miércoles, 1 de octubre de 2008

Las canciones

Por Oscar A. Cuervo
Y hoy te vi

Cuando en las noches largas
una esperanza miente
cuando la angustia es fuerte
sufres, te mueres

Cuando a la puerta triste
llama la tarde fría
hiere tu noche tibia
sufres, te mueres

Y hoy te vi, nena
mirando rosas hoy te ví
tú nunca dices qué hay en ti
hoy te vi.



Y hoy te vi - Mateo&Trasante


¿Qué pasa con las canciones?

Angel Eduardo Mateo Lopez nació el 19 de septiembre de 1940 en la ciudad de Montevideo. La primera vez que oyó música en vivo fue a los 3 años, cuando su madre lo llevó al Parque Rodó a ver a la Banda Municipal, que esa noche tocaba el Bolero de Ravel. Mateo, de la mano de su mamá, no paró de temblar durante todo el concierto.

La impresión fue tan profunda que nunca pudo olvidar aquella noche. De chico empezó a cantar y a tocar el redoblante en una murga de botijas. Después formó parte de conjuntos que tocaban música bailable en boliches y clubes. A mediados de la década del 60 se encontró con Rubén Rada y formaron El Kinto. A comienzo de los 70 se largó como solista. Quizá haya sido por entonces que algo se desató en su cabeza o en su alma. A partir de ahí, se fue deshaciendo de las aspiraciones mundanas. Su talento se volvió errático e inmanejable. A pesar del inmenso prestigio que conquistó, siempre vivió en la pobreza, incluso mendigando. Compuso hermosas canciones. Murió el 16 de Mayo de 1990 en el Hospital de Clínicas de Montevideo. Tenía 50 años.
Mateo dejó un extenso anecdotario, episodios risueños o patéticos, que son lo que menos importa. Pero hay algo en esas anécdotas que se parece a sus canciones: imprevisibles, desconcertantes, convocan más que nada a la inquietud, un mundo extraño que nos habla al oído, pero que ya no escuchamos.

Trasante, percusionista de Mateo, con el que grabaron un hermoso disco en 1976:

“Hay una parte mística de la música que hoy en día se ha perdido, ¿no? La gente toca para ganar plata. Pero no está tocando conciente de lo que está tocando. Quiere decir: piensan que son concientes y no lo son, porque no analizan en absoluto cada golpe que dan. Están todos preocupados de tocar más rápido y más fuerte. No hay escucha, no hay silencios. La gente no se da cuenta de que un músico, antes que nada, es un sonido, un golpe, una nota. No hay percusionistas que tengan espacios rítmicos. Todos tocan pa’llenar, nadie toca pa’ dejar un espacio. Mateo tenía un sonido. Ese sonido, Mateo lo tenía tanto en la guitarra como en el tambor: y él logró encontrar un sonido porque lo buscó. Y el tiempo: Mateo tuvo unas ideas rítmicas maravillosas, sobre todo en el sentido del tiempo, lo cual le permitía justamente colocar los golpes donde nadie los coloca.”




Palomas - Eduardo Mateo


Mateo coloca los golpes donde nadie los coloca.

4 comentarios:

L. F. dijo...

"te haces...entender...¿me entendés?...y el tipo nunca te entiende"

grande mateo.

Anónimo dijo...

sera que todo es inentendible?

Anónimo dijo...

que deprimente.

Oscar Cuervo dijo...

anónimo de las 17:53:
para lo tuyo hay medicación, no pierdas el ánimo