Jorge Elbaum, presidente del Llamamiento Argentino Judío: Nisman ya no buscaba la verdad. DAIA y AMIA lo sabían. Una entrevista de La otra para escuchar clickeando acá.
Jorge Elbaum, ex-director ejecutivo de la DAIA y embajador argentino ante la Alianza Internacional para la Rememoración de la Shoá, fue designado la semana pasada presidente de la organización Llamamiento Argentino Judío, que se propone recuperar los ideales progresistas que en las últimas décadas abandonaron las entidades comunitarias judías argentinas. Este grupo no pretende “ser la totalidad de la comunidad judía, sino una parte de ella”, y no estar “callados frente a la hegemonía de la DAIA y la AMIA”. En el programa de anoche de La otra.-radio lo entrevistamos, le preguntamos por esta nueva institución, por las críticas que realizan a la derechización de AMIA y DAIA y por su conocimiento personal del fallecido fiscal Alberto Nisman.
Jorge Elbaum: "Tanto la DAIA como la AMIA se constituyeron en ONGs dependientes del PRO y algunos de sus dirigentes, como Avruj, Bergman y el vicepresidente de la DAIA Waldo Wolff, pasaron a las filas del PRO y hoy son candidatos de esa alianza. En ese marco se fueron produciendo un montón de pedidos y adhesiones para armar una organización alternativa y luego de casi 90 reuniones en todo el país, llegamos a conformar la semana pasada una nueva nueva institución que pretende de alguna manera ser heredera de otra tradición muy fuerte en Argentina, que es progresista, nacional, popular, democrática, que está en la vereda de enfrente de la DAIA y de la AMIA.
- A mí lo que me llama la atención, sin conocer demasiado la trayectoria de estas instituciones es que el PRO ha tenido como funcionarios a personas que están acusadas por encubrimiento de los atentados, como el Fino Palacios.
- Es que remite no solamente a una relación con el PRO ahora, sino a un vínculo muy fuerte de la AMIA con el menemismo, que se expresó en esas relaciones carnales entre Beraja, Corach, Menem, que hoy están siendo juzgadas en la causa por el encubrimiento. Hay una continuidad histórica que tiene que ver con una orientación creciente hacia la derecha de estas organizaciones, alejándose de sus orígenes, que en el caso de la comunidad judía argentina tiene que ver con el cooperativismo, el sindicalismo, incluso de las tradiciones anarquistas, socialistas, comunistas, peronistas, que dieron origen a los sucesivos procesos migratorios, y que luego, a partir de los años 60, 70, se fueron derechizando hasta llegar al día de hoy, cuando son organizaciones adhesivas y adherentes a la derecha conservadora, que hoy acá se llama PRO.
- ¿Y a qué responde ese giro a la derecha iniciado en los 60?
- Es un proceso internacional, hay un texto bastante reciente de un historiador italiano muy importante, Enzo Trossero, que se llama El fin de la modernidad judía, un libro muy recomendable, que cuenta cómo por primera vez en la historia algunos sectores de la comunidad judía se derechizan cuando históricamente han sido forjadores de todas las tradiciones de izquierda en la modernidad. Tiene que ver con varios procesos, uno de los cuales es resultado del Holcausto de la segunda guerra mundial, cómo los distintos gobiernos de Israel se va derechizando a partir de los años 60 y cómo los sectores empresariales han cooptado y reorientado las organizaciones comunitarias en distintas partes del mundo hacia una versión más conservadora, más religiosa y menos laica.
- ¿Vos fuiste director ejecutivo de DAIA durante 6 años?
- Del 2007 al 2013, cinco años y medio.
- ¿Lo conociste personalmente a Nisman?
- Sí, por supuesto. Escribí una nota que fue bastante comentada, "Nisman y la ruta del dinero", el 18 de abril en Página 12, que la presidenta tomó y retuiteó, donde pongo en evidencia algunos movimientos de la DAIA y de Nisman, que ya denuncié también en la DAIA, siendo director, cuestionando fuertemente desde adentro.
- ¿Durante esos años en los que fuiste director tuviste oportunidad de discutir estos temas con él?
- Sí, sí, tuve agrias discusiones, sobre todo desde el 2010, cuando fue virando hacia un posicionamiento cada vez más faccioso, en connivencia con la derecha israelí y con la derecha norteamericana.
- ¿A vos te sorprendió cuando apareció a principios de este año con esa denuncia tan inconsistente? ¿Te lo veías venir?
- No, la verdad que me sorprendió, yo pensé que iba a quedar en una cosa de vuelo más bajo, en una cosa de comidilla y de cosas que él comentaba en reuniones. Pero yo nunca escuché de su boca acusaciones contra la presidenta de la Nación. Eran simplemente enojos porque no lo consultaban a él, era un personaje muy narcisista, muy engreído, se había subido a un caballo equivocado. Y en algún momento por esto yo dejé de verlo y dejé de interactuar oficialmente con él, advirtiéndole que estaba en un posicionamiento desbarrancado, ya no en busca de la verdad, sino señalando a Irán como culpable absoluto y tratando de que el juicio no se realice nunca. Esa es la sensación que teníamos, que él buscaba una condena moral y política contra Irán, pero que el juicio no se haga, porque hacerlo implicaba tener culpables concretos, 5 8, 10 personas, sean iraníes o no.
- ¿Y eso lo hacía en función de una línea política internacional, ajena a los avances del jucio?
- Sí, en connivencia con los sectores de la derecha norteamericana que también se oponían en ese momento al acuerdo entre Irán y EEUU.
- ¿Y a vos te parece entonces que esa denuncia intempestiva e inconsistente de Nisman habla de alguien que puede haber perdido la calma repentinamente?
- No, yo creo que él había entrado en un círculo vinculado a los servicios de inteligencia nacionales e internacionales, y también mezclado con cierto narcisismo personal, que lo llevaron a un delirio. Porque si uno ve la causa, y yo la vi, es logíco que la justicia la haya desechado porque es delirante. Yo creo que los microclimas llevan a imbuirse en una creencia autopercibida y autojustificada, con x cantidad de personas que te avalan y que te hacen creer el personaje. Probablemente lo hayan dejado colgado de un pincel y eso lo llevó de alguna manera a la muerte.
- Este estancamiento de las investigaciones de una fiscalía que, por otra parte recibía un presupuesto altísimo del estado argentino, ¿era algo que en las organizaciones comunitarias se hablaba?
- Sí, no tanto en cuanto a los fondos recibidos, sino a la falta de trabajo de Nisman. Todo el mundo sabía que se dedicaba a viajar, nadie sabía dónde, cómo, con qué objetivo, pero ahora ya sabemos que no eran viajes precisamente laborales.
- Las noticisas que trascendieron a posteriori, de manejos non sanctos de fondos, vínculos con el lavado de dinero, los depósitos que recibía no se sabe de dónde, ¿a vos te parece que pueden variar la perspectiva de AMIA y DAIA hacia Nisman o lo van a seguir manteniendo como una especie de héroe?
- Mi hipótesis es que van a seguir manteniendo eso, de la misma manera que han mantenido a Beraja. El está hoy acusado por encubrimiento, pero ni AMIA no DAIA lo acusan. La querella que corresponde a la DAIA no lo acusa, pero sí acusa a Galeano, a Telledín... Pero no acusan a Beraja, ni a dos fiscales, Muller y Barbacchia. Porque los posicionamientos políticos llevan a acuerdos cuasi mafiosos, de no pisar el poncho de quien ha sido o sigue siendo el socio.
Para escuchar la entrevista completa, clickear acá.
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