viernes, 30 de noviembre de 2018

Lleral: un juez con buenos modales al servicio de la maldita máquina de matar

El asesinato de Santiago Maldonado sigue impune


Comunicado difundido ayer por la familia de Santiago Maldonado

Hoy, 29 de noviembre de 2018, alrededor de las 9.10 hs, el juez Lleral, a cargo de los expedientes de habeas corpus y desaparición forzada de Santiago, se comunicó telefónicamente con Estela, madre de Santiago.

Reproducimos el diálogo entre Estela y el juez de la causa:

“La llamo primero a usted para que no se entere por los medios”, “estoy siendo extorsionado”, “todo mi equipo de trabajo y yo estamos siendo apretados para que cierre la causa”, “por eso debo hacer esto”, “no sabe todo lo que mi equipo y yo trabajamos”, “los hechos no configuran delito”; “espero que ahora haga el duelo tranquila”.

Estela preguntó: “hay alguien preso por la muerte de Santiago?”

El juez contestó “por ahora no”.

Estela le dijo: “no voy a hacer el duelo tranquila, voy a esperar justicia”.

A las 9:27 hs., el juez Lleral se comunicó telefónicamente con Sergio y le informó que ya había cerrado la causa, que podría estar de acuerdo o no, pero que él tenía que tomar una decisión, que no iba a explicarle todo por teléfono y que todo iba a estar en la notificación. Que “obviamente ustedes están en condiciones de hacer lo que ustedes crean conveniente”, que ya la había llamado a la madre, que él se había comportado humanamente desde el principio como todo su equipo, que esperaba que pudiera cerrar esta etapa y hacer el duelo en paz.

A las 10:00 hs. notificó la resolución a nuestra abogada. La resolución consta de 263 páginas y tiene fecha 29 de noviembre de 2018. Le antecede una constancia del secretario, de fecha 28 de noviembre de 2018, en la que recibe 63 hojas vía correo electrónico del Ingeniero Giménez del INTI.

El mismo 28 de noviembre el juez acumula la causa del habeas corpus con la desaparición forzada “en atención a que en el marco de la presente investigación se acaba de recibir el informe correspondiente a la última prueba relevante que se encontraba pendiente de producción”. Inmediatamente dicta la resolución con fecha 29 de noviembre donde dispone rechazar todas las pruebas que habíamos ofrecido, sobreseer a Echazu, y disponer el archivo de las dos causas.

La resolución anticipada por Infobae y Clarín en el día de ayer, solo demuestra que estamos ante un crimen de Estado, ante una desaparición forzada seguida de muerte, donde cada una de las personas del Estado que intervinieron desde el 1 de agosto de 2017 hasta el día de la fecha en las causas 8232/2017 y 8233/2017 son responsables.

Esta resolución, dictada en el marco del G20, con todas las fuerzas de seguridad desplegadas a lo largo y ancho del país, demuestra que saben de su injusticia y arbitrariedad, que saben de nuestra fortaleza como del acompañamiento del pueblo y que saben que resistiremos.

Seguiremos luchando como desde el primer día contra la impunidad que impone todo el Estado con sus medios de comunicación. Pero también como desde el primer día, con todas las herramientas que el Estado de Derecho nos garantiza acompañados por la sociedad civil organizada en las calles.

HOY MAS QUE NUNCA GRITAMOS
VERDAD Y JUSTICIA POR SANTIAGO MALDONADO


Postdata de La otra: En el día de ayer, con el cierre de la causa por desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado sin ninguna condena, terminé de confirmar la funesta impresión que tuve desde los primeros días en los que el juez Lleral se hizo cargo de la investigación de la desaparición forzada seguida de muerte de Santiago Maldonado, después de la primera etapa llevada adelante por el juez Guido Otranto.

El primer juez había mostrado sin pudor su voluntad de obstruir el avance de la investigación, maltrató a la familia Maldonado e hizo declaraciones periodísticas irresponsables que atentaban contra la obtención de justicia. Con Otranto era visible que la causa se encaminaba hacia la impunidad mientras se perdía un tiempo precioso, los primeros días, para preservar las pruebas del crimen cometido en marco de un operativo represivo de Gendarmería.

Cuando asumió Lleral, este juez gozó del beneficio por parte de la familia Maldonado de una expectativa de que su desempeño fuera más cuidadoso y responsable. Los modales de Lleral aquietaron los ánimos de todos los que Otranto había dejado muy caldeados. Yo desde el primer momento pensé que no podía ser una cuestión solo de buenos modales, que el trato correcto a la familia, el recato en sus declaraciones y la cautela para moverse en un terreno sembrado de pistas envenenadas -porque el criminal es el propio estado- eran solo el piso para buscar justicia y no su techo. Lleral logró enfriar el caso con unos pocos gestos. Muy funcional con los intereses del estado asesino: el tiempo avanza y la verdad huye.

