El caso Formosa: Insfrán debe resolver políticamente un conflicto sanitario social y económico. Dialogar con comerciantes que no pueden volver a fase 1 sin fundirse. Desistir de apelar a la represión para resolver un problema sanitario. Saber que en Formosa se discute la Argentina.
Si acaso Insfrán tuvo algún éxito en la contención de la pandemia, debe tomar nota de que las balas de goma marcan el fracaso tanto de la política sanitaria como de la política a secas. Y que Insfrán no tiene futuro si se aísla del Frente de Todos.
La oposición macrista y los medios de ultraderecha lo van a golpear si se empeña en reprimir y a la vez va golpear al gobierno nacional del que Insfrán depende.
El gobierno nacional debe aprender de Formosa todo lo que no se debe hacer en caso de otra emergencia sanitaria. Y saber que el costo político de cualquier indulgencia con la violencia institucional le quita una de sus principales banderas. El Frente de Todos con balas de goma se asoma al abismo macrista.
Los peronistas de Perón y los nestoristas de Néstor tienen que aprender que el peronismo del Siglo XXI no puede ni debe reprimir manifestantes. Lo prometió Néstor al comienzo de su gobierno y es una de las claves de la vigencia actual del peronismo, de la autoridad póstuma de Néstor y del liderazgo excepcional de Cristina. No reprimir manifestaciones de ningún signo político. Resolver los conflictos calientes con política.
Los peronistas que postulan la existencia de "balas de goma buenas" tienen saber que cualquier bala de goma, cualquiera sea el cuerpo en que entrara, hiere a todo el pueblo y especialmente al movimiento popular. En eso consiste la universalidad de los Derechos Humanos. Los principios y la pragmática acá coinciden.
Por pragmatismo y por humanismo: sacar a la pandemia de la grieta siempre que la derecha quiera meter la pandemia en la grieta.
5 comentarios:
Oscar, en térninos generales tenés razón, pero en los particulares, no sé. No tengo por qué defender a ultranza a quien no conozco y gobierna una provincia que lamentablemente jamas pisé. Y entiendo la angustia de los comeeciantes de Resistencia. Ahora bien, no hay nadie que siquiera pueda inquietar electoralmente a Instfrán. Los contrabandistas de soja hacia Paraguay un negocio multimillonario) lo odian y cuentan con el apoyo del Clarín d los capimafi Magnetto y Aramda y de La Nación de Mauricio. Y en Brasil y en Paraguay la peste viene ganando la partida y Formosa es la mejor provincia en térninos sanitarios de la Arfentina. Digo, nomás. que son cosas que se deben poner en la balanza. Digo, admás de las balaceras con balas de goma, que nunca hemos de aprobar.
Juan, conozco algunas cosas que mencionas y otras las conoces mejor vos. Aporto mi mirada en un contexto mas amplio que el caso especifico de Insfran, sobre quien no tengo desde esta ciudad elementos para juzgar en toda su dimensión. Ahora bien, así como no creo que haya que lapidarlo porque en el peor de los casos no puede ser peor que Larreta, quien sabe manejar su imagen, al menos en el Puerto, mejor que la que proyecta Insfran nacionalmente, es para el interés del frente de todos leer los episodios formoseños en clave peronista y nacional. Uno de los puntos fuertes de la identidad peronista del siglo xxi fue instalado con mucho cuidado por Nestor, creo que es una decisión fundacional del kirchnerismo, que es el periodo que le dio al peronismo una nueva vigencia: el respeto a los derechos humanos. Esto no lo vas a encontrar en los peronistas prekirchneristas, pero ya forma parte de nuestra historia. Hay dos o tres gestos de Nestor que provocan ese giro y fundan una tradición a la que el PJ era ajeno: cuando mirando a Plaza de Mayo le dijo a Filmus: "Danielito, yo nunca reprimiré". Esa fue una de las claves para que Cristina se fuera con la Plaza repleta y venciera al macrismo 4 años después. No hay ya forma de discernir este peronismo realmente existente de esa decisión sustancial. En segundo lugar, está la pandemia, ahí las variables son otras y muy difíciles para cualquiera, no hay una tradición al respecto. Es posible que algo del estilo de Insfran haya servido para que sea una de las provincias menos afectada por la Covid. Ahora cuando entras en una fase en la que sostener una política sanitaria te lleva a la represión, ya esa política sanitaria deja de ser buena. El desafío en esta fase se está viendo en todo el mundo, desde Alemania hasta países pobres. Después de un año no tenes espacio para imponer una fase 1 a una población a la fuerza. Sabemos también que las fuerzas policiales no tienen una tradición de usar el monopolio de la violencia en manos del estado de manera democrática y que todas las policías del país tienden a abusar de la violencia. No tenemos policías formados para el respeto de las leyes y garantías, son los canas los que primero que nadie se mantienen en un estado de infralegalidad. Es una deuda pendiente que la posdictadura no supo resolver nunca. Por eso Nestor no quería reprimir, porque sabía que no contamos con una policía apegada al derecho.
