miércoles, 29 de octubre de 2008

Gerry: este sábado en La Tribu



Cine, relato y experiencia
por Mario Nosotti

Walter Benjamin, en un bellísimo artículo titulado “Experiencia y pobreza” (MÚSICA RARA, N° 3, 2004) dice que la cotización de la experiencia ha bajado porque ya nadie es capaz de narrar como es debido. Lo dice en 1933, después de esa experiencia atroz que fue la 1ª guerra mundial. Dice: “las gentes volvían mudas del campo de batalla. No enriquecidas, sino más pobres en cuanto a experiencia comunicable. Y lo que diez años después se derramó en la avalancha de libros sobre la guerra era todo menos experiencia que mana de boca a oído. (...) ¿Para qué valen los bienes de la educación si no nos une a ellos la experiencia?”.

Benjamín habla de una nueva barbarie, pero en un sentido positivo: la que lleva a empezar de nuevo, a pasárselas con poco... Habla de Paul Klee, de la arquitectura del vidrio y el acero (limpieza, transparencia, superficie). Dice: “Pobreza de la experiencia: no hay que entenderla como si los hombres añorasen una experiencia nueva. No, añoran liberarse de las experiencias, añoran un mundo entorno en el que puedan hacer que su pobreza, la externa y por último también la interna, cobre vigencia tan clara, tan limpiamente que pueda salir de ella algo decoroso.(...) “con frecuencia lo han “devorado” todo, la “cultura” y el “hombre”, y están sobresaturados y cansados”.

A mí, siguiendo a Benjamin, me parece que hoy día es casi imposible transmitir una experiencia narrando como se lo hacía hasta hace 150 años. Siento que entre otras cosas ya no hay lugar, y sobre todo capacidad, y por supuesto deseo. Capitalismo y tecnología (palabras que uso “para salir del paso”), y su derivados de novedad, actualidad, información, estímulos, verdades (en serio, ¡eh!)... Saturación del lenguaje, cada vez menos capaz de ahuecarse, de vaciar contenidos para que en ese espacio surja ese raro soplo de manifestación. En suma, que ya ninguna historia nos conmueve... O sí, pero... ¡no es ya conmovernos lo que buscamos! ¿...qué es?

Yo, después de films como Gerry, después de cineastas como Sokurov, veo algo nuevo. Lo importante no ya es contarnos algo sino instalarnos en eso que se está desarrollando. No ser “transportados” por esa representación, sino volvernos a nosotros mismos... nuestra permeabilidad... (¿¿intemperie??) ...Ya no son ni historias ni atrapantes, estos tipos nos vuelven a una especie de falta que nos reconcilia... con eso otro de nosotros ajeno a cualquier identidad...

Sensaciones:

- el cine de entretenimiento nos desintegra. Gerry, Spiritual voices nos re-integran.

- No hay otro mundo al encenderse la luz, es casi el mismo mundo, porque estamos despiertos.

- Hablaría de un cine físico... Lenguaje que sólo puede darse fuera del lenguaje... Mirada, voz, ruido, paisaje, tiempo y espacio no representado. Claro que detrás de todo esto no hay sólo pureza, sino técnica, historia del cine pero... estos tipos zafaron del ruido... o se metieron enteros en él... estos tipos quisieron escuchar de otra manera... Digo, no es Técnica, no es Historia... aunque esto pase ahora en el cine, en un determinado momento de la historia. Estoy empezando a pensar que, si el cine fue en su mayor parte hasta ahora “ensueño”, hay un grupo de autores que lo han transformado en despertar, en manifestación... Sólo un lenguaje nuevo puede intentarlo, la lengua de la luz y del sonido, no ya de las palabras, de la literatura.... En otra parte (Iluminaciones IV. Para una crítica de la violencia y otros ensayos), Benjamín dice de Kafka algo que para mí podría aplicarse a este cine: “retira los soportes tradicionales del ademán, para quedarse con un objeto de reflexión interminable”.

(Este artículo fue previamente publicado en LA OTRA n° 11.
El próximo sábado a las 19:00 hs en Lambaré 873 vamos a ver GERRY de
Gus Van Sant)

2 comentarios:

meridiana dijo...

Despertar con ese lenguaje nuevo, esa lengua de luz y sonido...Gerry es una experiencia imperdible.

Muy buen texto. Y esa referencia de Benjamin con respecto a Kafka, muy acertada. En esos términos también se puede ver Gerry.

Liliana.

Anónimo dijo...

Yo la vería de nuevo pero... me da mucho dolor el final.
No se si alguien mencionó que está filmada en la Argentina. Este GVS es por lo menos insólito.
martha