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domingo, 6 de abril de 2008

Anticipo BAFICI: Foco Roy Anderson

En el BAFICI que está a punto de comenzar se verá una retrospectiva del sueco Roy Anderson. En lo que sigue, un perfil de este cineasta.


Por Diego Menegazzi

El director sueco Roy Andersson (1943, Goteborg, Suecia) es uno de esos grandes directores mal conocidos, pero que ha tenido durante años una gran reputación en una parte de la crítica por la coherencia y radicalidad de su planteo cinematográfico. Sus películas siempre han provocado controversias por su utilización sistemática de largos planos secuencias y sus agudos comentarios sobre la sociedad actual.

Su debut se produjo en 1970 con Una historia de amor (A Swedish Love Story), un sensible retrato del mundo adolescente que fue premiado en el Festival de Berlín. El siguiente film de Andersson, Giliap, realizado en 1975 fue mal recibido por el público y la crítica. Luego de este fracaso, el director no consiguó financiación para sus proyectos y se dedicó enteramente a la publicidad.

En 1991 reaparece con un extraordinario cortometraje, World of Glory, donde un grupo de jóvenes y niños desnudos son introducidos en un gran camión utilizando una rampa para bovinos. Luego de cerrar las puertas, varias personas miran como los jóvenes son gaseados a la manera del holocausto, usando el dióxido de carbono que sale del caño de escape, que es conectado a la parte trasera del camión. El camión terminará su recorrido en una zapatería, donde se venderán los zapatos de los muertos. En este pequeño gran film, hay algo de ácido comentario sobre la actuación de su país durante la Segunda Guerra Mundial.

En el 2000 Andersson estrenó en Cannes Canciones del segundo piso (Songs from the second floor), una original comedia negra estructurada como una serie de viñetas surrealistas sobre las condiciones de vida en la moderna sociedad capitalista.


Su último film La comedia de la vida (You, the living, en el original) fue presentado el año pasado fuera de concurso en Cannes y es una tragicomedia sobre el difícil arte de permenecer humanos, a pesar de todo. Como no podía ser de otra manera, las opiniones de la crítica y el público volvieron a estar divididas.

1 comentario:

Cece dijo...

Tengo en mis manos las entradas para A swedish love story; Giliap y Songs from the Second Floor. Que empiece ya!