TN

Por Oscar A. Cuervo

Ayer por la tarde asistí azorado a uno de los más dañinos ataques a la dignidad humana que un medio de comunicación haya podido cometer. La señal de cable TN estuvo repitiendo en high rotation una imagen sustraída a la más dolorosa intimidad de un artista como Charly García. En Mendoza, ya todos lo saben, Charly sufrió una crisis que motivó que lo terminaran internando en una sala de terapia intensiva. Los partes médicos hablan de intoxicación, de pancreatitis, de síndrome de abstinencia, de principio de neumonía y qué sé yo qué más.

Era de prever que Charly sería reducido físicamente por personal de enfermería, que sería sedado a la fuerza, que se resistiría con las pocas energías que le restaran. Todo eso puede ser para ponerlo a salvo, un gesto amoroso. Lo que cuesta admitir es algo que sucedía paralelamente a esta escena dramática: alguien con una cámarita, quizá con un celular, filma el suceso. Después lo envía a un canal de noticias; finalmente los editores de ese medio (TN, tan nefasto) lo ponen al aire una y otra vez. No existe ninguna necesidad de que veamos a Charly (sus flaquísimas piernitas, en realidad) tirado boca abajo, amarrado por cuatro personas, gimiendo y balbuceando puteadas en un tono desgarrador, que creo que no podré olvidar. Fue directamente un ultraje impiadoso al querido Charly y lo sería igualmente si se tratara de Don Nadie.

Ahora sólo pienso en el empleado del canal que decide poner esas imágenes al aire. Es una ofensa contra nuestros ojos, una de las más graves cometidas por el periodismo carroñero. TN ha dejado muy atrás las bajezas de Crónica TV, Mauro Viale, Chiche Gelblung o Jorge Rial. Nadie, ni siquiera los propietarios de la señal se merecerían ser expuestos en un momento de trágica indefensión de la manera que TN lo hizo.