No todo lo que brilla es oro. El amor del pueblo tiene unas dosis de veneno también. Hay que beberlo con precaución, porque hacer barullo no necesariamente es dar amor.
Finalmente hay una verdad irreparable: una mañana estaba absolutamente solo y al otro día todos se agolpaban por alardear cuánto lo querían, pero él ya no podía sentirlos. Una caricia a tiempo puede más que una ovación tardía. Una enseñanza que vale por Diego y para el más insignificante también: hay una diferencia entre amor e idolatría.
Hay un momento en que si bebés adoración, te da más sed de adoración y nunca te alcanza, como en la novela de Abelardo Castillo. Me parece necesario pensar la diferencia del amor como algo más concreto, como estar ahí cuando necesitas una mano y no adoración. Podría sumar un panegírico del amor que toda la Argentina y el universo tal vez sienten por Diego, a juzgar por las expresiones que saturan estos días. Quizás sin tanto cortejo ni tanta discusión de cuánto dura un sepelio, se puede pensar que una caricia, o dos, dadas a tiempo, pueden ser más benefactoras que el aplauso universal y los barras trepándose por las rejas. No trespassing.
No pienso solo en Diego sino en los que todavía estamos vivos y podemos acariciar o recibir una caricia, que ya no nos servirán los mil tributos que nos dediquen cuando pasemos away. La idolatría produce estruendo mientras el amor puede pasar desapercibido para todos menos para el que lo recibe y el que lo da. Después de todo, Diego aunque parezca mentira era una persona y esa noche necesitaba que le tomen una mano y no tanto bardo cuando ya no puede sentirlo.
Yo ya no creo que mirás una estrella y lo encontrás a Diego o que esté mirando desde no sé qué nube las coronas que atascaron la Rosada. Un gesto mas pequeño y desapercibido podría haberle dado a tiempo un poquito mas de amor. *dame un poquito de amor, no quiero un toco* dice uno que entiende la diferencia.
No quiero que me llore Andino ni que me pongan cumpleaños feliz en facebook porque no llegaré a cerrar la cuenta.
Y les digo por si acaso: cuando esté en el cajón, no me lloren tanto porque ya no lo siento. Si pueden, dénme una mano cuando aún pueda sentirla.
1 comentario:
Lo dejaron solo, murió solo, no se los entretelones familiares pero estuvo solo en su último momento y me duele. Coincido con la nota !
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