Cuando el 17 de octubre de 2017, pocos días antes de las elecciones de medio término, apareció el cuerpo sin vida de Santiago, empezó otra etapa. La aparición produjo un shock colectivo que los modos suaves de Lleral lograron aplacar. La autopsia fue hecha por el Cuerpo Médico Forense dependiente de la Corte Suprema, con la presencia de varios peritos que representaban a todas las partes. Se procedió con apuro llamativo, como para tener un titular rápido en todos los medios en plena veda electoral. La tarde del viernes 20 de octubre Lleral les pidió a los peritos que asistieron a esa jornada preliminar que tuvieran suma cautela para comunicar lo que se estaba haciendo. Las partes acataron ese pedido.

Sin embargo, Lleral salió de ahí y esa misma noche rompió el pacto que había propuesto y declaró a los medios que el cuerpo de Santiago "no tenía lesiones visibles". El macrismo supo aprovechar la veda para manejar el aparato de difusión con un oportunismo. Los diarios del sábado titularon "«El cuerpo de Santiago Maldonado no presenta lesiones», dijo el juez", difundiendo como si fuera la conclusión de la pericia lo que solo era una palabra precipitada acerca de una investigación que solo estaba comenzando. Ahí me pareció que Lleral venía a cumplir la segunda fase del encubrimiento del crimen estatal. ¿Era necesario que el juez emitiera esa declaración, cualquier cosa menos cautelosa? Sí, era necesario para perfeccionar el encubrimiento.

En esos días empezó a correr la versión de que la cortesana Elena Highton de Nolasco había presionado a Lleral para que se difundiera el resultado "preliminar" para la tapa del diario del sábado. Cierta o no la versión, Lleral dijo la frase que el oficialismo esperaba para seguir operando sobre la opinión pública, como lo hizo desde el momento de la desaparición  de Santiago: Los trolls en twitter completaron lo que el juez no podía decir: "Maldonado se ahogó porque no sabía nadar". La declaración precipitada de Lleral, los titulares de los diarios, la ultraactividad de los trolls llevan la firma de autor de Marcos Peña y también es una tácita admisión del interés oficial por impedir la justicia.

Hubiera sido sencillo para Lleral evitar ese daño de manipulación mediática de consecuencias ya irreversibles: salir de la primera sesión de la pericia y no decir nada.

Con el correr de los días, las sospechas se agravaron. Durante semanas la expectativa mediática se fijó en la autopsia, es decir, en la causa biológica de la muerte de Santiago, desatendiendo las circunstancias que rodearon a su desaparición, empezando por la actuación de la gendarmería y las filtraciones de fotografías y audios sobre los movimientos sospechosos de las fuerzas represivas. Gracias a Lleral, de lo único que se habló fue de la existencia de plancton de tales o cuales características en los pulmones de un cuerpo del que ni siquiera hoy se sabe cuánto tiempo estuvo muerto en un arrollo frío, si fue ocultado en un lugar distinto de aquel donde perdió su vida y plantado oportunamente en el momento en que a las fuerzas represivas les convenía que apareciera.

El 9 de noviembre de 2017 se supo por la familia Maldonado que Lleral se negó a incorporar a otros expertos independientes a la investigación. En línea con el rechazo oficial a la participación de expertos de las Naciones Unidas, Lleral alegó la absurda excusa de que eso pudiera representar un menoscabo para la soberanía argentina.

La causa se fue aletargando hasta esta semana, cuando se conoció, tanto tiempo después, el resultado de una "pericia" que afirma que el DNI de Santiago estuvo junto a su cuerpo sin vida durante todo el tiempo y con ese pobre pretexto se dio por terminada la investigación. Lleral sobresee al único imputado y cierra la causa. El anuncio público llegó horas después de que este opaco cómplice se comunicara con la madre de Santiago, anticipando el desenlace y tratando de desligarse de su grave responsabilidad. Se sabe cuál es la voluntad del régimen por sentar precedentes de impunidad. Un juez probo podría haber producido un tropiezo en la voluntad criminal del macrismo. Lleral no fue la persona que hacía falta.

El triste resultado aparece en otra fecha oportuna, con la ciudad sitiada por el G20 y el barullo por la final de la Copa Libertadores. La crueldad macrista solo sabe tenderle trampas a la justicia y ensombrecer la verdad. Algunos especulan que cuando se vayan los visitantes del G20 el gobierno escalará en la represión contra la protesta social.

Pese a la voluntad macrista por cerrar el caso, el crimen de Santiago no va a quedar impune. Nuestra lucha continuará hasta que sus asesinos vayan a la cárcel

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