pero cada día sentimos que se agita más.
Fotografía: Federico López Claro
"Sabemos que lo que sucede hoy en la Argentina es demasiado angustiante para ser procesado adecuadamente. Podemos imaginar que los sentimientos y los pensamientos de los sectores populares sin representación –el invisible precariado argentino– está tomando caminos imprevisibles de los que no sabemos nada. Podemos imaginar gran rabia, trastornos psíquicos, impotencia profunda, fuerte dolor, desplazamientos forzados, violencia, autolesiones. Pero con la angustia pasa como con todo: su representación social opera en forma ideológica. No podemos acceder a la angustia de los que están sufriendo verdaderamente y sólo tenemos acceso a la representación de la angustia de los que toman “decisiones” o de los que “piensan” el país. No tenemos prácticamente documento de quien laburando todo el día no puede acceder a los alimentos que necesita. No sabemos todas las familias destruidas por situaciones económicas más graves. Todos los golpes, indiferencias, desvalorizaciones, maltratos sufridos". [Completo acá]