La otra te lo adelantó hace un año. Mañana sábado a las 17:00 hs. habla Perrone en Patologías Culturales. FM La Tribu. 88,7.
Hace justo un año que veía por primera vez FÁVULA de Raúl Perrone, y ahora me llega la noticia de que ¡al fin! se estrena. Se va a dar en la 67° edición del Festival Internacional de Cine de Locarno, uno de los más importantes del mundo.
De un año a esta parte vi algunas cosas más del Perro que ituzaingó el universo. Y se me ocurre lo siguiente: su cine se va alejando de la literatura y se acerca más y más a la música. Si uno oye una sinfonía de Mahler, no puede contarle a otro cómo es: podríamos intentar tararear una parte de la melodía, pero la idea que se llevaría el otro de la sinfonía a través de nuestro tarareo es sumamente lejana a la obra misma. Perrone parece estar trabajando sobre las partículas elementales del cine: la luz y la sombra, los movimientos y velocidades, la composición del cuadro, las sobreimpresiones, el corte del montaje, el blanco, el negro y el color, la voz en off, el ritmo, el contrapunto entre imágenes y sonidos, el registro directo y la truca... son todos elementos con los que el cine lidia desde sus orígenes, que en las películas regulares funcionan de una manera relativamente naturalizada. Pero ahora es como si Perrone hubiera dicho:
A partir de este momento cesan todas las normas que organizaron estos recursos cinematográficos y cada uno de ellos debe volver a legitimarse de una manera nueva. No es que el cine vuelva hacia la etapa primitiva, ni que se olvide la historia del cine. Todo lo que se ha hecho está en alguna parte de la memoria, pero ahora debe volver a descubrirse. Veamos la voz en off, veamos cómo se relaciona con el subtitulado, cómo se vincula con la lengua, cómo intercambia sentidos con la imagen. Todo se ha usado de una manera, ahora lo vamos a seguir usando, pero tenemos que encontrar otra manera, cada película debe crear una relación distinta entre la voz, el subtítulo, la imagen y la narración. Ningún procedimiento se da por establecido".
Entonces el efecto que produce en el espectador está enrarecido, porque ya tenemos experiencia de qué es la voz en off, ya la conocíamos de antes, pero ahora se muestra de manera distinta. Y esto pasa no solo con la voz en off, sino con cada uno de los elementos de los que se vale el cine. Es como si viéramos a alguien que nos resulta conocido, pero lo notamos muy cambiado...
Perrone ituzaingó el universo: si violentamos un poco la palabra, para hacer de un nombre propio un verbo, creo que estamos dándonos un permiso que él mismo se da, cuando los títulos de sus películas deforman las palabras, o mejor dicho, las alteraran: P3ND3JO5 mezcla letras y números, en FÁVULA se cambia la b (que en la raíz etimológica nos remite al verbo “hablar”) por la v. Ahí es cuando los mismos personajes empiezan a hablar un idioma alterado (hay todavía ahí una huella del habla real, no se trata de un idioma inventado, sino intervenido). La deformación de los títulos nos indica una alteración genética, como si Perrone estuviera en un laboratorio creando una especie animal nueva, pero que conserva rasgos de otras especies que antes existían… ¿Nos habremos ido muy al carajo con todo lo que estamos diciendo?
Calma, radicales! Ya falta poco y el mundo va a conocer FÁVULA.
1 comentario:
Tuve la suerte de participar en la realizacion de favula actuando uno de sus personajes. Soy alumno del taller de cine de Rul Perrone. Aguante el PERRO¡¡¡ y su cine¡¡¡
Sergio Boggio
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