todos estamos igual

viernes, 1 de julio de 2011

El espíritu de la colmena

Una obra maestra de Víctor Erice


El origen del título, explica Erice, es el siguiente *:

"El título, en realidad, no me pertenece. Está extraído de un libro, en mi opinión, el más hermoso que se ha escrito nunca sobre la vida de las abejas, y del que es autor el gran poeta y dramaturgo Maurice Maeterlinck. En esa obra, Maeterlinck utiliza la expresión "El Espíritu de la colmena" para describir ese espíritu todopoderoso, enigmático y paradójico al que las abejas parecen obedecer, y que la razón de los hombres jamás ha llegado a comprender".

La proyección de esta película fue tan exitosa como desconcertante. Nada preveía que despertase la atención repentina de cinéfilos del mundo entero, que consideran que este es uno de los mejores filmes del cine español.

Testimonio de tal grado de aceptación es la sucesión de premios que recibió inmediatamente después de proyectarse por primera vez durante el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, donde recibió la Concha de Oro, premio, por otra parte, que no había recibido anteriormente ningún otro filme español exhibido en ese concurso. Poco después, obtendrá galardones como el Hugo de Plata en Chicago (EEUU), el premio de la Crítica de Londres a la Mejor Primera Obra y a la fotografía del año. En 1974, consigue el Premio de la Confederación Internacional del Cine, Arte y Ensayo Europeo de Turín (CICAE), A la mejor película de Arte y Ensayo, un Fotogramas de Plata para Ana Torrent, por votación popular; premios del Círculo de Escritores Cinematográficos (CEC), etc.

Los éxitos cosechados permitieron recuperar en más de tres veces la inversión inicial, que se acercó a los 60.000 Euros. Asimismo, la película supuso el comienzo de la carrera artística de la verdadera protagonista de la cinta, Ana Torrent, que fue deqscubierta por Erice en el mismo colegio donde ella estudiaba.

El impacto político de El espíritu de la colmena no es comparable al que han causado otros filmes, aunque Erice identificaba una suerte de censura que impone la tiranía del mercado, y que, a su juicio, "...es mucho más infranqueable que la de Franco, porque ésta no admite fisuras".

El argumento de la película parte de un guión escrito por Ángel Fernández Santos y Víctor Erice, inspirado, a su vez, en el mito y en la contemplación. Por un lado, el mito de Frankenstein que, alegóricamente, se invoca como un canto a la vida, y por extensión, a la misma creación. En segundo lugar, la contemplación de una sociedad instintiva, pero perfectamente organizada, como la de las abejas da una idea del estado de letargo que subyuga a toda una familia, que no puede renunciar al hermetismo terapéutico en el que ahogan sus deseos y frustraciones.

Parafraseando a Víctor Erice, El espíritu de la Colmena "arranca de la proyección de la primera película que se hizo sobre Frankenstein (de James Whale) en 1933, en un pueblo de la meseta castellana". Y sin abandonar el rastro del monstruo, no duda en insertar un texto perteneciente a la cinta:

"El productor y los realizadores de esta película no han querido presentarle a usted, sin antes hacerle una advertencia. Se trata de la historia del Doctor Frankenstein, un hombre de ciencia que intentó crear un ser vivo sin pensar que eso sólo puede hacerlo Dios. Es una de las historias más extrañas que hemos oído. Trata de los grandes temas de la creación: la vida y la muerte. Póngase en guardia, tal vez le escandalice, incluso puede horrorizarle. Pocas películas han causado mayor impresión en el mundo entero, pero yo les aconsejo que no la tomen muy en serio".

La sala asiste a esa inesperada sesión, embargada por el miedo. Por el contrario, Ana, espoleada por la curiosidad, se decide a explorar el mito, que introduce en su propio imaginario, involuntariamente.
Fragmento del documental Huellas de un espíritu, realizado por Carlos Heredero al cumplirse el 25º aniversario del estreno de El espíritu de la colmena.

2 comentarios:

Martha dijo...

Está bueno ésto que ha puesto Oscar. Yo releí partes de un libro de Cármen Arocena pero me pareció todo muy frío y monográfico. Preferiría verla mañana por tercera vez , porque siempre encuentro cosas nuevas. Debe ser que todavía estoy creciendo y es así que encuentro detalles en los que nunca antes había reparado.
Suerte que tiene una.

julieta eme dijo...

me gustó! me hubiera encantado quedarme al debate, pero bueno, no pude...