jueves, 6 de noviembre de 2008

Este domingo en La otra.-radio, Juan Diego Incardona

“Villa Celina se encuentra en el sudoeste del Conurbano Bonaerense, en el partido de La Matanza. Aislada entre las avenidas General Paz y Ricchieri, tiene ritmo pueblerino y aspecto fantasmagórico. Barrio peronista como toda La Matanza, su vida social gira en torno a los clubes, la Sociedad de Fomento, la Parroquia Sagrado Corazón y las escuelas del Estado. Debe su nombre a Doña Celina, señora que poseía gran parte de los terrenos que hoy conforman la localidad. A mediados del siglo XX, Villa Celina fue poblada por españoles e inmigrantes del sur de Italia, como mis abuelos José y Lucía; Juanita, la almacenera, o Antonia, su cuñada. Las primeras casas fueron construidas por los mismos inmigrantes, edificaciones generalemente bajas, con fachadas provistas de una puerta y dos ventanas, una en la pared exterior sobre la vereda, otra dentro del habitual porche. Con el tiempo, se construyeron barrios de monoblocks en sus zonas periféricas, como el Barrio General Paz, el barrio Riccheri, los edificios Estrellas o los bajitos de tres pisos que están cerca del Mercado Central, fondo mítico donde aún se conserva La Chacra de los Tapiales, una construcción colonial declarada Monumento Histórico Nacional en 1942. En las últimas dos décadas, el barrio recibió grandes oleadas de inmigrantes bolivianos, lo que ha generado que un sector de Celina sea denominado “Pequeña Cochabamba”. En su centro geográfico, frente a la escuela 137, se encuentra el famoso Tanque de Celina, de estructura tubular y bastante alto, con escalera caracol en el interior. Desde sus elevadas tejas se domina toda la zona y hasta pueden verse otros barrios que pertenecen a Celina, como el Barrio Urquiza, Las Achiras y el Barrio Sarmiento, además de los vecinos Madero, Tapiales y Lugano. En mi infancia y adolescencia, durante la década del 70 y el 80, aún perduraban grandes extensiones de campo y potreros (hoy esos terrenos prácticamente han desaparecido) que propiciaban la aventura y el juego infantil en toda su dimensión. Quienes crecimos en Celina, hemos jugado en el campito hasta la oscuridad total y las nubes de mosquitos en la cabeza. Sus jóvenes frecuentan las esquinas, siempre con botellas de cerveza, a veces con una guitarra, otras con una pelota de fútbol para el partido nocturno sobre la calle. Es un barrio de fierreros (hay uno o dos talleres mecánicos por cuadra) y de músicos. Tango y rock and roll siempre presentes, ahora también cumbia. Ha sido cuna de muchas bandas, algunas conocidas como Viejas Locas (Piedrabuena y Celina), Callejeros y Villanos. En sus noches se percibe una fina niebla, iluminada parcialmente por los viejos faroles del alumbrado, se oyen ladridos de perros (que abundan), tiros lejanos y muy cercanos, y una especie de rumor difícil de clasificar que interrumpe con frecuencia el diálogo en las veredas, quizás una especie de pasado, un sonido de pasado, un gol de Tino en el camino mezclado con la risa de los pibes del grupo Perseverancia y las puteadas de Carlitos el borracho”.
Juan Diego Incardona, mayo del 2008

El domingo a la medianoche viene Juan Diego a charlar, leer sus relatos y pasar música a La Tribu (88.7, http://www.fmlatribu.com/)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

en serio que va incardona??? wow!!!

Anónimo dijo...

este incardona, es un vendedor de bijouterie muy cul,no?

Anónimo dijo...

La verdad que este Incardona es un pesado, me revientan esos que se las dan de villero-peronista-cool. Disculpen por el embole que se tuvieron que comer en el programa de ayer, por suerte hoy estoy en MDQ.

Cece dijo...

ai....!
ya no sé cómo distinguir el verdadero oscar del otro

ahh pero pensandolo bien el verdadero oscar nunca diría "embole" ni "MDQ"

pará de molestar papanatas!

Oscar Cuervo dijo...

El papanatas dejará de aparecer, dado que puse moderación de comentarios. Lo siento, pero por ahora todos los comentadores van a tener que esperar algunas horas para ver sus comentarios.

Oscar Cuervo dijo...

Y a contra lo que dijo el idiota del falso cuervo, fue un enorme gusto que nos visitara Incardona. Creo que fue uno de los mejores programas del ciclo.

Pía dijo...

Carajo...hace mucho que no entraba a este blog (ni a ninguno, estoy con mucho laburo). Me lo perdí a Incardona...Bueh...Otra vez será...