lunes, 13 de agosto de 2012

Cae Lanata


por Oscar Cuervo

No es que La otra se haya vuelto un blog de espectáculos, sino que de estos datos de las mediciones de audiencia se puede hacer una lectura política. Los datos de ayer, muy significativos, vienen a completar lo dicho en el post del sábado pasado: En su guerra contra el gobierno, Clarín pierde público. Lanata funciona como un elemento clave en la estrategia de la derecha golpista. A falta de dirigentes opositores con capacidad para salir a disputar la agenda política con la Presidenta, esta derecha creyó disponer con Lanata de un arma decisiva para limar la imagen de Cristina y de las organizaciones populares que apoyan al gobierno (ver Lanata lidera la ofensiva de la derecha contra la organización popular). Cada domingo los diarios La Nación y Clarín anticipan en tapa los temas que va a "denunciar" Lanata a la noche y al rato de terminado el programa las ediciones en internet de estos mismos medios levantan frases de Lanata como si fuera uno de los temas del día.


Lo que estas mediciones de rating muestran es una tendencia a la baja de esta estrategia en su propio terreno: la insistencia machacona de Clarín en su desgaste permanente al gobierno pierde eficacia y credibilidad. El costo que Clarín está pagando en esta guerra contra el gobierno democrático es que la audiencia lo está abandonando. Clarín y Lanata hoy hablan para el núcleo duro del gorilismo y su discurso deja de ser consumido por el resto de la población.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustaría que desde el espacio público se pudiera aprovechar mejor esta puesta en cuestión de la credibilidad de los medios más tradicionales.

Todavía la agenda diaria la manejan ellos. Aunque hoy sea mucho más sencillo poner en cuestión su línea, es casi imposible salirse del temario diario que ellos imponen, incluso para desmentirlos.

Ojalá pudiera salirse de esto por arriba, de alguna manera. Aunque es fácil soñar sentado frente a la PC, digo, ¿tan dificil sería articular un programa de análisis político para la TV pública? ¿Recurrir a algún formato novedoso, inclusivo, que haga pie sobre una agenda no dependiente de los medios hegemónicos? ¿Aunque desde un kirchnerismo más duro eso signifique dar mayor espacio a la crítica interna -y externa?

Oscar Cuervo dijo...

Estoy de acuerdo con vos.