domingo, 16 de diciembre de 2018

Después del nuevo cine


Este año que termina no ha sido para la industria editorial tan malo como para imposibilitar la aparición de un libro, Después del nuevo cine. Diez miradas en torno al cine argentino contemporáneo (editado por Emilio Bernini editor para EUFyL) que recopila ensayos críticos que revisan las nociones más instaladas sobre el "nuevo cine argentino" de los 90. Esas nociones se habían fijado casi simultáneamente con la aparición de sus primeras películas (Pizza, birra, faso, La ciénaga, Mundo Grúa, La libertad, para citar las más obvias), las que rápidamente encontraron un discurso y una línea tajante de demarcación producidos no por los propios cineastas sino por un grupo de críticos y ensayistas que en aquel momento tuvieron la voluntad de poder de legitimar -y legitimarse- en esas obras, en un demasiado aceptado contraste nítido con la producción cinematográfica argentina anterior. ¿Hubo en la segunda mitad de los 90 un corte tan nítido con el cine que se había venido produciendo en los años anteriores? ¿Ese corte responde a una autoconsciencia generacional que los constituyera en movimiento o puede haber sido propiciado por la variación de condiciones de producción y circulación de las películas? ¿Había rasgos estilísticos marcados, aunque sean unos pocos, que el grueso del llamado "nuevo cine" compartiera? ¿Qué lugar jugó la recepción crítica para ayudar a construir su objeto "nuevo cine" y de este modo autorizarse a sí misma como "nueva crítica? ¿La producción posterior de los autores surgidos durante ese período reforzó sus rasgos distintivos o tendió a diluir sus diferencias con el cine argentino anterior?



¿Qué queda hoy de esos rasgos de estilo que la primera crítica y ensayística quisieron encontrar como el núcleo estético de un presunto movimiento? ¿Fueron alguna vez estos autores y películas tan homogéneos? ¿La "independencia" a la que muchas veces se asoció a estas películas era una posición ético/política deliberada o respondía a las contingencias de un contexto histórico? Y todavía: ¿tiene sentido seguir hablando, 20 años después de su irrupción, de un nuevo cine o el simple paso del tiempo terminó por mostrar su novedad como un rasgo meramente perecedero? ¿Hubo un nuevo cine después del nuevo cine de los 90? ¿O acaso surgieron algunos nuevos cineastas que disuelven todavía más la apariencia de homogeneidad que los primeros ensayistas del nuevo siglo quisieron codificar?



El libro tiene una voluntad de remover, repensar, acaso refutar alguno de los consensos más instalados al respecto. En todo caso, cuenta con la ventaja de que puede ver en perspectiva histórica lo que antes se quiso caracterizar de manera inmediata. Su estructura de "diez miradas" que responden a diversos autores marca una voluntad de no cerrar los ejes de discusión sino de diversificarlos. Y parte distintiva del proyecto consiste en pensar no solo las películas, sus autores y condiciones de producción, sino de examinar también cómo los discursos que se producen alrededor de las películas constituyen el propio objeto al que se refieren, incluso contribuyen a reducirlo con efectos empobrecedores.


Tuve la suerte de ser convocado por Bernini para formar parte de esta decena de miradas diversas, junto con otros críticos y ensayistas: David Oubiña, Nicolás Suárez, Marcos Zagrandi, Román Setton, Patricio Fontana, Mariano Dagatti, Julia Kratje y el mismo Bernini. La parte que yo quise desarrollar: "El cine de la herencia política: Nicolás Prividera y Albertina Carri", una de las zonas políticas más calientes de esta producción. Muy agradecido por haber sido tenido en cuenta, hoy en La otra.-radio, voy a recibir a Bernini y a otro de los coautores: Nicolás Suárez, que escribió para el libro "¿La estética es el modo de producción?" y "El «cine de los ochenta».