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martes, 15 de septiembre de 2015

Trifulcas de un poeta en La Voz del Interior


Tucumán, anoche, en la multitudinaria marcha en respaldo del triunfo del FPV, después de los infructuosos intentos de la oposición por invalidar el voto popular. Fotografía: PJ Tucuman Oficial.


Nota del editor: El texto original de este artículo fue publicado el 14/09/2015 en la edición impresa del diario La Voz del Interior, perteneciente al Grupo Clarín.

Zozobras ante un texto de literatura política

Está claro que el ascendiente del líder coronel del Ejército sigue ejerciendo su influencia en estos estrategas en zapatillas.

por Pablo Anadón*

Leo –por recomendación del poeta y crítico Daniel Freidemberg, uno de los intelectuales filokirchneristas de mayor predicamento en el medio literario– la nota de Oscar Cuervo “Por qué no crece Scioli”, publicada en la revista digital La otra , una de las más importantes “usinas” de la cultura K.

Leo: “La derecha dura le disparó (a Scioli) fuego de metralla aprovechando sus errores propios, no los de Cristina: su viaje semisecreto a Roma en medio de las inundaciones y la trifulca de Tucumán”.

Imposible no reparar en la notable capacidad táctica para desviar el “fuego de metralla” de “la derecha dura”. Parece que el problema no fuera que el gobernador voló a Italia mientras la provincia estaba bajo el agua, sino que fuera más o menos “secreto” su viaje, y el levantamiento popular en Tucumán es minimizado, como con una lente invertida, hasta convertirlo en una “trifulca” (notable también el singular progresismo de estos “progresistas”, que justifican o condenan las manifestaciones populares según convenga al partido en el poder nacional y provincial).

Y se pregunta, siempre diagnosticando los problemas de crecimiento que padece Scioli, ahora enfocando sus dificultades en la voluntad alimenticia: “¿Tiene verdadero hambre de liderazgo para conducir el peronismo y el país a la vez, como lo hicieron Cristina y Néstor estos 12 años?”.

Los jefes

¡“Hambre de liderazgo”! Parece que estamos en una clase sobre “liderazgo” en una universidad empresarial. Pero no debería extrañarnos, que así como se ha señalado que Juan Manuel de Rosas “lideraba” al país como si fuera su estancia, así los “líderes” de estos 12 años han conducido al país como si fuera su empresa, más en provecho propio, claro, que de sus empleados.

Continúa Cuervo: “En estas semanas de frenético activismo derechista, el gobernador candidato muestra una llamativa falta de audacia y carencia de reflejos para esquivar las operaciones que se montan en su contra. La escapada a Roma lo puso a la defensiva justo en los días en que era necesario que mostrara la garra que hace falta para postularse a gobernar un país indómito. El escándalo montado por el Círculo Rojo en Tucumán estaba muy anunciado desde las semanas previas, en las que las tapas de los diarios preparaban el ambiente de las ‘sospechas de fraude’”.

El tono alarmado es casi conmovedor: “frenético activismo derechista”, “operaciones que se montan en su contra”, “era necesario que mostrara la garra que hace falta”, “país indómito”, “escándalo montado por el Círculo Rojo en Tucumán”...

Evidentemente, estas líneas han sido escritas contando con lectores benévolos, por no decir cómplices, que van a dar por bueno hasta el peor estilo, las fórmulas casi de secta religiosa (¡“el Círculo Rojo”!) y las explicaciones más simplistas y conspirativas para cualquier hecho, como el de Tucumán.

Prosigamos la lectura de esta óptima literatura: “Que estas reyertas escalaran sin que (José) Alperovich ni Scioli se decidieran a disciplinar a los propios y permitieran la escalada que viene alentando la derecha gorila marca una falta de capacidad preocupante para manejar los tiempos y ordenar a la tropa propia en estas semanas previsiblemente turbulentas, en las que el Círculo gasta la última pólvora por consagrar una fórmula antiperonista”.

El lenguaje no puede ser más explícito sobre la concepción de la política, no precisamente caracterizada por su complejidad, que tiene este articulista. Continuamos en el cuartel, el búnker del alto mando: “disciplinar”, “ordenar a la tropa”, “el Círculo gasta la última pólvora”.

Está claro que el ascendiente del líder coronel del Ejército sigue ejerciendo su influencia en estos estrategas en zapatillas. Hacia el final, las metáforas militares se desplazan –en honor al británico deporte nacional y popular– hacia la cancha: “Dije que este país es indómito y uno de sus elementos es la ferocidad de las clases dominantes para marcarles la cancha a los presidentes”.

En fin, no sé qué pensar de que este mazacote castrense-empresarial-futbolístico le parezca recomendable a un poeta y crítico de renombre en la Argentina. Dice, en efecto, Daniel Freidemberg al término de una larga cita con que ilustra su recomendación: “Aunque tiendo mucho a estar de acuerdo con todo lo que acá escribe Cuervo, no lo pongo por eso (no estoy en condiciones de decir qué de todo eso puedo sostener y qué no), sino porque me parece un abordaje particularmente serio y atendible (muy atendible, diría) para pensar mejor esta cuestión, creo que crucial”.

