando el futuro de la Argentina y de cada uno de nosotros. Yo no le pido nada a macri, ¿qué le voy a pedir? Nada, pero a los representantes sí".

Las Madres. "Es muy terrible lo que nos está pasando, muy terrible. Yo trato de tener la presencia fuerte, de ir a todas las marchas, de estar en todas las denuncias, eso lo hago siempre. Ya la otra vez cuando intentaron no dejar entrar a las Madres a la Plaza de Mayo, tanto a Hebe como a Nora Cortiñas, yo dije: 'Si nosotros perdemos esto, perdemos el mayor símbolo de la democracia, porque ellas son fundacionales de la democracia'. La democracia se la debemos a las Madres que hicieron esas rondas bajo las peores condiciones, bajo amenazas de muerte, con muertes y desapariciones".

La herencia. "macri está pensando a quién echarle la culpa de lo que hace, entonces se recuesta en la "pesada herencia". Pero esa pesada herencia la ubica solo en un lugar: en el pasado inmediatamente anterior. No la ubica en el lento paso de los años que significa amasar un país que se ha endeudado, que se ha liberado, que ha tenido celebraciones, que ha tenido muertos. Esa densidad y esos pliegues que tiene toda historia de un país, no existen para este hombre, pero porque su pensamiento es empresarial. Después, sí, me parece un cínico, un perverso, pero no me quiero detener ahí. Me quiero detener en cómo es que llegamos, no sólo en este país, a estos términos de la globalización donde toda subjetividad libre y transformadora se apaga. Eso hay que pensarlo muy seriamente, porque esa sí es una batalla que se ha perdido en el mundo".

Música y política. "Cuando yo hablo de todo esto, te estoy hablando de música, porque la música tiene los mismos debates que tiene el país en su constitución. Yo me recuesto en una tradición y a partir de ahí uno va amasando su estilo, su modo de decir, su modo de hablar, de pensar, su modo de cantar. Pero yo doy una fuerte batalla a la globalización en la música, ¿eh? No directamente, no con canciones panfletarias, sino con el acorde que pongo, el modo en que canto, la memoria que rescato; esa es una fuerte batalla para mí. En ese sentido es un gran combate la música. Mi estilo está en el acorde que pongo y en volver extraño aquello que nosotros creíamos que conocíamos. Esa siempre ha sido mi idea del arte. El arte tiene esa capacidad, esa voluntad furiosa de transformación del mundo y eso es algo que nosotros no podemos perder. Eso está en un sonido, en el autor que elegís, en el texto que decís, en el modo en que te lo apropiás".

Imposible, su próximo disco. "Voy a hacer un disco que es absolutamente memorioso. En este momento de ausencia de memoria, yo voy a traer a Don Buenaventura Luna, a Atahualpa Yupanqui, al Cuchi Leguizamón, a Franco Páez... No vive ninguno. No canté a ningún músico ni poeta vivo, canté diez temas del folclore argentino, de músicos y poetas ya fallecidos y fundamentales para nosotros. Me parece que ahí yo con una mano llevo esa memoria y con la otra llevo una espada, esa es la verdad. El disco se llama Imposible pero no en el sentido de lo que no se puede realizar, sino en el sentido de ese tiempo abismal de espera donde, sin embargo, llega una esperanza. Yo voy por lo imposible, yo quiero más".

La entrevista merece ser no sólo leída sino también escuchada, para apreciar los tonos, las pausas reflexivas, la pasión, los quiebres de la voz que Liliana le imprime a sus palabras. El audio de la entrevista completa puede escucharse en el blog de Patologías Culturales, clickeando acá.

2 comentarios:

Daniel dijo...

Grandísima Liliana.

Tilo dijo...

Fijate en la actitud de muchos de nuestros queridos artistas, como el maravilloso y valiente ejemplo de Liliana. Ellos ponen el pecho y saben, porque la DERECHA DE MIERDA se los demuestra a cada instante, que tienen muchísimo para perder. Pero anteponen sus PRINCIPIOS a su CONVENIENCIA. Lo hicieron durante los años K y lo siguen haciendo ahora que el graznido de los buitres de aquí y de allá está atronando el aire y que las balas de goma y los hidrantes de la federal tratan de imponer a los golpes a esa ridícula y mentirosa revolución que no es más que la histeria de su odio excluyente.

Muchos políticos, gobernadores, intendentes y legisladores de doble o triple faz deben permanecer en la MEMORIA de los argentinos de bien y avergonzarse del ejemplo aleccionador y desafiante que NUESTROS ARTISTAS dan día a día.