sábado, 30 de mayo de 2009

Era Pasolini


Es triste. La polémica contra

el PCI se hacía en la primera mitad

de la década pasada. Llegan tarde, hijos.

Y no tiene ninguna importancia si entonces aún no habías nacido...

Ahora los periodistas de todo el mundo (también

los de la televisión).

les lamen (como creo que aún se dice en el lenguaje

de la Universidad) el culo. Yo no, amigos.

Tienen caras de hijos de papá.

Buena raza no miente.

Tienen el mismo ojo malvado.

Son miedosos, inciertos, desesperados

(muy bien) pero también saben cómo ser

prepotentes, chantajistas y seguros:

prerrogativas pequeño burguesas, amigos.

Cuando ayer en Valle Giulia se pegaron

con los policías,

yo simpatizaba con los policías

Porque los policías son los hijos de los pobres.

Vienen de periferias, sean rurales o urbanas.

Por lo que me concierne, conozco bastante bien

su modus vivendi infantil y adolescente,

las preciosas mil liras, el padre aún chico

que, como consecuencia de la miseria, no tiene autoridad.

La madre encallecida como un mozo de cuerda, o tierna

por alguna enfermedad, como un pajarito;

Tantos hermanos, la casucha

entre los huertos con salvia roja (en terrenos

ajenos, loteados); más pobres

en las cloacas; o apartamentos en grandes

bloques de pisos populares, etcétera, etcétera.

Miren como los visten: como payasos,

con ese tejido áspero que huele a rancho,

furriel y pueblo. Lo peor de todo, naturalmente,

es el estado psicológico en que los han dejado

(por cuarenta mil liras al mes)

sin más sonrisa,

sin más amistad con el mundo,

separados,

excluidos (en una exclusión sin igual)

humillados de la pérdida de la condición humana

por la de ser policías (ser odiados provoca odio).

Tienen veinte años, la misma edad que ustedes,

queridos y queridas.

Obviamente, estamos de acuerdo en ir contra la institución policial,

pero ataquen a la magistratura, ¡ya verán!

Los chicos policías

a los que por sacra delincuencia (de electa tradición

resurgimental)

de hijos de papá ustedes bastonearon

pertenecen a la otra clase social.

En Valle Giulia, ayer, tuvo lugar un fragmento

de lucha de clases: y ustedes, amigos (si bien del lado

de la razón) eran los ricos.

Mientras los policías (que estaban del lado

equivocado) eran los pobres. ¡Bella victoria, por lo tanto,

la vuestra! En estos casos,

a los policías se les dan flores.

IL PCI AI GIOVANI

Pier Paolo Pasolini

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy caí en mi propia trampa
probé mi propia medicina
me acerqué demasiado al sol
y mis alas se quemaron y caí
a mi tampoco me gusta tu novio
lo siento si soy tan franco
soy varón y sólo me lo banco
pero mis alas se quemaron y perdí
pero...
hoy las cartas me tocaron buenas
pero no supe ganar la partida
yo te hubiera entregado mi vida
pero mis alas se quemaron y caí
todos están celebrando
y yo me quedo pensando
apenas estoy aprendiendo a volar
y ya mis alas se quemaron y caí
y ya…
creo que me caigo del cielo
y pierdo el instinto camino
la vida me puso delante un caramelo
y mis alas se quemaron y ya fuí
hoy no me comí la empanada
tenía todo y me quedé sin nada
y de pronto tuve una revelación
voy a escribirlo todo en una canción
me acerqué a ese farol demasiado
y mis alas se quemaron y caí
pero…
soy muy sensible a la belleza
que no distingo el corazón y la cabeza
me acerqué mucho al sol y no lo ví
y mis alas se quemaron y caí
prefiero solamente un beso tuyo
antes que el amor de mil mujeres
es el beso que núnca te dí
cuando mis alas se quemaron y caí
cuando...
cuando mis alas se quemaron y caí

Anónimo dijo...

que grande andres!

Pía dijo...

Extraordinario Pasolini. Como siempre.
Aprovecho para comentarles que escuché el programa de Daniel Cholakián en la Tecno. Ayer leyeron un texto de Silvia Pkath impresionante, "Daddy". Dos viernes que estaba en casa lo escuché entero (va temprano, de 20 a 22), y es realmente bueno. Saludos