Que al crítico literario le parezca “un abordaje particularmente serio y atendible (muy atendible, diría) para pensar mejor esta cuestión”, aunque confiese que no está “en condiciones de decir qué de todo eso” puede sostener, me hace abrigar serias dudas sobre el modo en que también se leen y se valoran las obras literarias, qué parece atendible y qué no, a menos que –y no es una hipótesis que debamos menospreciar– la lucidez literaria se ofusque ante la literatura política.

¿No se le ocurre, por ejemplo, observar que todo lo que en el artículo se atribuye al “fuego de metralla” de “la derecha dura”, como la indignación por lo que provocó “las trifulcas en Tucumán”, no ha provenido sólo de la “frenética actividad derechista” ni de “operaciones que se montan” en contra de Scioli, sino también de los partidos de izquierda y del rechazo popular por el manejo feudal de la política en las provincias?

Metáforas militares

En fin, me he detenido a considerar este texto de Oscar Cuervo recomendado por Freidemberg porque muestra con nitidez algunas de las características habituales en la intelligentsia kirchnerista.

Entre otras: lenguaje militarizado –bueno, quizá, para una revolución, pero no para la democracia, por decaída que se encuentre–, que no concibe al otro como un interlocutor o un adversario democrático sino como un enemigo. Verticalismo partidario, con cierta inclinación hacia el autoritarismo (“disciplinar”, “ordenar a la tropa”). Recurso a categorías de escaso rigor conceptual, como la ya muy socorrida de “gorila”; inclusión en esta categoría de mamífero a todo aquel que no sea peronista (o, a veces, con mayor especificidad taxonómica, kirchnerista), todos de igual manera vinculados con la derecha, preferiblemente “dura”, pero también blanda o semiflexible. Atribución de cualquier mal que afecte al Gobierno nacional o a sus socios provinciales a conspiraciones geométricas de diverso cromatismo (llama la atención que se haya preferido el rojo para la más temida), ya se trate de inundaciones, asesinatos de fiscales o militantes, fraude electoral o lo que fuere, sin distinguir tampoco entre reclamos de diversos sectores sociales o partidarios, todos englobados de igual manera en el “activismo derechista”.

Repasando, por último, la terminología bélica recurrente en el texto recomendado por nuestro poeta y crítico, no puedo dejar de recordar una anotación de Charles Baudelaire que Walter Benjamin transcribe en su Libro de los pasajes . Dice el autor de Las flores del mal : “Para añadir a las metáforas militares: poetas de combate, literatos de vanguardia. Esta costumbre de emplear metáforas militares denota a espíritus, no militantes, sino hechos para la disciplina, es decir, para la conformidad, espíritus serviles desde la cuna, espíritus belgas, que sólo pueden pensar en sociedad”.

*Poeta y crítico

Más sobre La Voz del Interior, acá.

Más sobre el poeta Anadón, acá: La nada anonada, Anadón.

3 comentarios:

Diego dijo...

¡Uy, cómo te han surtido! Estos poetas no son de confiar.

Anónimo dijo...

El kirchnerismo acabo por ser una bendición...todos mis conocidos que son K, mostraron su verdadero rostro con este "gobierno", antes pasaban por buenos tipos, un poco mezquinos, un poco conformistas...pero los veías y te alegrabas, los abrazabas o les ponías una mano en el hombro...hablaban de política, discurseaban sobre una Argentina distinta y esto lo acompañaban con cierto dejo melancólico, no resentido, de tristeza del futuro, el "este país no tiene arreglo"...no eran pobres, pero no se mostraban muy ávidos de riqueza, eran casi cancheros, no muy generosos, pero lo justo para no ser garcas...eran anti-peronistas, odiaban la grasa y la música estridente, odiaban la cultura del "negro", no eran cristianos, pero no blasfemaban o si lo hacían, escondido en un chiste que corria por el momento...Dios era algo muy lejano, propio de viejitas viudas o solteronas...leían a Galeano, si; pero compraban dolares...y llego el K y se desataron...se quitaron todas las caretas y pasaron a ser odiadores, super intelectualoides, deseosos de ver fogatas encendidas aquí y allá, se hicieron ultra-peronistas, saborearon el fascismo al mirar mal a un tipo que leía el Clarín en el café...te dejaron de hablar, de llamar...empezaron a insultarte por la espalda porque no vivabas a Cristina...habían ido a tu casa a comer, pero ahora eras de derecha, y justificabas la represión militar...para ellos, eras el nuevo monstruo, y se olvidaron de años de amistad y buenos momentos, todo por preservar la pureza del modelo...hoy, ya no están al lado tuyo, los perdiste en sus ultimas y agónicas traiciones...sos libre.

Dios te envió el kirchnerismo.

Leo Medina dijo...

No conozco a este Pablo anadon, pero es bueno saber q en clarin existen personas que realizan analisis de textos. teniendo en cuenta que el pasquin solo cuenta con el corrector de word, le podria pegar una revisada a los articulos antes de publicarlos.
por otro lado, aunque se canse de aclarar que lee a La otra solo por pedido, estaria bueno que ademas de la critica literaria, de estilo y de significados, diga lo que piensa al respecto. a mi no me quedan dudas que O. Cuervo puede responder todas sus inquietudes, pero se me hace que este Anadon como mucho puede realizar otro análisis de discurso y nada mas.
saludos a una de las más importantes “usinas” de la cultura K.