todos estamos igual

sábado, 5 de diciembre de 2009

Apocalipse de aire



por oac

Un derroche. Es una palabra que define la ley que rigió la noche de las bandas eternas en Liniers: entre las 22:00 del viernes y las 2:40 del sábado, entre "Mi elemento", el tema del último disco del flaco con que abrió el recital, y "No te alejes tanto de mí", el tema de Mondo di cromo (1983) con el que lo cerró casi cinco horas después, lo que hubo es un dispendio de belleza incalculable. Los grandes acontecimientos pueden ser grandes en términos cuantitativos: mucha gente, muchos invitados, mucho dinero, muchas canciones, mucha expectativa. Pero son raras las veces en que un gran acontecimiento es grande después de que ha pasado. Esta vez fue así.

Las primeras dos horas fueron un set solista, con incrustaciones de Jade, más Kamikase, más la versión de Spinetta de los que a su entender forman parte de su universo artístico: allí cantó una versión sublime de "Mariposas de madera", a la que signó como condición de posibilidad de la existencia de "Muchacha, ojos de papel". También hizo bellísimas versiones de "Filosofía barata y zapatos de goma", "Adónde está la libertad", "Necesito un amor", "El rey lloró", "Las cosas tienen movimiento". En ese set subieron a tocar (y se esmeraron por estar a la altura de las circunstancias) Gustavo Ceratti ("Te para tres" y "Bajan"), Fito Páez ("Asilo en tu corazón"), Juanse (el tema de Pappo), los hijos del flaco (el tema de Manal), los numerosos y notables tecladistas de Jade (sublime desempeño de Leo Sujatovich en "Maribel se durmió" y de Juan del Barrio en "Alma de diamante") y Charly García, en la enésima versión (pero más precisa y vibrante que nunca) de "Rezo por vos". Spinetta hizo en este set algunas de las joyas más raras de su tesoro creativo: "¿No ves que ya no somos chiquitos?", "Al ver verás", "Umbral", "Ella también", "La bengala perdida", "Cementerio club". La selección del repertorio desafía cualquier concepto del rock de estadios, tramas sonoras delicadísimas, con una voz al borde del quebranto que daba la sensación de un arte aéreo, celestial, efímero. Las canciones pequeñas parecían un triunfo del ser más frágil ante la inmensidad de la noche: una cosa tan chiquita y tan bonita frente a la oscura vastedad del universo, una proeza de ese junco que canta.

Cuando terminó ese set, nos miramos con Sofi, Analía, Carmen y Maxi y dijimos: si el recital terminara acá, ya garpó. Pero, señores y señoras, faltaban aún Invisible, Pescado Rabioso, Almendra. Y después más aún. Ver y oir a Pescado (¿cuántos entre la multitud presente habrán visto antes a Pescado?) sonando en la noche de Liniers era algo conmovedor: al final esta banda legendaria que uno solo creía que existía en el mundo del mito, que solo habitaba en vinilos gastados, al final estaba formada por tipos de carne y de hueso, gente humana, Cutaia gastando su Hammond en "Post-crucifixión", Lebón arrullando el aire de la noche con su "Hola, dulce viento".

Antes había estado Invisible y sus cinco temas tuvieron gusto a poco: "Lo que nos ocupa es esa abuela, la conciencia que regula el mundo", "Durazno sangrando", "Jugo de Lúcuma", "Niño condenado", "Amor de primavera". Invisible se tendría que haber llamado siempre "Improbable", porque no era en absoluto probable que una banda así haya existido. "Power trío" no es una noción correcta en este caso, Gabriel Medina dijo bien, esta banda ha hecho una música que nunca contó con precedentes acá o en otro sitio, y es posible que sea un ejemplar único en su especie, que el molde se haya roto y que la humanidad no merezca contar con más de una banda como esta. La distribución de roles de guitarra, bajo y batería, la línea melódica llevada adelante por el cantante, la alquimia de elementos parcos, medidos, apabullantes, no señor, Invisible directamente no puede ser.

Y claro, después llegó Almendra. Estábamos ahí frente al comienzo de todo, con el pasado esperándonos en el futuro: "Fermín", "Para esos hombres tristes", "Color Humano", "Muchacha". A cada rato yo miraba a mi alrededor y veía algo que no vi antes en estadios: el silencio de 40.000 almas atónitas, gente que no daba crédito de aquello de lo que era testigo.

Fue la celebración del Flaco Spinetta, que es como si dijéramos: del Cuchi Leguizamón, de Atahualpa, de Troilo, de Gardel: es decir: del autor de un pedazo de la belleza de nuestras vidas. Luis Alberto llega a sus 60 años con su brillo intacto y lo derrocha todo en una velada. Parece que él pensara que las canciones se pueden derrochar, que no hay que ser amarrete con la belleza, que hay darla y darla. Parece que el insensato creyera que si la gasta toda en una noche, que si no se guarda ni un poquito, que si una vez que uno se dijo: "bueno, yo con esto me conformo, antes que él mi vieja es la única que me dio tanto", él todavía saca de su bolsa un regalo más, pareciera que el loco confía que puede ser así de dispendioso y que cuando ya lo dio todo, todavía la quedará algo más. Es demasiado, es un exceso de confianza de que cuando a él todo se le acabe aún se le dará algo.

El pobre tipo está loco.