Entonces como peronistas el desafío es hacer política en diálogo abierto con los sectores medios y populares que se verían afectados por una fase 1. La violencia institucional es la peor idea, el signo de que fracasaron todas las mediaciones. Es fácil de decir de acá y difícil de implementar. Axel y Larroque hicieron un trabajo político de estilistas para disminuir daños en el desalojo de Guernica. Larroque se pasó meses negociando, boicoteado a la vez por la derecha y por el trosquismo, ya que a ambos sectores les viene muy bien que el gobierno reprima. Si van Bullrich y Wolf con los móviles de Magneto quiere decir que la derecha ansía que Insfran reprima, así como ansiaron que Cristina reprima y no lo lograron. Entonces por el bien de los formoseños y por la felicidad del pueblo hay que negociar una restricción de las actividades que le quite la base social a la derecha. Una violencia institucional consentida por el Fdt es una perdida doble: para el pueblo reprimido porque un gobierno popular legitima la represión brutal que manda el terrible mensaje de que no hay orden sin violencia institucional. Habilita futuras represiones en cualquier provincia. Y además rompemos con la promesa de Nestor, es decir, perdemos peso simbólico y nuestra base social nos hará pagar la defección. Si reprimimos, nosotros nos entristecemos y la derecha se alegra. Hay que cortar por lo sano: Insfran si quiere mantener su provincia en orden y seguir con una política sanitaria que pueda garantizar sin violencia tiene que lograr consenso social. Una ventaja de todo esto: el gobierno aprende que ante un crecimiento futuro de la pandemia, la vuelta compulsiva a fase 1 va a gnerar mas daño que soluciones, así que tiene que pensar cómo va a reaccionar si hay que volver a endurecer el aislamiento sin recurrir a la violencia policial.Y si se logra una salida negociada, todo el agite de Bullrich y Clarín se desinfla. Una cosa son las intenciones golpistas del macrismo y otra es el perjuicio real de los comerciantes. Insfran debería divorciar las intenciones golpistas de la desesperación legitima de los comerciantes. Esta salida seria virtuosa porque seria un ensayo de lo que pasará en el resto del país si los contagios crecen. Por eso un restablecimiento del orden negociado es tanto principista como pragmático. Basta con ver la necesidad de la derecha de que haya represión para convencerse de que no hay que darles el gusto. Mas negociación y no a la brutalidad policial es la única respuesta peronista a este dilema. Después, no vamos a atacar a Inafran por las cosas que hace bien y que la derecha detesta
Abrazo
Encontrar una solución es muy difícil aunque este conflicto no es espontáneo y dio tiempo para pensarlo. Si los medios y el Pro a través de la Bullrich, caminan victoriosos entre la clase media es porque el gobernador optó por la solución más fácil, la que ellos esperaban. Esa solución no es nuestra, es lo que ellos proponen a nivel nacional para llegar con ese tipo de conflictos a las elecciones.
https://twitter.com/enridesalta/status/1368328023871721474
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