miércoles, 12 de marzo de 2008

La era del sonido


Así se llama el nuevo disco de Pablo Dacal y La orquesta de salón, que a partir de ayer martes y de aquí en más todos los martes hasta no se sabe cuándo se va a presentar en vivo en El Nacional (Estados Unidos y Balcarce).

Ayer fui con mis amigos Maxi, Sofi y Livio a ver a Pablo y la Orquesta. Un gusto: Pablo cultiva un gusto por la canción, una confianza en la canción. Ante la carrera armamentística de la música pop, de la música rock o de no sé qué (esa de más rápido, más fuerte, más lejos), Pablo confía en las armas de la canción. Una canción se defiende sola, parece pensar: así suenan los 12 músicos de la orquesta sin amplificación siquiera, apenas un micrófono para que la voz de Pablo se eleve un poquito por encima de los 12 que tocan. Y a veces hasta Pablo se aleja del micrófono para que la voz también llegue por el aire totalmente desnuda: es cuando canta el tema que da nombre al disco: La era del sonido.

Hay que tener confianza en las canciones para hacer eso: sin afeites, sin barnices, sin guiños de pertenencia a los del palo, cualquiera que sea el palo. Por eso el repertorio de Pablo va de sus propios temas a Leonardo Favio, George Brassens, Louis Armstrong, o ese Amor Clasificado del Potro. ¡Qué lindo tema hizo Rodrigo!



Un día más que pasa y yo sin probar aquello que ando buscando.
Desesperado y sin aliento traté de no sentirme cansado.
Fui hasta el puesto de diarios y revistas,
amanecía en la Docta a prisa,
y decidí dejar aquella ilusión en manos del canillita.

Puse un aviso en el diario La voz para tener una cita,
con alguien que tuviera ganas de amar hasta con la luz prendida.
Busco un amor clasificado en el diario
que para amar no tenga día ni horario,
busco un amor, amor que nunca encontré pero lo sigo buscando.

Busco una chica que me dé su amor que sea pura ternura,
no importa raza, religión ni color, exijo amor y locura.
Busco un amor condcionado en el diario,
que para amar no tenga día ni horarios,
busco un amor, amor que nunca encontré pero lo sigo buscando.

(Busco un amor en el diario... ¡La voz del interior!)

Ya cinco días han pasado y sigue el teléfono callado.
Compré camisa, pantalón de vestir y hasta lustré los zapatos.
Sonó el telefono y salté de la cama,
alguien dijo "hola" y nadie me contestaba,
y una voz dijo "corte de servicio, debe veinte llamadas".

Busco una chica que me dé su amor, amor con poca cordura,
desgarrarnos de amor y placer hasta perder la conducta.
Busco un amor clasificado en el diario
que para amar no tenga día ni horario,
busco un amor, amor que nunca encontré pero lo sigo buscando.

¡Eh! El periódico de hoy
dice que ando buscando un amor.

Pablo hace también El cosechero (grabado en su primer disco, 13 grandes éxitos), aquel viejo tema de Ramón Ayala. Hace la canción no como la haría un cosechero del año en que Ayala la compuso, sino como la puede cantar un muchacho porteño del siglo XXI, que ha escuchado además a Brassens, a Lou Reed, a Moris y a Rodrigo. El cosechero, en la voz de Dacal, en el aire del Nacional, en la era del sonido, suena a canción contemporánea, algo que está ocurriendo ahora, no una parodia, no una cita, no un homenaje, no el ejercicio de una lengua muerta. Y esta noche parece que, entre todos los inventos humanos, una canción es algo indestructible.




OSCAR ALBERTO CUERVO

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sobre Rodrigo:lo escuchaba mucho con mis amigos en la previa al "dancing". Dacal: me gustó el tema, ¡y me trajo el buen recuerdo calamariano de las "Grabaciones encontradas"! Dan ganas de acercarse a oirlo.
Muy gracioso lo de "reputación dudosa" y "la carrera armamentística" de la actual música pop.

Anónimo dijo...

A mí también me gustó mucho Dacal y me dieron ganas de ir a escucharlo. Da gusto entender lo que dice una letra sin tener que hacer esfuerzos sobrehumanos para atravesar tanto ruido, ruido, ruido (como dice la canción de Sabina) y pescar con mucha suerte alguna frase. Oscar, ¿podrías decirme el horario y si hay que sacar las entradas previamente? También muy bueno el tema de Rodrigo.
Y POR SUPUESTO, SIN PALABRAS EL HOMENAJE CASI SIN PALABRAS A JORGE GUINZBURG.

Anónimo dijo...

si. hace como 6 anyos en una visita a buenos aires lo fui a ver, sin tener la menor idea. sin recomendaciones, sin nada. tocaba en un lugar q nos quedaba a mano para un encuentro, nada mas.

asi descubri a este ente unico. este pibe q no paraba de crecer en el mini escenario, no tenia limite. todo era ascenso, ascenso, ascenso.

es, en otro sentido, como lo de amy: unico en si mismo.

y ese es el placer exquisitisimo del arte, cuando recibis algo q nadie mas puede darte.

Anónimo dijo...

Muy bueno el recital de anoche. No conocía a Dacal, era el que , por ciertas referencias, más me interesaba ver de toda esta camada de músicos. Aún así me sorprendió, lo maximo a lo que aspiraba era encontrar un músico aceptable...
Hoy escuché el disco 4 o 5 veces mientras laburaba, un tema mejor que el otro. Me gustó la manera en que se mezclan las influencias y como sale algo que se parece a muchos : desde Django Reinhandt hasta calamaro, pasando por Moris y los beatles( las instrumentaciones de cuerdas me hacían a acorar a "I m the warlus" por ejemplo)y a la vez no se parece a nada. Un capo cañoletta el Dacal.

firma Il Ninja Bianco