¿O tendrá razón?



Estás perdiendo el tiempo pensando, pensando,
estás fuera de la vida jugando y perdiendo.
Comes tu conciencia, manzano en la nada,
y qué dirán las sombras de todo tu regreso.

Tu ser sin querer se abrirá de la luz
se irá sin saber que lo amaban.

Ya dejaste tu día en busca de agua,
y cómo pasa el tiempo sin fuego, sin fuego.
Ángel de los pobres, pequeña armonía
algo tiene un ensueño en este insomnio.

Tu ser sin querer se abrirá de la luz,
se irá sin saber que lo amaban.

Ya dejaste tu día buscando las moras,
hablando de los niños que escriben en el cielo.
Apocalipse de aire, de aire,
termina todo ese oro en tus bolsillos.

Perdido en el mundo, tu ser te dolerá al fin
ombligo de piedra marcado.

No te busques más en el umbral
para que sepan la forma de tu alma
y que siga la melodía.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bueno que estuvo por favor!!!
Y despues siguió...
Gracias Flaco!

Nestor Pitroll

Martín dijo...

por lo que veo en las fotos tocó todo el show con la fender balnquiroja. me llama la atención: una de las cosas que más resaltaba de Spinetta era el sonido de las Yamaha o las Pluma. Parece que con los años se quedó con el sonido standar de la stratocaster. También recuerdo la enorme dificultad para sacar algunos temas de Jade e Invisible por la complejidad de los acordes.
Ojalá que lo pasen por t.v, es el consuelo de los que no pudimos ir.

Anónimo dijo...

Sobre lo que dice Martin sobre la complejidad de los acordes:
En un programa sobre Spinetta, Hector Starc comenta sobre este tema diciendo que para él Spinetta es junto con Lennon de los mejores segunda guitarra. Enseguida dá un ejemplo con la suya sobre la cantidad de acordes que mete y ese reconocimiento ilustrado de Starc es muy interesante de ver.
Hugo.

Martín dijo...

Sí, L.A.S tiene desde siempre un estilo muy raro como guitarrista, lo mismo con el canto. Yo no diría que eso se deba a la cantidad de acordes que mete - lo cual no es un mérito - sino a las estructuras armónicas con las que trabaja. Supongo se debe a que ha tenido una formación relacionada con el folklore. Y creo que esa marca, aunque con estilo propio, tiene su peso en G.Cerati más que en ningún otro guitarrista de generaciones posteriores en el rock argento, digamos, clásico: uso de acordes abiertos, gran dominio de instrumento, la búsqueda de la melodía, sonidos, etc.

Lo de Lennon no lo veo ni comparto. Compositor genial, cantante único, mente brillante, pero su instrumento de base era el piano, y por el estilo de muchas de sus composiciones, se nota. El espléndido guitar hero ahí era Harrison

Inmanente dijo...

oscar un par de los tuyos

http://ilcorvino.blogspot.com/2009/12/spinetta-y-las-bandas-eternas.html

http://elhombre3.blogspot.com/2009/12/ahora-este-es-el-momento-de-rendirle.html

La herida de Paris dijo...

Bendita locura.
Me lo perdí, pero me alegro de corazón que todo haya salido impecable como contás.
Abrazo

El anacoreta dijo...

muy buena cronica!!
yo estuve ahi y la verdad que si asistimos a una gran porcion de la belleza que hay en esta tierra
Que este loco (obviamente) no significa que no tenga razon. Probablemente la tenga. Los locos siempre tienen razón.

Saludos

Unknown dijo...

Uyyy por Dios que divino este recital!!! Para llegar tuve que atravesar las mil y un complicaciones que, lejos de ser límites, no impidieron que lo disfruté a la manera que me gusta.
Fue una genialidad!! en más de una ocasión era inevitable la emoción, así como también fue desbordante la sensación de... (no se como describirlo), eso que me provocó ver juntos a el Flaco y Cerati...
Muy lindo recuerdo... Un recital que tuvo matices únicos y un popurrí que sólo el Flaco puede integrar de esta manera. Un Genio.
Muy lindo post... creo que queda definido que me gusta como describís los recitales Oscar, así que como lo hago siempre, voy a resaltar algunas "fragmentitos":
- Un derroche. Es una palabra que define la ley que rigió la noche de las bandas eternas en Liniers.
- ... lo que hubo es un dispendio de belleza incalculable...
- ... son raras las veces en que un gran acontecimiento es grande después de que ha pasado. Esta vez fue así.
- Spinetta hizo en este set algunas de las joyas más raras de su tesoro creativo.
- La selección del repertorio desafía cualquier concepto del rock de estadios, tramas sonoras delicadísimas, con una voz al borde del quebranto que daba la sensación de un arte aéreo, celestial, efímero. Las canciones pequeñas parecían un triunfo del ser más frágil ante la inmensidad de la noche: una cosa tan chiquita y tan bonita frente a la oscura vastedad del universo, una proeza de ese junco que canta.(esto es geniaaal)
- " ... al final esta banda legendaria que uno solo creía que existía en el mundo del mito, que solo habitaba en vinilos gastados, al final estaba formada por tipos de carne y de hueso, gente humana..."

y puedo seguir copiando otras pero no quiero copiar casi todo el post jajaja.
Muy Lindo!! Gracias por el recuerdo!