domingo, 29 de marzo de 2009
Bafici: tres mujeres, dos películas
por Marcela Medina
Derrière moi, de Rafaèl Ouellet.
Me he sentido engañada, descolocada por una morocha y una rubia. Betty es la de cabello oscuro, la mayor, la más experimentada, la que supuestamente disfruta la vida desde la superficialidad de la gran ciudad con compras, alcohol, drogas y sexo sin compromiso. Lea es la provinciana de cabello claro, la menor, la de 14, la que muestra más su sensibilidad con una madre problemática y sus sueños de provinciana añorando el entretenimiento alocado de los lugares más grandes.
La cámara con planos detalles intenta acentuar los juegos de seducción que comienzan, pero el ambiente es extraño, nada parece concretarse.
Las preguntas que surgen son: ¿hará hincapié en el erotismo entre las protagonistas? o ¿la mirada quedará en los sentimientos que cada una descubre en sí misma? No se sabe. Pero el giro sobre el final expande todas las sensaciones que se pudieron despertar, el cambio es sorpresivo, rotundo y tal vez deje demasiado desconcierto.
El sacudón es que nada es lo que parece.
Rachel, de Simone Bitton.
Este documental descubre una más de tantas atrocidades que comete el estado de Israel en la Franja de Gaza. Y nos recuerda esos titulares patéticos de Crónica TV al estilo de “Murieron 2 personas y un boliviano”. Aquí sería: “Matamos a una persona pero creimos que era un palestino”.
Desde el formato, un poco alargado, se van mostrando los componentes que estuvieron el día en que Rachel Corrie, una pacifista americana muy joven, murió defendiendo una vivienda palestina de una excavadora israelí.
La investigación periodística descubre posturas que decididamente no sorprenden, funcionarios que ordenan levantar un muro sobre hogares palestinos, demoliéndolos, soldados que acatan órdenes y luego del daño cometido se arrepienten.
Por otro lado, los compañeros de Rachel, sus amigos y familiares directos, realizan un duelo con amor, recordando los escritos de la joven, su decisión de poner el cuerpo para proteger al más débil.
Este documental no trae novedad en el uso del lenguaje cinematográfico, como muchas otras opciones del Bafici, pero sí expone un suceso real: una mujer murió por sus ideas un 16 de marzo de 2003.